Stoltenberg admite que mayor esfuerzo de la UE en defensa beneficia a la OTAN

El jefe de la OTAN dice estar "preocupado" por el comportamiento de Turquía

AFP/JOHANNA GERON - El secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg

El secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, dijo el lunes que estaba "preocupado" por el comportamiento de Turquía y las violaciones de los derechos democráticos en el país, una semana antes de una reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la alianza.

"Me preocupan mucho las diferencias de opinión (entre los aliados) en el Mediterráneo oriental, la decisión de Turquía de comprar el sistema ruso de defensa antimisiles S400 y las violaciones de los derechos democráticos en Turquía", dijo en una videoconferencia con miembros de la subcomisión de Seguridad y Defensa del Parlamento Europeo.

"La OTAN tiene 30 aliados diferentes, con diferentes geografías, diferentes coaliciones de Gobierno", observó. "La OTAN es una plataforma de debate y su función es reducir las tensiones. Pero eso no significa que no haya razones para no estar preocupados", insistió.

Hasta ahora, Stoltenberg había restado importancia a los problemas planteados por el comportamiento de Ankara.

"Turquía es un importante aliado que desempeña un papel clave en la lucha contra el Daesh, que ha sufrido un importante número de atentados terroristas y acoge a varios millones de refugiados", había dicho en su relato de la reunión de ministros de Defensa de la OTAN del 17 de febrero.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, reconoció que las acciones en el campo de la defensa que la Unión Europea está realizando los últimos años son beneficiosas para la seguridad transatlántica.

"Una Unión Europea que gasta más en defensa, invierte en nuevas capacidades y reduce la fragmentación de la industria europea de la defensa no es solo buena para la seguridad europea, también es buena para la seguridad transatlántica", declaró el político noruego durante un debate conjunto de la comisión de Asuntos Exteriores de la Eurocámara y la subcomisión sobre Seguridad y Defensa.

El Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin AFP/SAUL LOEB

Así, insistió en dar la bienvenida a los esfuerzos de la UE en la defensa, "incluida la participación más completa posible de los aliados no pertenecientes a la UE en la PESCO y el Fondo Europeo de Defensa, para nuestro beneficio mutuo".

Durante la anterior presidencia de Donald Trump en Estados Unidos, marcada por el aislacionismo y el unilateralismo, el club comunitario impulsó su labor en el área de la defensa y puso en marcha iniciativas como la cooperación permanente estructurada en defensa (PESCO), con la que los Estados miembros que lo desean (España y otros 24 países) colaboran en proyectos militares comunitarios.

Los países de fuera de la Unión Europea que deseen participar en los proyectos militares impulsados por Estados comunitarios que quieran colaborar más en defensa deberán cumplir condiciones como compartir valores con la UE, aportar un valor añadido y tener un acuerdo para compartir datos clasificados.

Pese a aplaudir las iniciativas de los Veintisiete, Stoltenberg recordó que los países de la UE solo aportan el 20 % del gasto en defensa de la OTAN.

"Así que es obvio que el fuerte vínculo transatlántico en la OTAN sigue siendo la piedra angular de la seguridad de Europa, ahora y en el futuro", constató.

Además, consideró que la Unión y la Alianza "pueden y deben intensificar la cooperación en áreas clave", entre las que incluyó la movilidad militar, el desarrollo de nuevas tecnologías, la resiliencia, la lucha contra el cambio climático o proteger el orden internacional basado en normas.

"Tenemos mucho en común. Y en un mundo más competitivo podemos lograr más juntos que solos", aseveró el secretario general, quien, en cualquier caso, destacó la colaboración entre la UE y la Alianza en áreas como la movilidad militar, la migración irregular en el Egeo, la ciberdefensa y en países como Bosnia-Herzegovina, Túnez, Irak o Afganistán.

Pese a la pandemia, afirmó que la OTAN sigue centrada en que la crisis sanitaria no se convierta en una crisis de seguridad y recalcó que con el coronavirus las amenazas para la Alianza "no han desaparecido".

El presidente turco Tayyip Erdogan PHOTO/REUTERS

En ese sentido, subrayó que las tendencias y tensiones ya existentes "se han acelerado", como la conducta "desestabilizadora" de Rusia, el terrorismo, los ciberataques, las tecnologías disruptivas, el auge de China o el cambio climático.

"Ningún país o continente puede afrontar esos desafíos solo. Ni Europa sola, ni América sola, sino Europa y Norteamérica juntas", señaló, para después referirse a la oportunidad de abrir "un nuevo capítulo" en las relaciones transatlánticas y alabar el compromiso del presidente estadounidense, Joe Biden, con el fortalecimiento de la OTAN.

Por otro lado, elogió la prolongación del tratado Nuevo START, que limita el número de armas nucleares estratégicas, pero dijo que esa extensión debe ser "el inicio de unos esfuerzos renovados para abordar el control de armas" que incluyan a China.

Igualmente, admitió que no ve una "amenaza inminente" de ataque militar por parte de Rusia o China contra países de la Alianza, si bien consideró que una de las razones de ello es el principio de defensa colectiva de la OTAN según el cual si un aliado es atacado, todos sus socios deben responder.

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