El Acuerdo Político auspiciado por la ONU en 2015 para crear un Gobierno de Unidad Nacional se convierte en papel mojado

Haftar, al mando de Libia: escenarios, reacciones y consecuencias

photo_camera PHOTO/ EJÉRCITO NACIONAL LIBIO/REUTERS TV vía REUTERS - El mariscal libio Jalifa Haftar

El mariscal de campo Jalifa Haftar, líder del Ejecutivo no reconocido en el este de Libia, ha anunciado este lunes que el Ejército de Liberación Nacional Libio (LNA, por sus siglas en inglés) ha aceptado “la voluntad popular del pueblo” para asumir el control político del país. A través de un discurso televisado, Haftar anunció que el acuerdo histórico auspiciado por la ONU en la ciudad marroquí de Skhirat -a través del cual se impuso la formación del actual Gobierno de Acuerdo Nacional en Trípoli (GNA, por sus siglas en inglés) - era “cosa del pasado”.  Las fuerzas de Haftar -que ya tenían el control de las regiones orientales del país- lanzaron una ofensiva en abril de 2019 para hacerse con el control de la capital, feudo del primer ministro Fayez Sarraj. 

La nación norteafricana está dividida desde 2014 entre las zonas controladas por el internacionalmente reconocido GNA y el territorio controlado por las autoridades del este, comandadas por el LNA. Desde entonces los combates entre las dos facciones se han ido intensificando, al mismo tiempo que ha ido aumentando la injerencia extranjera en el conflicto, convirtiendo a esta guerra en una contienda de intereses ajenos. Haftar cuenta con el apoyo de Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Rusia, mientras que Sarraj está respaldado por Turquía y Qatar. 

Durante su discurso, el mariscal del LNA no explica cómo será la nueva estructura de poder, aunque sí insiste en que esta decisión se ha tomado con el fin de que los ciudadanos libios vivan “libres” en su propio país. “Las Fuerzas Armadas no podrían haber logrado estas victorias sin la confianza del pueblo libio, debido a los sacrificios de sus oficiales y soldados con sus vidas y su sangre, para garantizar la seguridad del país y para que los libios vivan libres en su propio suelo”, subraya Haftar en un discurso televisado que ha sido recogido por el diario Al Marsad. 

“Hemos seguido su respuesta a nuestro llamamiento para anunciar la caída del Acuerdo Político, que ha destruido el país y lo ha llevado al abismo, y para autorizar a aquellos que usted considere elegibles para dirigir esta etapa”, continúa el mariscal en su intervención. Posteriormente, el líder del LNA agradece al pueblo libio el que le hayan autorizado a “emprender esta misión histórica en las actuales circunstancias excepcionales”. El discurso continua con el anuncio de que el Ejército de Liberación Nacional acepta “la voluntad del pueblo” para hacerse con el control del país, a pesar de la “carga de esa confianza, la multiplicad de obligaciones y la magnitud de las responsabilidades ante Dios, nuestro pueblo, y la conciencia y la historia”.

El objetivo de este nuevo Ejecutivo sería “servir a los ciudadanos, proteger sus derechos, hacer realidad sus esperanzas y aspiraciones y aprovechar todos los recursos para las exigencias del bien público”, ha asegurado. “Trabajaremos para crear las condiciones para construir instituciones duraderas del estado civil de acuerdo con la voluntad y las ambiciones del pueblo libio, mientras completamos la marcha de la liberación hasta que se logre el pleno éxito, ¡si Dios quiere!”, concluye el discurso, que ha tenido lugar apenas una semana después de que Haftar ya dijera que el acuerdo auspiciado por la ONU “había fracasado”. 

Miembros del Ejército Nacional Libio (LNA), comandados por el mariscal Jalifa Haftar
Libia, un país dividido 

Desde la muerte de Muamar Gadafi en 2011, Libia ha sido un país donde el caos y la inestabilidad se han hecho con el poder. En diciembre de 2015, la esperanza volvió a esta nación después de que los dos gobiernos rivales enfrentados de Tobruk y de Trípoli firmaran en Skhirat (Marruecos) un acuerdo por el que establecía el Gobierno de Unidad Nacional, con un Consejo Presidencial de nueve miembros, un Parlamento y un Consejo de Estado. 

En un comunicado conjunto realizado por los embajadores y enviados especiales alemán, británico, español, estadounidense, francés e italiano, así como el jefe de la delegación de la Unión Europea en Libia, la comunidad internacional mostró “su firme apoyo al acuerdo político negociado bajo los auspicios de Naciones Unidas en Skhirat, como la única manera de alcanzar una solución de la crisis política, de seguridad e institucional en Libia”.  

Al mismo tiempo mostraron su preocupación “por el sufrimiento del pueblo libio debido a la grave situación humanitaria, al deterioro de la economía y a la creciente amenaza terrorista de Daesh y de otros extremistas” e insistieron en la “necesidad de un gobierno unificado para hacer frente a esta situación”. Sin embargo, tanto las autoridades del GNA como las situadas en el este del país siguieron persiguiendo sus ambiciones, relegando a un segundo plano a los miles de civiles que han muerto en este sangriento conflicto y a los otros tantos que han sido obligados a huir forzosamente de su país. 

