La normalización entre Marruecos e Israel fue alcanzada con la firma de ambos en diciembre de 2020, bajo la mediación de Estados Unidos y donde el primero se comprometía al reconocimiento del segundo. De esta forma, el Estado Judío alcanzaba el reconocimiento de un nuevo país árabe-musulmán sumando a la lista de Egipto, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Sudán. Los procesos de normalización y posterior pacificación son la eclosión de un proceso de cambio de mentalidad, pero que debe ser reconfirmado día tras día para que estos acuerdos no queden en las clases gobernantes y sufran una suerte de efecto derrame hacia los ciudadanos de a pie.
Un ejemplo de las buenas relaciones entre ambos países fue una declaración del presidente de Israel, Isaac Herzog, en la que felicitó a la selección de fútbol de Marruecos por su actuación ante la nación de Qatar. Los marroquíes alcanzaron las semifinales de la Copa del Mundo por primera vez en su historia. Así, Herzog fomentó el apoyo a la fiesta de la selección africana en Tel Aviv. Los días de Hanukkah, que iluminan los Emiratos Árabes Unidos, preparan el escenario para la integración árabe-israelí. Las relaciones entre Marruecos e Israel constituyen una larga e histórica carrera, aunque no carente de obstáculos, como la expulsión de los judíos de los países árabes desde el siglo XIX hasta el día de hoy.

El nuevo ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, abordó este lunes el futuro de los Acuerdos de Abraham y “la amenaza iraní” con el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, en la primera comunicación entre ambos desde la formación del nuevo Gobierno de Israel el pasado jueves. "El ministro de Relaciones Exteriores y el secretario de Estado discutieron los esfuerzos conjuntos para expandir los Acuerdos de Abraham", dijo un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, refiriéndose a los acuerdos negociados por Washington que llevaron a la normalización de las relaciones diplomáticas entre el Estado judío de Israel, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Marruecos.
Los dos Estados tienen como objetivo "ampliar el círculo de países que han normalizado los acuerdos con Israel", y el nuevo primer ministro Benjamín Netanyahu anunció su intención de hacer de Arabia Saudita el próximo país en unirse. Desde la decisión de Argelia de cortar los lazos con su el reino alauí, Marruecos ha pedido repetidamente a su vecino oriental que se una a él para las conversaciones para resolver el problema, al tiempo que mantiene que seguirá siendo un socio confiable para el pueblo argelino. El informe sugiere que Marruecos intentaría aprovechar todos los aspectos de sus nuevas asociaciones para trazar una línea dura contra Argelia (y el Frente Polisario) en caso de que aumenten las tensiones.

Cohen “anunció la determinación de Israel de luchar contra esta amenaza”, aunque no dio más detalles sobre la estrategia del nuevo Gobierno. El ministro israelí, por su parte, enfatizó su preocupación por la resolución recientemente adoptada de la Asamblea General de la ONU, que llama a la Corte Internacional de Justicia a emitir una "opinión consultiva" sobre la ocupación de territorios palestinos por parte de Israel, y también agradeció el apoyo a Estados Unidos debido a su voto en contra de la ONU. Además, las recientes compras de drones turcos por parte de Argelia, además de convertirse en uno de los principales clientes de armas de Rusia, muestran los efectos que la asociación israelí está teniendo en la política del norte de África.
Asimismo, el secretario de Estado reafirmó "el fuerte compromiso de Estados Unidos con la seguridad y el bienestar del Estado de Israel" y acordó con Cohen "seguir abordando los desafíos compartidos de manera directa y cercana". "El acceso de Marruecos a la tecnología israelí, en particular a los vehículos aéreos no tripulados (UAV), le permite mejorar aún más sus capacidades militares", dice el informe. En agosto de 2021, Argelia anunció la ruptura de relaciones con Marruecos, acusando a sus vecinos de apoyar a organizaciones terroristas y de provocar incendios forestales en la región de Cabilia. El acercamiento de Marruecos a Israel y sus esfuerzos por fortalecer su arsenal militar pueden haber jugado un papel clave, pero también ha llevado a Argelia a fortalecer su ejército.

Argelia sigue siendo uno de los países árabes que mantiene relaciones con la República Islámica de Irán y actúa como defensor de la causa palestina, que está perdiendo gran interés entre los gobiernos árabes a raíz de la reciente cumbre de Argel. Así quedó demostrado en noviembre de 2022, cuando las exigencias del autogobierno palestino en Argelia eclipsaron los intereses estratégicos de los países árabes en el contexto internacional. El eje Argel-Teherán está intensificando la carrera nuclear entre el Estado de Israel y la República Islámica de Irán en Oriente Medio, ya que Irán puede estar cerca de mejorar sus capacidades de destrucción nuclear.
La rivalidad entre Marruecos y Argelia es también la adaptación del norte de África a la Guerra Fría de Oriente Medio entre Arabia Saudita e Irán, con el objetivo de tomar el liderazgo en el mundo islámico. Los Acuerdos de Abraham apuntaron a la agenda pragmática y los intereses continuos del liderazgo regional de los signatarios, con los objetivos nacionales prevaleciendo sobre los conflictos en el Medio Oriente y África que no eran territoriales, sino religiosos, ideológicos y políticos.