El alcalde de Estambul se enfrenta a una pena de prisión por injurias

Las tensiones entre Erdogan y el alcalde de Estambul se reabren

photo_camera AFP/SERVICIO DE PRENSA PRESIDENCIAL TURCO - El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, saludando a Ekrem Imamoglu, alcalde de Estambul del Partido Popular Republicano de Turquía (CHP) en 2019

En Turquía se ha reavivado la rivalidad entre el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y el alcalde de la oposición en Estambul, Ekrem Imamoglu. En el país fundado por Mustafa Kemal Atatürk donde cualquier tema puede polarizarse en cuestión de segundos, este tipo de disputas encajan a la perfección con la relación que existe entre el Gobierno y la oposición.

Su oposición le ha costado que un tribunal turco aceptase una acusación en la que se piden más de cuatro años de prisión contra el alcalde de Estambul, por unas declaraciones consideradas insultantes para los altos cargos. Una pena de prisión de cuatro años y un mes por calificar de "idiota" la decisión de los miembros del Consejo Superior Electoral de invalidar el resultado de las elecciones municipales del 31 de marzo de 2019 en las que se alzo como ganador. 

AFP/OZAN KOSE  -   El alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, habla durante una entrevista, en medio de la propagación de la epidemia del coronavirus COVID-19

Ekrem Imamoglu, alcalde de Estambul y, quizá, el rostro más carismático de la oposición al partido Justicia y Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco) del presidente. Su pronunciamiento no es una novedad: los ayuntamientos controlados por el partido de la oposición -el CHP, Partido Republicano del Pueblo, de corte socialdemócrata- han acusado en repetidas ocasiones al Gobierno central de entorpecer la gestión sanitaria y económica de la crisis. El alcalde de Estambul es regularmente objeto de investigaciones administrativas o judiciales, la última a principios de mayo por un comportamiento "irrespetuoso" cuando se llevó las manos a la espalda durante una visita al mausoleo de un sultán.

Hace un año, el candidato centrista de la oposición, Ekrem Imamoglu (CHP), ganaba las elecciones a la alcaldía de Estambul, apenas mes y medio después de que la Comisión electoral ordenase repetir los comicios municipales en la capital económica del país, donde la oposición se había impuesto sobre el partido del presidente Recep Tayyip Erdogan. Más allá de las dos ciudades más grandes de Turquía, la coalición de la oposición logró una gran representación en amplias zonas de la costa mediterránea como en Antalya o Mersin. Así, la oposición socialdemócrata llego a Estambul poniendo fin a 25 años de gobierno de partidos islamistas, iniciados por el actual presidente. 

PHOTO/Oficina del Alcalde de Estambul vía AP - El alcalde Ekrem Imamoglu habla a los trabajadores que preparan paquetes de comida para los que lo necesitan en medio del brote de coronavirus, en Estambul

Esta victoria fue posible porque, por primera vez, los partidos nacionalistas, liberales y las distintas minorías lograron trabajar juntos de manera eficaz. Sin embargo, la pandemia del coronavirus y la crisis económica derivada de la misma ha abierto nuevas fisuras en la oposición turca, al mismo tiempo que la represión gubernamental contra el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) continúa aumentando. 

Esta maniobra en el marco interno sirve a Recep Tayyip Erdogan para desviar la atención sobre graves problemas que atraviesa, como la pérdida de confianza y la crisis económica nacional del país, agravada por la fuerte caída de la lira turca y por el parón de la actividad generado por la actual crisis sanitaria de la COVID-19.

El alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, ya se enfrentó a Erdogan a finales del mes de abril por el asunto de la lucha contra la enfermedad COVID-19. Imamoglu censuró la gestión del Gobierno y acusó al máximo dirigente del país de no proporcionar información detallada a los Ayuntamientos y de entorpecer la gestión sanitaria y económica de la crisis. 

AFP/ADEM ALTAN - El Presidente del Partido Popular Republicano (CHP), Kemal Kilicdaroglu

No obstante, este escándalo no es el único al que debe enfrentarse el Gobierno de Turquía. Las acusaciones de corrupción por parte del partido opositor CHP han desencadenado una campaña publicitaria en la que se exige conocer el paradero de 128.000 millones de dólares. Esta gran suma de dinero fue supuestamente usada durante el mandato del exministro de Finanzas, Berak Albayrak, yerno del presidente Tayyip Erdogan. Según el CHP, se utilizaron millones de dólares de reservas extranjeras para estabilizar la lira turca, aunque ha seguido cayendo en picado y perdiendo valor.

La respuesta de las autoridades no ha amedrentado a la oposición, que ha continuado con la campaña de protesta en redes sociales. El antecedente de esta protesta se encuentra en la destitución del Naci Agbal, exdirector del Banco Central. A raíz de este despido, el CHP solicitó una investigación parlamentaria sobre el cese de Agbal en medio de rumores de especulación y corrupción.

Erdogan sigue viendo cómo su imagen y la de su partido baja enteros a ojos de los ciudadanos. Ante esta pérdida de apoyos está llevando a cabo una dura campaña de persecución contra rivales político. Esta maniobra en el marco interno sirve a Recep Tayyip Erdogan para desviar la atención sobre graves problemas que atraviesa, como la pérdida de confianza y la crisis económica nacional que atraviesa el país, agravada por la fuerte caída de la lira turca y por el parón de la actividad generado por la actual crisis sanitaria de la COVID-19.