Mohamed Ould Ghazouani es reelegido para un segundo mandato en Mauritania

El presidente de Mauritania, Mohamed Ould Ghazouani, ha vuelto a ganar las elecciones presidenciales con más del 56% de los votos, logrando así su segundo mandato después de ganar los comicios por primera vez en 2019.
Ghazouani, exjefe del Estado Mayor del Ejército y exministro de Defensa, se ha comprometido a garantizar la seguridad e impulsar la inversión para estimular las materias primas de Mauritania. El país africano posee importantes recursos naturales como hierro, cobre, zinc, fosfato, oro, petróleo y gas natural.
En este sentido, cabe destacar que Mauritania está a punto de convertirse en productor de gas gracias al lanzamiento del proyecto de gas offshore Greater Tortue Ahmeyin, operado por BP, en la frontera con Senegal. Está previsto que este plan se ponga en marcha a finales de año.
Ghazouani se impuso en la primera vuelta de estas elecciones ante otros seis candidatos. Su principal rival, el activista Biram Dah Abeid, quedó en segundo lugar con un 22% de los votos, seguido por Hamadi Sidi El Mokhtar del partido islamista Tewassoul con el 12,8%.
Abeid ha rechazado los resultados provisionales alegando irregularidades y ha asegurado usar su "propia comisión electoral para proclamar los resultados”. “No aceptaremos estos resultados de la llamada comisión electoral independiente”, señaló Abeid en una rueda de prensa en Nouakchott, recoge Reuters.

Por su parte, El Mokhtar también advirtió antes de los comicios que su partido no aceptaría los resultados si sospechaba algún tipo de irregularidad. En las elecciones de 2019 algunos candidatos de la oposición cuestionaron la credibilidad del voto, lo que provocó protestas a pequeña escala.
Las cifras preliminares mostraron que la participación en la votación de este pasado fin de semana fue de poco menos del 55,33%, según mostraron los datos de la comisión electoral.
A pesar de las críticas de sus adversarios, el presidente goza de una gran popularidad entre los mauritanos, ya que perciben su Gobierno como un modelo de estabilidad en una región marcada por golpes de Estado y violencia yihadista.

Igualmente, Ghazouani, que también es el actual presidente de la Unión Africana, ha logrado posicionar a su país como un socio estratégico de Occidente en medio de un Sahel profundamente inestable donde naciones como Rusia aumentan cada vez más su influencia.
No obstante, el mandatario mauritano también debe hacer frente a la pobreza y a la falta de oportunidades en la nación africana. Según datos de las Naciones Unidas, casi el 60% de la población vive en la pobreza, lo que lleva a muchos jóvenes a tratar de llegar a Europa o incluso a Estados Unidos para buscar una vida mejor.