Mauritania advierte al mundo del crecimiento del terrorismo en la región del Sahel

En el último año, 4 de cada 10 muertes por atentados terroristas en todo el mundo se concentraron en la región del Sahel que comprende Mauritania, Chad, Burkina Faso, Níger y Mali
AFP/ THOMAS SAMSON - Soldados mauritanos hacen guardia en un puesto de mando de la fuerza de tarea G5 Sahel, en el sureste de Mauritania, cerca de la frontera con Mali
Soldados mauritanos hacen guardia en un puesto de mando de la fuerza de tarea G5 Sahel, en el sureste de Mauritania, cerca de la frontera con Mali -AFP/ THOMAS SAMSON

La región del Sahel constituye a día de hoy uno de los principales epicentros mundiales del crimen organizado. El área situada al sur del desierto del Sáhara -el más grande del mundo- ha sido y es el principal punto de acción de todo tipo de organizaciones criminales y terroristas. 

  1. Punto caliente del terrorismo mundial
  2. Inversiones de China

Desde Al-Qaeda hasta los Afrika Corps, el aumento de la violencia provoca la migración forzosa de decenas de miles de personas, con los peligros que eso conlleva, como el tráfico de personas, de armas, de drogas y el paso de centenares de terroristas a países del norte de África y Europa. 

Un combatiente de la Coalición del Pueblo de Azawad (CPA) levanta su arma en el aire mientras patrulla el área cerca de la frontera entre Mali y Mauritania - AFP/SOULEYMANE AG ANARA
Un combatiente de la Coalición del Pueblo de Azawad (CPA) levanta su arma en el aire mientras patrulla el área cerca de la frontera entre Mali y Mauritania - AFP/SOULEYMANE AG ANARA

Punto caliente del terrorismo mundial

El Ministerio del Interior de Mauritania ha advertido que la situación está en un punto crítico. Tal es la tesitura que, según los últimos datos publicados por el Índice Global de Terrorismo, el 43 % de las muertes derivadas de actos terroristas en el último año se producen en territorio saheliano; y 1 de cada 3 muertes desde 2020 también se registran en esta región. 

Mohamed Ahmed Ould Lemine, ministro del Interior de Mauritania, explicó que la fragilidad política de la región y la continuidad de conflictos armados son los principales motivos por los que la criminalidad y la afluencia de inmigrantes aumenta. 

“Cientos de miles de malienses que se ven desplazados son acogidos con armonía en Mauritania, pero la necesidad de tomar medidas preventivas para evitar el paso de organizaciones a nuestras fronteras es cada vez más inminente”, señaló el ministro del Interior. Pese a la urgencia de las medidas, los protocolos actuales han logrado un hito notable: que no se produzca ningún atentado en territorio mauritano desde 2011. 

PHOTO/OLIVIER HOSLET via REUTERS - El presidente de Mauritania, Mohamed Ould El-Ghazouani (izq.), y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ofrecen una conferencia de prensa después de una reunión en la sede de la Alianza en Bruselas
El presidente de Mauritania, Mohamed Ould El-Ghazouani (izq.), y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ofrecen una conferencia de prensa después de una reunión en la sede de la Alianza en Bruselas - PHOTO/OLIVIER HOSLET via REUTERS

Con la marcha oficial de las tropas francesas y las injerencias rusas, las luchas de poder son, además, otra gran parte del problema. “Los países del Sahel somos testigos de ello” es la consigna más repetida entre los líderes de los países de la zona. 

En el plano político, estos acontecimientos, que se vieron magnificados tras el inicio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia que empezó en febrero de 2022, las intervenciones y la influencia rusas han propiciado sendos golpes de estado en países como Níger o Burkina Faso. Cabe recordar que, desde 2020, se han producido 11 golpes de estado en los 8 países del Sahel, muchos de ellos exitosos.

Soldados del antiguo Grupo Wager, ahora Africa Corps, en suelo libio - PHOTO/ARCHIVO
Soldados del antiguo Grupo Wager, ahora Africa Corps, en suelo libio - PHOTO/ARCHIVO

El desplazamiento de la violencia a esta región por parte de milicias terroristas como Al-Qaeda, originaria de Irak y Siria, o los Africa Corps, originarios de Rusia, a las regiones más occidentales del continente africano no es casual.

Son muchos los factores que entran en juego en estas disputas. Ubicaciones estratégicas, la salida al océano Atlántico, los recursos minerales de gran valor como el oro, uranio y petróleo, son solo algunas de las claves que están haciendo de la región del Sahel “el campo de batalla más grande del mundo”. Como consecuencia, la corrupción y la incapacidad política están propiciando una reorganización de la compleja región del Sahel. 

Inversiones de China

Por otro lado, en el plano económico, China busca el desarrollo de la región mediante el establecimiento de relaciones sólidas con los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Más de 50.7000 millones de dólares es lo que el gigante asiático invertirá en África en 2027, tal y como confirmó el presidente chino, Xi Jinping, durante el foro China-África, celebrado los días 4, 5 y 6 de septiembre en Pekín, China.

El presidente de China, Xi Jinping (centro), habla en la ceremonia de apertura del Foro de Cooperación China-África (FOCAC) en el Gran Salón del Pueblo en Pekín, el 5 de septiembre de 2024 - AFP/GREG BAKER 
El presidente de China, Xi Jinping (centro), habla en la ceremonia de apertura del Foro de Cooperación China-África (FOCAC) en el Gran Salón del Pueblo en Pekín, el 5 de septiembre de 2024 - AFP/GREG BAKER 

Sin embargo, desde la creación en julio de la Confederación de países del Sahel en la capital de Níger, Niamey, la colaboración entre el propio Níger, Mali y Burkina Faso se ha fortalecido en lo que consideran “una lucha conjunta”.

Conocedores de la importancia del terrorismo en su país y en las consecuencias a nivel internacional que puede tener, en varias reuniones con miembros de la OTAN, los jefes de Gobierno de la Confederación propusieron medidas y protocolos a seguir para revertir una situación que se agrava con el paso del tiempo.

A su vez, la Unión de Estados del Sahel mantiene constantes diálogos sobre las capacidades que tiene cada miembro para resolver las cuestiones migratorias y de seguridad que asolan la región; y poder avanzar hacia nuevas asociaciones estratégicas que favorezcan los intereses africanos.