Hamid Chabat hunde al Istiqlal marroquí en una profunda crisis

Paco Soto

Pie de foto: Hamid Chabat, secretario general del Partido Istiqlal.

Las declaraciones contrarias a la integridad nacional de Mauritania que pronunció hace una semana en un mitin el secretario general del nacionalista Partido Istiqlal (PI) de Marruecos, Hamid Chabat, le están pasando factura al dirigente político, que es también líder sindical y fue alcalde de Fes. Chabat se atrevió a declarar que Mauritania, país independiente desde 1960, hace parte del Reino de Marruecos, una vieja tesis del PI que, en los últimos años, sus sucesivos líderes han preferido no airear demasiado. El propio Rey de Marruecos, Mohamed VI, tuvo que telefonear al presidente de Mauritania, Mohamed Ould Abdelaziz, y disculparse por las declaraciones de Chabat. Palacio fue muy duro con Chabat en un comunicado oficial.

El Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí también condenó sin paliativos la tesis del jefe del PI. El Istiqlal aseguró que las palabras de su secretario general fueron sacadas de contexto por los medios, y Chabat pidió disculpas a los mauritanos por su metedura de pata. La Ejecutiva del PI se reunió esta semana para abordar la polémica que ha estado a punto de provocar un conflicto diplomático entre Rabat y Nuakchot, y Chabat convocó el Consejo Nacional del partido en sesión extraordinaria este sábado, en Rabat. El secretario general de la formación nacionalista hizo lo posible por quitarle hierro al asunto y dejó claro que en el PI manda él y solo él.

Nuevo gobierno

En este sentido, según fuentes del PI, el Consejo Nacional analizará la crisis con Mauritania, pero también la formación de un nuevo gobierno, que el primer ministro en funciones, el islamista Abdelilah Benkirane, lleva semanas negociando con otras fuerzas políticas tras haber ganado las elecciones generales. La formación centrista Agrupación Nacional Independiente (RNI) de Aziz Akhannouch se opone radicalmente a que el Istiqlal entre a formar parte del nuevo ejecutivo de coalición. La opción de Akhannouch es un gobierno formado por el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), el RNI, los conservadores berberistas del Movimiento Popular (MP) y la Unión Constitucional (UC).

Pie de foto: Hamid Chabat con varios miembros de la Ejecutiva del partido.

Por su parte, Benkirane se opone a la petición del RNI y defiende la participación del nacionalista PI y del poscomunista Partido del Progreso y el Socialismo (PPS) en el futuro gobierno. La crisis interna en el PI es una realidad que ningún dirigente de este partido puede negar o minimizar. Tanto es así que en la reunión de la Ejecutiva, el partido anunció sanciones contra tres miembros de dicho órgano dirigente que se atrevieron a criticar públicamente a Hamid Chabat.

Dirigentes sancionados

Según diversas fuentes, los tres dirigentes que serán sancionados son Ahmed Taoufiq Hejira, presidente del Consejo Nacional del PI; Yasmina Baddou y Karim Ghellab. Este último dirigente calificó en el diario ‘Al Ahdath’ de “provocadoras” las declaraciones de Chabat sobre Mauritania. Por su parte, Baddou, exministra de Sanidad, consideró que Chabat fue “irresponsable” y se mostró convencida de que su tesis sobre Mauritania podría tener “repercusiones peligrosas sobre la integridad territorial de Marruecos”. Se da la circunstancia de que Ahmed Taoufiq Hejira no fue informado de la celebración del Consejo Nacional del partido, a pesar de ser su presidente.

Por su parte, el que fue secretario general del PI de 1974 a 1998 y antiguo jefe de la diplomacia marroquí, Mhamed Boucetta, pidió a través de un vídeo a Chabat que abandone la dirección de la formación nacionalista, porque no está capacitado para dirigirla. En la misma línea crítica, Mohamed Mae El Ainine, exmiembro de la Ejecutiva del PI y antiguo embajador, también utilizó un vídeo para cuestionar a Chabat al frente del partido, y consideró que las declaraciones del secretario general sobre Mauritania reducen las posibilidades del Istiqlal de integrar el nuevo gobierno. Mientras, Chabat intenta poner orden en el partido y evitar que la crisis interna vaya a peor. Eso sí, evitará por todos los medios que algún dirigente crítico le haga sombra.

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