Francia destaca el papel de Marruecos en el futuro de África

Emmanuel Macron sigue teniendo muy en cuenta el relevante rol del reino marroquí con proyectos franco-marroquíes muy interesantes de cara a futuro
El presidente francés, Emmanuel Macron, habla durante las reuniones empresariales entre Marruecos y Francia- REUTERS/ ABDELHAK BALHAKIA
El presidente francés, Emmanuel Macron, habla durante las reuniones empresariales entre Marruecos y Francia- REUTERS/ ABDELHAK BALHAKIA 
  1. El Sáhara Occidental como cuestión clave
  2. Recuperación del posicionamiento de Francia en África

Francia tiene muy en cuenta el importante papel de Marruecos en la dinámica presente y futura de África y se han proyectado colaboraciones muy relevantes entre ambas naciones de cara a futuro.

Emmanuel Macron, presidente francés, puso de relieve nuevamente este posicionamiento al destacar “la asociación global de futuro” que rubricó con el rey Mohamed VI durante su visita de Estado de tres días realizada a Rabat el pasado mes de octubre. 

El presidente galo ha destacado que esta asociación franco-marroquí beneficiará profundamente al continente africano.  Emmanuel Macron destacó, durante su reunión anual con los embajadores extranjeros acreditados en París, que Francia sitúa en un plano muy importante las relaciones con los países del Magreb dentro de su estrategia diplomática en el continente africano, haciendo referencia a su reciente visita al reino marroquí durante la cual se firmó una asociación estratégica “sin precedentes” que incluía diversos sectores productivos. 

Emmanuel Macron en Rabat - PHOTO/ARCHIVO
Emmanuel Macron y Mohamed VI en Rabat - PHOTO/ARCHIVO

El Sáhara Occidental como cuestión clave

Tanto el presidente francés como el rey Mohamed VI sellaron una “asociación excepcional renovada” durante una visita de Estado que llegó tras la invitación del monarca alauí, efectuada después de que la República francesa reconociese el Plan de Autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental como la opción más seria y creíble para solventar el diferendo saharaui después de casi cinco décadas de conflicto tras el fin de la etapa colonial española. 

Durante la visita de Estado en Rabat, los dos jefes de Estado expresaron su ambición común de que esta nueva asociación entre Francia y Marruecos reflejase la profundidad de las relaciones entre los dos países, arraigadas en la historia, y de los lazos humanos y culturales de una riqueza excepcional y que forman la base de su amistad y de su cooperación desde varias décadas. 

Además de la voluntad compartida de capitalizar los logros y las complementariedades de la asociación para proyectarlas de manera irreversible hacia una nueva fase, en sectores estratégicos que respondan tanto a las transformaciones en los dos países como a los cambios del contexto regional e internacional. Junto con su deseo de dotar las relaciones franco-marroquíes de un marco estratégico global, estable y perenne, a través de una asociación robusta y orientada hacia el futuro, sostenida al más alto nivel de cada uno de los dos Estados, que implique a todos sus componentes y se despliegue de manera concreta, dinámica e innovadora, para responder a las aspiraciones de las generaciones presentes y venideras. 

Bandera marroquí en la ciudad de Dajla - PHOTO/AIDA
Bandera marroquí en la ciudad de Dajla - PHOTO/AIDA

También mostraron su determinación para actuar como socios estratégicos en todos los dominios, especialmente el diálogo político, la asociación económica y los intercambios humanos y su reconocimiento de la aportación valiosa de las colectividades territoriales, de las instituciones representativas, de los operadores económicos, de la juventud y de la sociedad civil, así como de marroquíes residentes en Francia y de los franceses residentes en Marruecos.

Esta “asociación excepcional renovada” entre Marruecos y Francia permite a los dos países responder mejor al conjunto de los retos a los que se enfrentan, movilizando todos los sectores pertinentes de la cooperación bilateral, regional e internacional. Todo ello abriendo una nueva etapa con esta nueva relación mejorada entre Francia y Marruecos que ponía fin a una época turbulenta de desencuentros políticos y diplomáticos, que tenía como telón de fondo la postura equidistante de Francia en la cuestión del Sáhara Occidental. Un posicionamiento galo que trataba de no importunar a Argelia, que se opone a la integración del territorio saharaui en el Estado marroquí y que aboga por la celebración de un referéndum de independencia de la población saharaui, apoyando los postulados del Frente Polisario, gran enemigo de Marruecos. 

El presidente galo, durante su visita oficial a Rabat, señaló ante el Parlamento marroquí que el presente y el futuro del Sáhara Occidental se inscriben en el marco de la soberanía de Marruecos sobre el territorio en disputa, considerado por el reino marroquí como parte de sus provincias del sur. Algo que dejó claro el apoyo galo al reino marroquí. 

Marruecos cuenta con una posición fuerte en el escenario internacional y un gran respaldo de muchos países en muchas cuestiones, incluida la del Sáhara Occidental. Muchos e importantes países, como Estados Unidos, Israel, Emiratos Árabes Unidos, Alemania, Francia o incluso España apoyan la propuesta autonómica marroquí como la más seria, realista y creíble para arreglar el conflicto saharaui. Mientras, los postulados de Argelia y el Frente Polisario cuentan con menos respaldo internacional. 

Marruecos plantea para el Sáhara Occidental una amplia autonomía bajo soberanía marroquí respetando las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de otorgar a los saharauis un gran autogobierno, dejando la política exterior y de defensa en manos del Estado marroquí, y con el reto también de desarrollar al máximo el territorio en todos los sentidos. 

Esta propuesta marroquí favorecería el desarrollo de este importante territorio africano. Además, el país norteafricano también plantea la Iniciativa Atlántica de África, una propuesta que pretende favorecer el acceso al océano Atlántico de diversas naciones africanas, sobre todo los del Sahel, a través de la fachada atlántica marroquí, incluida la del Sáhara. Un escenario que favorecería el desarrollo económico y comercial de estas naciones. Algo que supondría un fuerte impulso también para el continente africano. 

Vista de la carretera que conduce al puerto pesquero de Dajla, Sáhara Occidental - AP/MOSAAB ELSHAMY
Vista de la carretera que conduce al puerto pesquero de Dajla, Sáhara Occidental - AP/MOSAAB ELSHAMY

Recuperación del posicionamiento de Francia en África

Según las recientes afirmaciones de Emmanuel Macron ante los embajadores, la asociación entre Francia y Marruecos apunta al futuro de África, a través de un grupo de proyectos conjuntos franco-marroquíes en el continente que servirán también para seguir promoviendo el desarrollo continental. 

Como indicó el analista Mohamed Al-Tayyar al medio Al-Arab, el presidente francés vinculó la asociación entre los dos países a su impacto en África, lo que confirma que Francia, cuyo papel en este continente ha disminuido significativamente, está apostando en su nueva estrategia adoptada en el continente africano por la reforzada relación con Marruecos para preservar sus intereses y su presencia, especialmente después del deterioro de sus relaciones con los países africanos del Sahel y con la mayoría de los países africanos, en un momento en que Marruecos supo reforzar su presencia sobre bases sólidas basadas en la fiabilidad, credibilidad y cooperación constructiva.

Francia había perdido apoyos en sus antiguas colonias africanas, como Mali o Burkina Faso, en donde se despertó un fuerte sentimiento antifrancés y en donde otras naciones como Rusia o China han ganado más peso económico y político. 

Ahora, la República francesa puede afianzar un mejor posicionamiento geopolítico de la mano de Marruecos, que cuenta con un importante rol en África, tanto en materia política como económica.