El que fuera representante especial del secretario general de Naciones Unidas para Libia y jefe de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) Bernardino León (3ºL) con los miembros de la Cámara de Representantes de Libia
La respuesta del GNA y la comunidad internacional 

Con el anuncio de Haftar de hacerse con el control político de la nación norteafricana ha desaparecido la esperanza de crear un Gobierno en el que estén representadas todas las partes del país, ya que el Acuerdo Político firmado en Skhirat se ha convertido en papel mojado.  El GNA no ha tardado en responder a este discurso publicando un comunicado oficial en el que aseguran que “la obsesión por el poder ha alcanzado su límite”.  El anuncio de Haftar de hacerse con el poder en el país “va en contra del acuerdo político” firmado en Marruecos y “no nos ha sorprendido”. En esta misma nota, el Ejecutivo de Sarraj hace un llamamiento a todos los miembros de la Cámara de Representantes para comenzar “un diálogo integral y continuar el camino democrático que conduzca a una solución integral y duradera a través de las urnas”.

La Embajada de Estados Unidos en Libia también ha reaccionado a este anuncio subrayando que el gigante norteamericano acoge con “satisfacción cualquier oportunidad de entablar un diálogo serio con el comandante Haftar del LNA y todas las partes sobre cómo puede avanzar el país”, aunque “lamenta” la propuesta unilateral de Haftar de “alterar la estructura política de Libia”.

Aun así, han instado al LNA a sumarse al GNA “para declarar una cesación humanitaria inmediata de las hostilidades que conduzca a un alto el fuego duradero, tal como se formuló en las conversaciones 5+5 bajo la facilitación de la UNSMIL el 23 de febrero en Ginebra”, dada la situación que están viviendo los civiles durante el mes sagrado del Ramadán que este año, además, ha coincidido con una crisis sanitaria sin precedentes. 

Fayez Sarraj, primer ministro del GNA, durante una conferencia de prensa en la capital, Trípoli, el 13 de abril de 2020

Por su parte, la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (también conocida por las siglas UNSMIL, del inglés United Nations Support Mission in Libya) utilizó la red social Twitter para explicar que “como parte de sus continuos esfuerzos por poner fin a los combates en curso y buscar una solución política a la crisis de Libia mediante el acercamiento a todos los interlocutores libios, la representante especial del Secretario General, Stephanie Williams, debatió este lunes los últimos acontecimientos en Libia con el presidente de la Cámara de Representantes, Aguila Saleh”.

“El debate también se refirió a la reciente iniciativa de Saleh, que Williams consideró una señal positiva. Acogió con beneplácito todas las iniciativas inclusivas que tienen por objeto poner fin a la lucha y la división y pedir el retorno al diálogo político en el marco de los resultados de la Conferencia de Berlín. La representante especial del secretario general también subrayó la importancia de escuchar los llamamientos de los libios a una tregua humanitaria durante el mes sagrado del Ramadán y a la reanudación del proceso político lo antes posible para poner fin a la guerra en curso por el bien de todos los libios”, indicaron a través de esta red social varias horas antes de que Haftar hiciese su anuncio. 

La representante especial adjunta del secretario general de las Naciones Unidas para Asuntos Políticos en Libia, Stephanie Williams

Por el momento, la ONU no ha reaccionado a las declaraciones del líder del LNA. Sin embargo, quien sí lo ha hecho ha sido Rusia. “Esto es sorprendente. Hay decisiones de la cumbre de Berlín, y, lo más importante, la Resolución 2510 del Consejo de Seguridad de la ONU, que debe ser implementada en primer lugar por los propios libios, con el apoyo de la comunidad internacional y el secretario general de la ONU”, ha señalado un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia y ha recogido la agencia de noticias rusa Sputnik. “Estamos a favor de la continuación del diálogo inclusivo intra-libio como parte del proceso político, no hay solución militar al conflicto”, ha añadido el portavoz, tras explicar que Moscú mantiene contactos con todas las partes del conflicto libio, incluyendo a Haftar, a quien ha respaldado tradicionalmente en la contienda. 

Combatientes del Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA) reconocido por las Naciones Unidas hacen un gesto de celebración en la ciudad costera de Sabratha, el 13 de abril de 2020
¿El futuro de Libia? 

Los combates y los enfrentamientos para hacerse con el control de Trípoli han sido una constante durante las últimas semanas. Tras este anuncio, el GNA ha llevado a cabo un ataque aéreo a la base de Al-Watiya, que está controlada por las milicias leales a Haftar, según han informado varios medios locales.

El portavoz militar del Gobierno de Sarraj, Mohammed Kanunu, emitió una declaración en la que explica que se realizaron cinco ataques aéreos contra las milicias pro Haftar y los vehículos militares que se encontraban en la base, considerada una de las más importantes del país, después del aeropuerto de Mitiga. Este ataque se ha producido varias horas después de que el LNA atacase el aeropuerto de Maitika (Mitiga), al norte del territorio libio y localizado cerca de Trípoli. Esta base aérea alberga a parte de las Fuerzas Armadas de Turquía que están presentes en Libia para respaldar al GNA.

Así, cabe destacar que el acuerdo auspiciado por la ONU no ha logrado devolver la estabilidad a Libia. Este anuncio se ha producido varios meses después de que el enviado especial de la ONU, Ghassan Salame, dimitiese poniendo de manifiesto la incapacidad de las potencias extranjeras para encontrar una solución pacífica a este conflicto. Desde entonces, ambas partes han ignorado los llamamientos de la ONU y de la Unión Europea para alcanzar un alto el fuego que permita a la comunidad internacional reducir el impacto de una pandemia como la del coronavirus. 

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