La sombra del grupo Wagner en el conflicto de Sudán

Pronto se cumplirá una semana del estallido de violencia en Sudán que ya se ha cobrado la vida de más de 300 personas. Los fieros combates entre el Ejército sudanés de Abdel Fattah Al-Burhan y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), lideradas por Mohammed Hamdan Dagalo, continúan en varios puntos del país. En este sentido, cabe destacar el crítico panorama en puntos como Gedaref, Kassala, Darfur o la capital, Jartum, de donde miles han huido por la violencia y el desabastecimiento.
Durante estos últimos días, la comunidad internacional ha estado presionando a ambos bandos del conflicto para que cesen las hostilidades y establezcan un diálogo que pueda sentar las bases para un alto el fuego permanente, ya que las dos únicas treguas alcanzadas entre el Ejército y las FAR han fracasado.
#Sudan ??: footage from #ElObeid (#NorthKordofan) gives a sense of the intensity of clashes today.
— Thomas van Linge (@ThomasVLinge) April 20, 2023
Residents say this is the most ferocious fighting as of yet. pic.twitter.com/To8WqHDtbW
La estabilidad de Sudán es clave para la región, por este motivo, países como Egipto, Libia, Kenia o Chad miran con preocupación la situación en su vecino, instando a los líderes militares a detener los ataques. Tal y como advierte Susan Stigant, directora del Programa África en United States Institute of Peace (USIP), un conflicto en una nación de la zona del mar Rojo “tiene el riesgo de extenderse y propagar inestabilidad”. En este sentido, la analista destaca las crisis humanitarias y el flujo de refugiados, recordando el alto número de desplazados en Sudán por la guerra en la región etíope de Tigray.
#Sudan ??: photos from #ElObeid in #NorthKordofan. Widespread destruction and chaos in the city. Death and injured lie in the streets. pic.twitter.com/mZyBTaR7Hj
— Thomas van Linge (@ThomasVLinge) April 20, 2023
Además de ser fundamental para los países de la zona, Sudán y su relevancia geoestratégica se ha situado en el punto de mira de varias potencias que buscan incrementar su influencia en la región, como China o Turquía. Por otro lado, Estados Unidos busca mantener su presencia y contrarrestar el peso que está ganando el otro gran actor en África: Rusia.
A través de la propaganda y alimentando un fuerte sentimiento antioccidental y, en concreto, antifrancés, los tentáculos de Rusia se expanden en varios países del continente africano como Mali, Burkina Faso. Moscú, a través del grupo Wagner, también está o ha estado presente en lugares como República Centroafricana, Libia, Mozambique y Sudán. Este último, ahora inmerso en un brutal conflicto, despierta interés para el Kremlin.
???? Foreign Minister Sergey Lavrov met President of Sudan's Sovereign Council Abdel Fattah al Burhan.
— MFA Russia ?? (@mfa_russia) February 9, 2023
? Khartoum, February 9#RussiaSudan pic.twitter.com/zqO92bDar8
Desde hace años, Rusia ha buscado levantar una base militar en la estratégica ciudad de Puerto Sudán, a orillas el mar Rojo. Después de que el proyecto se congelase durante el Gobierno de transición liderado por Abdalla Hamdok -Moscú culpó entonces a Estados Unidos- las nuevas autoridades militares sudanesas procedentes del golpe de Estado de 2021 dieron vía libre a la Armada rusa para establecerse en Puerto Sudán. A cambio, el Gobierno ruso acordó suministrarles armamento y equipos militares.
Precisamente, ese levantamiento fue orquestado y liderado por Al-Burhan y Dagalo -alias Hemetti-, los dos hombres fuertes que actualmente luchan por el poder de Sudán. Desde el golpe, ambos han mantenido estrechas relaciones con Rusia. De hecho, según reveló una investigación de la CNN, los dos militares permitieron a Moscú la extracción de oro en Sudán, lo que ayudó a reforzar la economía rusa para hacer frente a las sanciones occidentales, así como para financiar la invasión en Ucrania. A cambio, Rusia brindó respaldo militar y político tanto a Al-Burhan como a Dagalo, ahora enfrentados.

Respecto al oro sudanés, también se han puesto de manifiesto las concesiones que ha recibido el grupo Wagner en las minas gracias a su asociación con Dagalo, quien ha recibido entrenamiento militar ruso. La organización rusa creada por Yevgeny Prigozhin lleva operando en Sudán desde 2017 y tiene fuertes lazos con el líder de las FAR. “En Sudán, los hombres de Wagner están estrechamente controlados por Hemetti, que los utiliza como guardias de seguridad en sus minas de oro ilegales”, explica a France 24, el historiador y especialista en África Oriental Gérard Prunier.
No obstante, debido a la situación actual y con el objetivo de no perder influencia, los analistas aseguran que Rusia no va a apostar por solo uno de los bandos. “Desde el punto de vista ruso está claro que no hay que elegir bando porque hay demasiado que perder jugando la carta equivocada”, explica al medio francés Roland Marchal, investigador del Centre de Recherches Internationales de Sciences Po (CERI). “Al final elegirán al bando ganador”, añade.

No obstante, existen señales de que Moscú y el grupo Wagner podrían estar respaldando al bando de Dagalo, quien en febrero visitó Rusia con el objetivo de establecer “lazos más profundos”. Tal y como revelaron fuentes diplomáticas sudanesas y regionales a la CNN, Wagner ha estado suministrado misiles a las FAR para ayudarlos en sus enfrentamientos contra el Ejército, liderado por Al-Burhan. Las fuentes sostienen que este armamento ha reforzado “significativamente” a las FAR y a Dagalo en su lucha por el poder.
CNN:
— Clash Report (@clashreport) April 20, 2023
Russian mercenary group Wagner has been supplying Sudan’s Rapid Support Forces (RSF) with air defense missiles to aid RSF’s coup attempt against Sudanese Army along with Libyan putschist Haftar. pic.twitter.com/YoMRvGwGDe
El medio estadounidense revela también -basándose en imágenes satelitales- que la actividad en las bases de Wagner en Libia está experimentando un “aumento inusual”. Estos movimientos, unido con las declaraciones de las fuentes sudanesas, sugieren que tanto Rusia como el Ejército Nacional Libio (LNA, por sus siglas en inglés) liderado por el mariscal Jalifa Haftar podrían estar apoyando a las FAR.
El supuesto apoyo del LNA a Dagalo ha sido comentado por varios medios de comunicación y analistas, aunque su portavoz, Ahmed Al-Mismari, lo ha desmentido rotundamente. Por el contrario, el general ha recalcado su compromiso con la “estabilidad y seguridad” en Sudán, presentándose como un posible mediador entre los bandos enfrentados.