Paco Soto
Pie de foto: Funeral por el joven activista rifeño fallecido Imad El Attabi.
El funeral de Imad El Attabi, joven activista rifeño muerto esta semana tras resultar gravemente herido en la manifestación no autorizada del pasado 20 de julio, en Alhucemas, se transformó en un acto de protesta política. El joven recibió el impacto en la cabeza de una o varias granadas lacrimógenas disparadas por la fuerza pública o de algún objeto de metal. El Attabi fue trasladado al Hospital Militar de Rabat, donde permaneció 20 días en coma, hasta el día de su muerte. El fiscal de Alhucemas ordenó la apertura de una investigación para determinar la causa exacta de la muerte, y la familia exige el total esclarecimiento de la verdad. Los principales cabecillas del descontento popular que estalló el pasado mes de octubre en Alhucemas y se extendió después a otras poblaciones del Rif, opinan que la muerte del joven activista es “un asesinato” cometido por la Policía. Varias horas después del traslado de Rabat a Alhucemas de los restos mortales del joven, Imad El Attabi fue enterrado en el cementerio Akra Azougagh de la capital del Rif. Además de su familia, amigos y conocidos de la víctima, numerosos activistas del Hirak rifeño (movimiento de protesta) y ciudadanos de Alhucemas y otras ciudades y pueblos de la región, jóvenes y mayores, estuvieron presentes en el acto fúnebre.
Extrema tensión
El funeral se llevó a cabo en un ambiente de extrema tensión, entre llantos, gritos y consignas políticas contra el majzén y los aparatos de seguridad del Estado. “La tristeza y el cabreo estuvieron presentes en el funeral”, comentó un periodista que cubría el acto. “Es un crimen imperdonable lo que ha pasado en Alhucemas. En Marruecos, no hay democracia, el régimen viola los derechos humanos a diario, y la revuelta del Rif lo demuestra”, declaró un ciudadano indignado. Según informaciones periodísticas, el cuerpo de Imad El Attabi llegó en helicóptero a Alhucemas, y fue inhumado después de haber estado depositado durante varias horas en la morgue del Hospital Civil de la ciudad. Tras el funeral, algunos participantes intentaron organizar una manifestación de protesta en las zonas más céntricas de Alhucemas, ya que el cementerio se encuentra en la entrada de la capital rifeña, y se produjeron momentos de enorme tensión entre grupos de ciudadanos generalmente jóvenes y las fuerzas policiales que se habían desplegado en la zona por orden de las autoridades locales.
Pie de foto: Un choque entre policías y manifestantes en Alhucemas.
“El majzén asesina”
Durante los forcejeos entre manifestantes y policías se oyeron consignas de naturaleza política como “El majzén ha asesinado a Imad”, “Imad ha muerto asesinado y el majzén es el responsable” y “el mártir nos ha dejado un testamento: no retrocedamos”. Desde que se supo la muerte de Imad el Attabi, las redes sociales se convirtieron en el principal canal de condena y protesta por parte de activistas rifeños y simples ciudadanos que hicieron llamamientos a organizar actos de protesta. El pasado martes por la noche, el Frente Rabat contra la Hogra (desprecio de los poderosos hacia el pueblo), el poderoso movimiento islamista tolerado pero no legalizado Al Adl Wal Ihsane (Justicia y Caridad), partidos de izquierda y grupos berberistas se concentraron en algunos puntos de la capital marroquí y desplegaron pancartas y gritaron eslóganes denunciando la muerte de El Attabi y expresando su solidaridad con la familia. Además, los numerosos detenidos del Hirak encarcelados en la prisión local de Ain Sebâa 1 de Casablanca dirigieron una carta a la opinión pública donde acusan a “las fuerzas represivas de haber causado la muerte de El Attabi”, y anuncian que observarán un duelo de tres días y una huelga de hambre de 48 horas. Por otra parte, Abdessadeq Bouchtaoui, abogado del Comité de Defensa de los Detenidos del Hirak, fue citado a declarar por la Brigada Nacional de la Policía Judicial (BNPJ) de Tetuán el pasado miércoles por unos comentarios que publicó en su página de Facebook sobre la crisis rifeña.