Israel y la guerra psicológica en el sur del Líbano
Residentes de pueblos en el sur del Líbano han denunciado las políticas de terror que está aplicando Israel contra ellos. Mohamed, quien vive en Bint Jbeil, explicó que lo que buscan es meter miedo en la gente a través de ataques y amenazas.
El antiguo alcalde de Mays al-Jabal, Abdel Moneim Shuqair, advirtió al medio Asharq al-Awsat: “Esto es más que una campaña militar. Es una guerra psicológica”.
Israel rastrea hogares en la zona del sur del Líbano para echar a sus residentes. Ese es el caso de Mona Awadah en Kfar Kila, quien tuvo que huir de su hogar por ser blanco de ataques dos veces. “Pusimos una casa prefabricada en nuestro campo de cultivo y aun así fue atacada. Es como si dijesen: no estáis a salvo en ningún lugar, ni siquiera en vuestra tierra”, detalló la residente.
Los sonidos de bombas, los drones de guerra en los cielos del Líbano, el rastreo israelí, los ataques aéreos o la obligación de dormir en edificios públicos como los colegios es una carga psicológica monumental para los residentes de las zonas del sur.
El miedo ha obligado a que los conductores no toquen autopistas como la que conecta Maroun al-Ras con Bint Jbeil porque “están totalmente expuestas a la vigilancia israelí” según Shuqair.
Los residentes como Mohamed están de acuerdo en que Israel busca que la voluntad de los libaneses del sur se debilite hasta el punto en que no quieran volver a sus hogares. Están preocupados ante la opción de que la falta de reconstrucción de infraestructuras por culpa de las ofensivas israelíes provoque que el pueblo se olvide de cómo era el territorio.
“El mayor peligro es que la gente está acostumbrándose a la nada. Eso es lo que la ocupación quiere, que nos olvidemos de nuestra tierra”, explicó Mohamed.
La zona del sur del Líbano no es la única que está en peligro. El día de la Fiesta del Cordero de 2025, tras medio año de alto el fuego, Israel lanzó su tercera oleada de bombardeos contra el sur de Beirut.
Según RTVE, la justificación que dio Israel fue que la decena de bombardeos a lo largo del Dahye iba hacia plantas de fabricación de drones de Hezbolá, alegando que “la unidad aérea de Hezbolá continúa participando en actividades terroristas y ampliando sus capacidades”.
Es decir, aunque haya un alto el fuego entre el Líbano e Israel, el Ejército israelí aún ataca y ordena evacuaciones con el pretexto de frenar los avances de la organización terrorista Hezbolá. Mientras que los daños colaterales afectan a los civiles y el sur del país es un punto de presión hacia el abandono de las tierras.
Guerra entre el Líbano e Israel en la actualidad
No es el primer conflicto armado entre el Líbano e Israel, y tiene pinta de que tampoco será el último. Desde el año 2006 no había estallado otra guerra hasta octubre de 2023.
La organización terrorista Hezbolá ha luchado contra el Ejército israelí y tanto Tel Aviv como zonas del sur del Líbano y Beirut se han visto afectadas por los bombardeos y las ofensivas aéreas.
En septiembre de 2024 el conflicto escaló tras una ofensiva de Hezbolá de tal modo que Israel ocupó territorios del Líbano llegando hasta orillas del río Litani.
Desde el 27 de noviembre de 2024, el conflicto armado se ha frenado por un acuerdo de alto el fuego. En consecuencia, las tropas israelíes evacuaron las zonas ocupadas menos cinco enclaves: Dawawir, Hammaes, Jabal al-Deir, Jabal Blat y Labbouneh.
Actualmente, el alto el fuego es frágil por los constantes ataques de Israel a las zonas del sur del Líbano y su negativa al abandono de las cinco colinas pertenecientes al Líbano. Hezbolá lo ha calificado como una nueva ocupación israelí.
