El Gobierno tunecino garantizará la seguridad en las elecciones generales

Por Mohamed Sahli y Rachid Elalamy
Foto: Una tunecina depositando su voto en una urna en las pasadas elecciones generales.
El primer ministro de Túnez, el tecnócrata Mehdi Jomaa, aseguró que su Gobierno garantizará la seguridad en las elecciones generales que se celebrarán el próximo 26 de octubre. “Hemos reforzado la presencia de los servicios de seguridad, en particular en las fronteras argelina y libia. Decenas de miles de militares y policías están preparados para asegurar el éxito de las elecciones”, prometió Jomaa. El jefe del Gobierno tunecino destacó que “a pesar de las graves amenazas de los yihadistas, las elecciones serán un éxito, porque hemos puesto en marcha medidas para hacer frente a todas las formas de amenazas”. Por su parte, el ministro del Interior, Lotfi Ben Jeddou, que el pasado mes de junio salió ileso de un atentado terrorista en el que murieron cuatro policías, anunció que las fuerzas de seguridad y el Ejército tunecinos están preparados para la protección de los 5.000 colegios electorales. El titular de Interior señaló que el Estado tiene controladas las medidas de seguridad hasta el último detalle; por ejemplo, si las condiciones climatológicas hacen difícil o imposible la votación en algún lugar del país. “De esfuerzo colosal”, calificó Lotfi Ben Jeddou la estrategia de seguridad del Estado. Según la información facilitada por el primer ministro, en Túnez hay unos 1.500 yihadistas dispuestos a boicotear las legislativas de este mes y a golpear a las fuerzas policiales y militares. Los grupos terroristas, que en algunos casos están vinculados a la red Al Qaeda, llevan tiempo atacando a los aparatos del Estado e intentando que no se celebren las elecciones legislativas del 26 de octubre y las presidenciales del 23 de noviembre. Ambos comicios consolidarían definitivamente el proceso de transición a la democracia, lo que en la práctica significaría el debilitamiento político y social del movimiento yihadista. Unos 3.000 yihadistas tunecinos han combatido o combaten en estos momentos en Siria, según dijo Jomaa. Varios centenares han regresado a su país de origen y han sido identificados por la Policía. Unos 500 yihadistas tendrán que declarar ante los jueces tunecinos este mes de octubre. Los yihadistas desean para Túnez una situación caótica y violenta como en Libia. Túnez y Argelia han estrechado la colaboración antiterrorista para hacer frente a este problema, sobre todo en las zonas fronterizas entre los dos países.
Mayoría de mujeres
Por otra parte, unos 13.000 candidatos de 1.320 listas se disputarán los 217 escaños de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC, Parlamento). 5,2 millones de tunecinos están llamados a las urnas. La mayoría -50,5%- del cuerpo electoral es femenino, según el ISIE (organismo encargado de la transparencia de las elecciones) y la secretaría de Estado para la Mujer y la Familia. En las legislativas de 2011, el volumen de mujeres inscritas fue de 47%. Esta evolución demuestra que las mujeres en Túnez gozan de mayor libertad y derechos que en el resto del Magreb, aunque el peso de la tradición machista y conservadora sigua siendo considerable. La Constitución aprobada el pasado mes de enero estipula que “los ciudadanos y las ciudadanas son iguales en derechos y deberes, y son iguales ante la ley sin discriminación”. El movimiento feminista en Túnez es potente y la sociedad civil está bastante bien organizada. Los sectores laicos y liberales desempeñan un papel muy activo en la sociedad y frenan la influencia del islamismo político representado por el movimiento Ennahda de Rachid Ghanouchi. La mayor modernidad social de Túnez facilita la presencia activa de las mujeres en la vida política e institucional. Tanto es así que 47% de los candidatos para los comicios del 26 de octubre son mujeres. Pero sólo 12% de esas mujeres encabezan las listas electorales, según la revista ‘Le Courrier de l’Atlas’. Este medio cree que la falta de cabezas de lista femeninas es debido a “la ausencia de una obligación sobre la paridad”. Sobre los 27 candidatos a las elecciones presidenciales de noviembre, sólo hay una mujer, Emna Mansour Karoui, que representa al Movimiento Democrático para la Reforma y la Construcción.
Ruptura socialista en Marruecos
En otro orden de cosas, este fin de semana se consumó la ruptura en el seno de la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP) de Marruecos. El primer secretario del histórico partido socialista marroquí, Driss Lachgar, consiguió agrupar a la inmensa mayoría de los diputados y senadores, según fuentes del partido, y derrocar a la corriente minoritaria liderada por Ahmed Zaidi, que tiene muchos seguidores en el seno de la organización juvenil de la USFP. “Estamos estudiando otras posibilidades y la principal es que renazca la UNFP [Unión Nacional de Fuerzas Populares, fundada por el líder de izquierda Mehdi Ben Barka, asesinado en 1965 por lo servicios secretos del rey Hasan II en París], declaró el joven diputado crítico Ali El Yazghi. La USFP, que llegó a gobernar en Marruecos y fue también la primera fuerza opositora, es en estos momentos un partido en crisis y dividido que ha perdido una parte sustancial de su apoyo electoral. También en Marruecos, el rey Mohamed VI pronunció un discurso ante el Parlamento y el Senado, el pasado 10 de octubre en Rabat, en el que pidió a sus señorías que realzaran el nivel del debate en ambas cámaras. Poco después de ese discurso, el secretario general del Partido Istiqlal (PI, nacionalista), Hamid Chabat, agredió físicamente al senador del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM, liberal y modernista) Aziz Lebbar. Chabat, que es también alcalde de Fez, aseguró en un acto del sindicato nacionalista UGTM que el verdadero culpable de la agresión fue el primer ministro y líder del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), Abdelilah Benkirane. Chabat afirmó que Benkirane incitó a Aziz Lebbar a agredirlo y que él se tuvo que defender. El senador del PAM fue excluido de las listas de su partido para las próximas elecciones generales, y la formación creada por Fouad Ali El-Himma, amigo personal y asesor del rey Mohamed VI, acusó al PJD de intentar dividir a la oposición al actual Gobierno de Benkirane.