La ausencia de entendimiento entre las tres regiones pone en peligro la estabilidad de la región

La Gran Presa del Renacimiento Etíope vuelve a tensar las relaciones entre Egipto, Etiopía y Sudán

PHOTO/Satellite image ©2020 Maxar Technologies via REUTERS - Una imagen de satélite muestra la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD) y del Río Nilo Azul en Etiopía el 12 de julio de 2020

La transformación de la naturaleza por el hombre es y ha sido siempre, desde hace miles de años, una parte integral en la creación y posterior desarrollo de algunos de los estados que conforman el continente africano. La disputa por el control de determinados recursos – como el agua, el petróleo u otras materias primas -- ha provocado algunos de los conflictos más sangrientos de los últimos años. Con este telón de fondo y pese a no haber alcanzado ningún acuerdo con Egipto o Sudán, Etiopía empezó este miércoles a llenar su polémica Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD) en el Nilo Azul. El Gobierno egipcio no tardó en reaccionar exigiendo una “aclaración urgente” sobre las informaciones de que Adís Abeba había comenzado a llenar esta presa, poniendo en peligro la estabilidad de la región.

El ministro etíope de Agua, Irrigación y Energía, Seleshi Bekele explicó a través de la red social Twitter que la presencia del agua en la presa se debía a las abundantes lluvias que han tenido lugar durante las últimas semanas y no a una operación de llenado intencionada, tal y como habían señalado previamente. “La construcción de la GERD ha alcanzado el nivel de 560 metros en comparación con los 525 metros del año pasado. El flujo de entrada al embalse debido a la fuerte lluvia y la escorrentía excedieron el flujo de salida y crearon una acumulación natural. El llenado continuará hasta que se desencadene el desbordamiento”, ha dicho el ministro a través de la red social Twitter. 

Asimismo, Seleshi Bekele ha informado de que la obra todavía tiene que llegar a una altura de los 640 metros y que esto ocurrirá “durante los próximos años”. El ministro etíope ha advertido de que las fuertes lluvias previstas para este año “podrían causar grandes inundaciones en la región”. La Ethiopian Broadcasting Corporation (EBC), la televisión estatal, informó el miércoles de que el ministro de Agua, Irrigación y Energía de ese país, Seleshi Bekele, había dicho que las operaciones de llenado de la presa habían dado comienzo en julio, tal y como había prometido el jefe de Gobierno, Abiy Ahmed. Sin embargo, este canal de televisión se ha disculpado por haber “malinterpretado” la noticia, según ha señalado el diario Egypt Today, aunque las imágenes de satélite tomadas entre el 27 de junio y el 12 de julio muestran un aumento constante en la cantidad de agua retenida por la prensa, de acuerdo con varios medios locales. 

GERD

El Gobierno de Sudán, por su parte, aseguró el miércoles que los niveles de agua en el Nilo Azul habían disminuido en 90 millones de metros cúbicos por día después de que Etiopía comenzase a llenar esta presa. En su declaración oficial, Sudán rechazó cualquier acción unilateral tomada por cualquiera de las partes al mismo tiempo que continúan los esfuerzos de negociación entre las tres partes implicadas. “El Gobierno de Sudán y el Ministerio de Riego y Recursos Hídricos seguirán estos desarrollos de una manera que asegure los intereses nacionales de Sudán”, establece el comunicado que ha sido recogido por la agencia saudí de noticias. 

“El ministerio de Riego y Recursos Hídricos reitera su firme rechazo a cualquier acción unilateral tomada por cualquier parte, especialmente tras los esfuerzos continuos de la Unión Africana y el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa para alcanzar un consenso entre los tres países sobre este asunto pendiente, que podría resolverse a través de una voluntad política sólida”, indica el comunicado. 

El ministro de Riego y Recursos Hídricos de Sudán, Yasser Abbas

Egipto, que depende casi totalmente del río Nilo para su agua dulce, teme que la presa disminuya su suministro de agua, al igual que Sudán; mientras que Etiopía espera convertirse en el mayor exportador de energía de África, una vez que la Gran Presa esté terminada. Las conversaciones a tres bandas entre Etiopía, Egipto y Sudán sobre esta presa terminaron – una vez más – sin que se alcanzara un acuerdo. La comitiva etíope consideró que esta falta de consenso estuvo provocada por “las demandas excesivas de Egipto”. El ministro de Información de Sudán siguió en esta misma línea el pasado lunes asegurando que “se necesitaba un diálogo y una solución justa”, de acuerdo con la BBC. 

“Etiopía reitera que la negociación trilateral y el compromiso para alcanzar un resultado de beneficio mutuo es la única vía para conseguir un resultado”, señaló el Gobierno etíope en un informe en el que defendían sus conclusiones. Por su parte, el ministro egipcio de Asuntos Exteriores admitió haber mostrado “flexibilidad y entendimiento” en lo que respecta a la presa. “Estábamos esperando un cambio en algunas de las posturas de Etiopía, pero se mantuvieron igual y no logramos consenso. No deseamos volver otra vez al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero si algo amenaza a la paz regional e internacional, la responsabilidad recae en el Consejo de Seguridad, para llevar a cabo acciones para prevenirlo”, recalcó, en declaraciones recogidas por el digital Egypt Today. 

El ministro de Recursos Hídricos e Irrigación de Egipto, Mohamed Abdel Aty

La disputa tripartita entre Etiopía, Egipto y Sudán sobre el reparto de las aguas del Nilo sigue estancada, tal y como han demostrado las últimas conversaciones. El intercambio de amenazas ha sido una constante desde entonces. El ministro de Asuntos Exteriores de Egipto, Sameh Shoukry, advirtió al inicio de esta ronda de negociaciones de que llenar y operar la presa sin un acuerdo “aumentaría las tensiones y podría provocar crisis y conflictos que desestabilizarían aún más una región ya problemática”. Y no solo eso, sino que este enfrentamiento entre Egipto y Etiopía, ambos estados aliados de Estados Unidos, podría poner en peligro la vida de miles de civiles.

El conflicto que enfrenta a estas tres naciones comenzó en mayo de 2011 cuando Etiopía comenzó a construir esta prensa. En 2015, los tres países lograron llegar a un consenso y firmar la Declaración de Principios, por la cual las naciones alrededor de esta presa no deberían verse afectadas por la construcción de esta. A pesar de los avances y de la aparente estabilidad, en octubre de 2019, Egipto culpó a Adís Abeba por supuestamente obstaculizar el acuerdo final y solicitó la activación del artículo 10 de esta declaración que establece que si los tres países no pueden encontrar una solución a determinadas disputas deben recurrir a la mediación. 
 

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