La llama arde entre Niamey y Argel

Benkhedda Mehdi, embajador de Argelia en Niamey, no esperaba ser convocado por el ministro nigerino de Asuntos Exteriores para explicarle un asunto sumamente delicado e importante: la devolución masiva de nacionales nigerinos a su país de origen “haciendo caso omiso de las normas y del coste que supone para la integridad física y la seguridad de los bienes de los nacionales nigerinos que viven en Argelia”, según menciona un comunicado del mismo Ministerio en su página de Facebook.
El representante diplomático argelino, que fue recibido por “el secretario general adjunto de dicho Ministerio en representación del ministro que no pudo asistir”, como se indica en el mismo comunicado, pasó el peor cuarto de hora de su carrera, como se desprende de las imágenes difundidas por la televisión nigerina. No tuvo ninguna explicación que ofrecer sobre un tema tan delicado.
La misma cadena de televisión difundió testimonios de ciudadanos nigerinos que fueron devueltos en masa a bordo de camiones en condiciones cuando menos inhumanas y que no honran en absoluto a Argelia, que siempre ha abogado por la fraternidad y la amistad con sus vecinos.
Los testigos relataron el calvario de recorrer varios kilómetros, muchos de ellos a pie bajo el sol y el desierto más hostil, hasta llegar a pueblos nigerinos donde encontraron ayuda y asistencia.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Níger señala que “estos desplazamientos forzosos no sólo afectan a los nacionales nigerinos, sino también a otras nacionalidades subsaharianas. Y esto ocurre desde hace varios años”.
Y, sin embargo, el presidente argelino sigue hablando de mediación argelina en Níger y de un plan de seis puntos para ayudar a resolver la crisis política en Níger. La mediación se aplazará indefinidamente, a la espera de la reacción de Argel a la convocatoria de su embajador.