El ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita, declaró que “Marruecos está de acuerdo en que la solución sólo puede ser marroquí-argelina”

Marruecos insta a Argelia a asumir responsabilidades en el Sáhara Occidental

photo_camera PHOTO/AP - El ministro marroquí de Asuntos Exteriores Cooperación Internacional, Nasser Bourita

La solución al conflicto del Sáhara Occidental depende del diálogo bilateral entre Rabat y Argel, aseguró el pasado lunes el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Nasser Bourita. Las declaraciones se produjeron durante la inauguración del Consulado senegalés en Dajla, ciudad situada en el Sáhara Occidental. La República de Senegal ha mostrado de esta forma su apoyo diplomático al Reino de Marruecos en la disputa territorial abierta en la región.

El también ministro de Cooperación Africana presidió la inauguración junto a la ministra de Exteriores senegalesa, Aissata Tall Sall. Tras la rúbrica de varios acuerdos bilaterales entre Marruecos y Senegal para fortalecer las relaciones estratégicas, Bourita aprovechó la coyuntura para responder a las declaraciones emitidas la semana pasada por el ministro de Exteriores argelino, Sabri Boukadoum, quien solicitó “negociaciones directas y serias” sobre el Sáhara Occidental entre las partes del conflicto: los independentistas del Frente Polisario y el Gobierno marroquí. 

Sabri Boukadoum, ministro de Asuntos Exteriores de Argelia PHOTO/ Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia

“Estoy de acuerdo con el ministro argelino de Asuntos Exteriores al considerar que la solución de la cuestión del Sáhara sólo se logrará mediante el diálogo entre las dos partes reales de la cuestión, que siempre hemos reclamado, con Marruecos y Argelia sentados en la mesa de diálogo”, declaró Nasser Bourita. El ministro manifestó que el conflicto del Sáhara Occidental “es la razón de ser de la diplomacia argelina”, e instó al país vecino a asumir su responsabilidad: “Por su movilización, por sus declaraciones y por sus posiciones, Argelia confirma diariamente que es una parte real en este conflicto, por lo que debe asumir su responsabilidad”.

Boukadoum afirmó días atrás que Marruecos y el Frente Polisario son las únicas partes interesadas en encontrar una solución a la disputa territorial. Por tanto, Argelia no es uno de los actores con intereses sobre el conflicto. Por su parte, Bourita refutó punto por punto a su homólogo argelino durante la inauguración de la Embajada de Senegal. El titular de política exterior marroquí señaló a Argelia como respaldo necesario del Frente Polisario y como el principal promotor de una campaña de desinformación y descalificación contra el Reino de Marruecos. 

El ministro de Exteriores argelino criticó también el nombramiento de un nuevo enviado de la ONU: “No es suficiente”, matizó. A colación de esta declaración, el ministro marroquí desmintió los comentarios de Boukadoum en los que señalaba a Marruecos de rechazar a 10 candidatos para el puesto de enviado personal del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental. Para el ministro marroquí, el apoyo argelino al Frente Polisario no es solo es un indicativo de su participación en el conflicto, sino que el país ha estado activo en la obstrucción de la designación de un nuevo enviado personal de Naciones Unidas. 

 Refugiados saharauis en el campamento de refugiados de Samara, al oeste de la ciudad argelina de Tinduf en el territorio disputado del Sahara Occidental AFP/FAROUK BATICHE

Al final de la comparecencia, Bourita respondió a la petición de Boukadoum sobre la ampliación de las prerrogativas de la MINURSO –la Misión de la ONU para el referéndum en el Sáhara Occidental– sobre la vigilancia de los DD.HH. “¿Es Argelia capaz de hablar de Derechos Humanos? Argelia es el último país en hablar de Derechos Humanos”, declaró el ministro en tono irónico. “Lamentablemente, la MINURSO sufre restricciones en sus movimientos. Y habrá que preguntarse quién está obstaculizando su acción y quién le impide monitorear el alto el fuego al este de la estructura de seguridad”, añadió.

Un conflicto encallado

La cuestión del estatus del Sáhara Occidental, considerado como “territorio no autónomo” por la ONU a falta de un acuerdo definitivo, ha enfrentado durante décadas a Marruecos con el Frente Polisario. Este último, apoyado desde Argel, exige un referéndum de autodeterminación, mientras Marruecos plantea un régimen de autonomía bajo su soberanía. Sin embargo, Rabat controla aproximadamente el 80% del territorio y ha puesto en marcha numerosos proyectos de desarrollo.

Trump reconoció la soberanía marroquí como intercambio estratégico tras el apoyo del Reino de Marruecos a los Acuerdos de Abraham meses antes de abandonar la Casa Blanca. No obstante, la llegada de Joe Biden ha revitalizado las esperanzas del pueblo saharaui para revertir la situación. El propio secretario del Departamento de Estado, Antony Blinken, solicitó en marzo al secretario general de la ONU, António Guterres, que agilizara el nombramiento de un nuevo enviado especial al Sáhara Occidental tras la dimisión de Horst Köhler en mayo de 2019.

Soldados saharauis desfilan durante las celebraciones que marcan el 45º aniversario de la declaración de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD AFP/ RYAD KRAMDI

Para Marruecos no hay proceso sin Argelia. Durante las dos cumbres de Ginebra, en diciembre de 2018 y en marzo de 2019, el Reino impuso la presencia de Argel como parte interesada en las negociaciones establecidas por Naciones Unidas. La próxima reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar el conflicto del Sáhara Occidental se constituirá el 21 de abril tras la reanudación de las hostilidades el pasado mes de noviembre, que puso fin a un alto al fuego vigente desde hacía más de 3 décadas.  

Los combates entre el Frente Polisario y el Ejército marroquí se produjeron tras el despliegue de tropas en el extremo sur del Sáhara Occidental por parte de Marruecos, con la intención de desalojar a los independentistas que bloqueaban la única ruta comercial hacia África occidental, según ellos ilegítima. Desde entonces, el Polisario ha afirmado estar en estado de autodefensa.


 

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