Estados Unidos presentará candidatura al Consejo de Derechos Humanos de la ONU para el trienio 2022-24
En calidad de país observador y por medio de su secretario de Estado, Antony Blinken, Estados Unidos ha tomado la palabra este miércoles ante el Consejo con el fin de lograr un primer acercamiento a organizaciones repudiadas por la anterior Administración. Con Joe Biden en la Casa Blanca, Washington quiere marcar el abandono de la política de sillas vacías de los años de Trump.
Con la premisa de hipocresía y persecución a Israel, EEUU anunciaba en junio de 2018 su salida de la institución rompiendo con el máximo organismo de la ONU a cargo de defender los derechos humanos. La Administración Trump y otros críticos también defendieron que el Consejo estaba dispuesto a pasar por alto los abusos de los regímenes y gobiernos autocráticos. El anuncio de esta vuelta al Consejo aún contiene un grado de suspicacia sobre el funcionamiento supuestamente sesgado del organismo y comparte, en menor medida, un combate ante la “política antiisraelí”. “Necesitamos eliminar el Punto 7 de la Agenda y tratar la situación de los derechos humanos en Israel y los Territorios Palestinos de la misma manera que este organismo maneja cualquier otro país”, dijo Blinken. Israel, un aliado cercano de los Estados Unidos, es el único país del mundo cuyo historial de derechos se debate en cada sesión del Consejo, bajo el “Punto 7” de la agenda. Como resultado, "Israel y los Territorios Palestinos Ocupados" ha sido parte de las actividades habituales del Consejo en cada reunión desde poco después de la formación de este en 2006.
El Consejo de Derechos Humanos se reúne tres veces al año durante varias semanas para debatir los principales problemas globales en la materia. Actualmente cuenta con 47 miembros de pleno derecho que se renuevan parcialmente cada año, elegidos por la mayoría de los miembros de la Asamblea General de la ONU por un período de tres años, los demás tienen la condición de observadores. Actualmente el Consejo acoge a Rusia, China, Venezuela o Cuba, Estados muy criticados por Washington.
Cabe destacar que Blinken ha advertido en su declaración en el foro virtual, debido a la pandemia, que denunciará las violaciones a las libertades fundamentales en China, Rusia o Venezuela. China, Rusia, pero también Venezuela, Cuba o incluso Camerún, Eritrea y Filipinas son regularmente criticadas por organizaciones de derechos humanos y otros países por la forma en que tratan a sus ciudadanos. Antony Blinken criticó específicamente a Rusia por el tratamiento de sus oponentes políticos, citando a Alexei Navalny. También denunció las "atrocidades" cometidas por Pekín en la región de Xinjiang y la situación en Hong Kong. Y recordó que Estados Unidos marcó su regreso al Consejo de Derecho Humanos condenando el golpe de Estado en Birmania.
"Estados Unidos coloca la democracia y los derechos humanos en el centro de su política exterior, porque son esenciales para la paz y la estabilidad", dijo Blinken. "Este compromiso está arraigado en nuestra propia experiencia de una democracia imperfecta y muchas veces por debajo de sus propios ideales, pero siempre tratando de convertirnos en un país más unido, más respetuoso y más libre", prometió, en un tono que contrasta con el de su predecesor, Mike Pompeo, que a veces rozaba la arrogancia.
Esta decisión de reincorporación, promovida por Biden desde principio de su campaña electoral, es uno de los primeros compromisos multilaterales ya suscrito por la nueva administración. A este se suma El Acuerdo del Clima de París y la Organización Mundial de la Salud (OMS), puntos clave de una larga lista de cambios en la política exterior norteamericana. La Administración Biden también ha dicho que estaba lista para conversar con Irán sobre un acuerdo nuclear que Trump también había abandonado en 2018. Este anuncio se difunde justo después de que EEUU retirara su apoyo militar a Arabia Saudí en la guerra de Yemen, de la cual el Consejo de Derechos Humanos denunció en 2018 la supuesta comisión de crímenes de guerra por parte de todos los actores implicados.
Blinken finalizó sus posiciones sobre los Derechos Humanos enumerando cuestiones domésticas sobre las cuales el presidente Joe Biden tomó rápidas medidas en su primera semana en el cargo con el fin de “abordar las causas fundamentales de estas desigualdades, incluida la vivienda, la reforma carcelaria, la mejora de las condiciones de los pueblos indígenas y la lucha contra la discriminación contra los asiático-americanos.”
