Hacer oposición en Nicaragua es imposible

En el contexto de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, la evaluación de la política europea hacia Latinoamérica y la situación actual de la oposición nicaragüense han sido puestos sobre la mesa por la FNF en Madrid (Fundación Friedrich Naumann para la Libertad, de la mano de David Henneberger, Head of FNF Madrid Office), que ha organizado un encuentro entre este preso político y la prensa internacional. Félix Maradiaga ha anunciado que “jamás aceptará como salida el disparo contra mi hermano nicaragüense”.
Igualmente, ha aludido a la marcha hacia la concertación de todas las fuerzas opositoras al régimen de Ortega como una sumatoria de liderazgos individuales que acepta el proceso, esto es, un espacio que concierta acciones conjuntas, respetando la identidad individual de cada formación y que nace dentro de una Nicaragua clandestina. Lo más importante es que son el contrapoder frente a Daniel Ortega, y ansían el reconocimiento de la comunidad internacional y de los propios nicaragüenses.

¿Quién es el líder o los fundadores de la plataforma Monteverde? ¿Están dispuestos a escuchar todas las propuestas de posiciones diferentes?
El vocero oficial soy yo. Teniendo en cuenta que la iniciativa del Grupo Monteverde y los expresos liberados por el régimen emergen de la clandestinidad en Costa Rica, hemos llegado a un acuerdo: el inicio de un proceso que reconoce espacios, sin ejercer el monopolio.
Las agrupaciones tienen pocas cosas en común y los extremismos han hecho daño porque cierran las puertas a la pluralidad. Los valores que materializan la unión son la moderación, lo razonable, los valores liberales…, a mí me ataca la ultraderecha y los sandinistas. Así que mal, no lo debo de hacer. Si América Latina no toma una posición firme contra Ortega, la comunidad internacional, menos. La oposición ya estaba desde antes dividida. Podíamos replicar todos contra Ortega. No hay una oposición unida en sí misma. Las formaciones que existen son: Unión Nicaragüense Autoconvocada, Partido Ciudadanos de la Libertad, Movimiento Campesino, Alianza Cívica (con dos facciones), Partido Humanista Social Cristiano y la Izquierda Socialdemócrata.
¿Cuáles son los acuerdos alcanzados entre las diferentes facciones que lo conforman?
El primer pilar es ejercer la mayor presión internacional que podamos. Que Europa suspenda los canales de financiación y el Parlamento Europeo (PE) someta a sanciones a Ortega. Nos preocupa y ocupa la escasa consecuencia y la poca presión de la comunidad internacional ante las acciones de Ortega. Estamos hablando de una dictadura sultánica. Nuestro plan de acción se basa en la incidencia internacional, mover correlación de poder, esto es, que Ortega tenga menos espacio internacional para poder aislarle.

¿Podría definirme en qué situación actual se encuentra la oposición al régimen de Daniel Ortega?
Cuando me preguntan sobre la existencia de una oposición fragmentada, afirmo que la oposición no es perfecta sin elevar al máximo ser héroe o mártir. Hay que comprender las condiciones de vida extrema en Nicaragua. Sobre nuestro proceso de organización a través de Monteverde, hoy no podemos hablar de posiciones políticas monolíticas.
No acepto que la salida sea el disparo contra mi hermano nicaragüense. No paso por la guerra civil. No aceptamos una salida armada.

¿Qué línea de actuación van a llevar a cabo frente al régimen de Ortega?
Lo más inmediato que hemos decidido ha sido sobre las acciones en torno a los DDHH y a la comunidad internacional. Esto es: cortar los canales de financiación para aislar el régimen (me refiero a empresas europeas y americanas, órganos multilaterales y fondos de inversión). Ortega accede a ayudas de los fondos de emergencia financiera para el gasto público y lo que hace es potenciar los órganos de represión. Requeriremos una auditoría y el control exhaustivo de esos fondos.
¿Podría explicarme por qué se ha cerrado la Cruz Roja y por qué se están tomando medidas contra la Iglesia Católica?
Ortega es una bomba del tiempo de la comunidad católica. Hablamos de los primeros evangélicos perseguidos. La situación actual de la oposición nicaragüense pasa por la radicalización de la dictadura. Las organizaciones declaradas ilegales de la sociedad civil ascienden a 3.400 que ya están clausuradas. Igualmente sucede con un total de 20 universidades privadas y otros centros de pensamiento. En la primera oleada, hubo cierre de espacios de centros cívicos, organizaciones de DDHH sin acción política alguna y, en esta tercera oleada, un total de 77 religiosos han sido expulsados del país. La licencia de operar a la Cruz Roja se le ha suprimido. La Cruz Blanca es la nueva dueña.
La Iglesia Católica no emite carta pastoral alguna de manera oficial para pronunciarse contra las acciones de Ortega. Privadamente, te dicen que los religiosos han de sobrevivir en Nicaragua, si bien, cada vez que un sacerdote hace un pronunciamiento termina preso. El mundo guarda silencio y ello nos dificulta nuestros avances. El padre Jaime Montesinos Saudeda, en el departamento de Boaco, ofició una misa y ya está preso, desde el día 23 mayo de este año. Se aceptan actuaciones de Ortega inimaginables. Un presidente de izquierdas en Honduras fue expulsado por los militares y el mundo se volcó. Hay que cortar la cooperación ya; hay enorme romanticismo en Europa de lo que fue la revolución sandinista.

Hay fantasmas que acechan a la muerte inminente de Daniel Ortega. ¿Qué apoyo tendría esta nueva plataforma entre las filas sandinistas, en un posible escenario marcado por la posible muerte, como digo, de Daniel Ortega?
Lo cierto es que lleva una vida hermética y ya ha posicionado a su mujer como la cabeza del aparato político familiar, sin obviar a sus hijos, que adquieren rango de ministros. A veces, pienso que es mejor no interrumpirle para que sus acciones aboquen a un contraataque de parte de la comunidad internacional (que nunca lo hay), y que sea víctima de sus propios errores. Ortega ha hecho más vulnerable su posición al alinearse con Putin y no creo que China se tome en serio a Nicaragua, China quiere una simple relación. Solo le interesa un dominio: la relación político-militar con los Estados antiamericanos.
¿Qué actuaciones pudiera llevar a cabo la comunidad internacional para apoyarles? ¿Podría retomarse la campaña de ataques mediáticos contra España y la UE? Le hablo de las sanciones del Parlamento Europeo (PE) contra Nicaragua, el reconocimiento de la Unión Europea (UE) de este colectivo opositor o la concesión del premio Sajarov al obispo Monseñor Ronaldo Álvarez por ser un símbolo a la libertad de conciencia.
España está en una situación compleja. Entramos en una nueva etapa en la que se trata de generar un acercamiento de “poli bueno”, y no puede ser que se le estén dando flexibilidades a Daniel Ortega, quien genera toda una campaña de ataques contra España. Expulsa a la embajadora española o expropia bienes de ciudadanos europeos.
No esperamos, por supuesto, que la solución venga de Europa o de Estados Unidos. Nos queda mucho camino por recorrer. Lo que nos dificulta el trabajo es cuando Ortega hace estos ataques contra España, el Vaticano y la UE y no hay consecuencias. Curiosamente, le da energía para que tome medidas cada vez más radicales.
Carmen Chamorro, directiva del CIP/ACPE y diplomada en Relaciones Internacionales por la SEI