Israel lanza un “ataque preventivo” contra el programa nuclear de Irán
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ejecutaron en las últimas horas una ofensiva sin precedentes contra el programa nuclear de la República Islámica Irán, culminando años de inteligencia y operaciones encubiertas. La operación, bautizada como “León Ascendente”, tuvo como objetivo desmantelar las capacidades nucleares y militares del régimen iraní, responsable de financiar y coordinar ataques terroristas contra Israel y sus ciudadanos desde hace décadas.
La ofensiva, lanzada de forma preventiva siguiendo instrucciones de la cúpula política israelí, movilizó más de 200 aviones de combate que atacaron más de un centenar de objetivos estratégicos en todo Irán, incluidas instalaciones nucleares clave y posiciones militares de alto rango.
Entre los impactos más significativos destacan la eliminación de los tres principales mandos militares del régimen: Mohammad Hossein Bagheri, jefe del Estado Mayor iraní; Hossein Salami, comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC); y Gholam-Ali Rashid, comandante de Khatam al-Anbiya (Comando de Emergencia). Además, Israel confirmó la eliminación de más de diez científicos nucleares iraníes, considerados piezas clave en el desarrollo de una bomba nuclear.
Además, se estima que al menos 13 cazas iraníes fueron derribados durante combates aéreos en el espacio iraní.
Según detallaron medios israelíes basándose en fuentes de seguridad, la operación fue posible gracias a años de recopilación de inteligencia precisa y la infiltración de armamento y tecnología avanzada dentro de territorio iraní. El Mossad llevó a cabo tres campañas operativas encubiertas para neutralizar sistemas de defensa aérea, destruir plataformas lanzamisiles y desplegar drones explosivos cerca de Teherán, que fueron activados en sincronía con los bombardeos aéreos.
El golpe más simbólico fue el ataque a la planta nuclear de Natanz, epicentro del programa atómico iraní, que sufrió daños significativos, confirmados por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), aunque sin aumento de radiación detectado hasta ahora.
Israel justifica la operación alegando que Irán se encontraba peligrosamente cerca de alcanzar un punto de no retorno en la producción de uranio enriquecido apto para armas y el ensamblaje de componentes nucleares, pese a años de esfuerzos diplomáticos internacionales para detener su programa atómico. “No podíamos esperar más. La historia nos enseña que quien quiere destruirnos no debe ser ignorado. Luchamos por nuestra existencia y nuestra libertad”, declaró el jefe del Estado Mayor israelí.
Israel logra interceptar la mayoría de drones iraníes
En respuesta, Teherán desató una ola de represalias, lanzando más de 800 drones y misiles contra territorio israelí. La Fuerza Aérea Israelí, junto con sistemas de defensa como la Cúpula de Hierro y el apoyo de aliados de la OTAN —incluida Jordania, donde se activaron las alarmas antiaéreas— consiguió interceptar con éxito la mayoría de estos artefactos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó la operación como “muy exitosa” y reafirmó que Israel no permitirá que un régimen que busca su destrucción posea armas de destrucción masiva. “Hemos alcanzado logros estratégicos. Sabemos que no hay guerras sin costo, pero garantizaremos un futuro más seguro para nuestra nación”, indicó.
Mientras tanto, el nuevo comandante interino de la Guardia Revolucionaria, Ahmad Vahidi, asume las riendas de la respuesta iraní en un contexto de creciente hostilidad que amenaza con arrastrar a la región a una escalada de consecuencias imprevisibles.
En medio de esta situación, las autoridades israelíes instan a su población a seguir atentamente las instrucciones y a mantener la calma, pues la situación permanece volátil y no se descartan nuevas ofensivas o represalias.
