Redacción Atalayar
Pie de foto: Pedro Morenés./ Foto: Iñaki Gómez/MDE
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, considera que España, por su posición geográfica, debería ser un “actor clave” para reducir la inestabilidad estratégica y política de los países del norte de África y del Sahel y, por tanto, asumir un “liderazgo” en el continente africano con “su propia red de influencia” civil y militar.
“La posición geográfica de la Península Ibérica ha condicionado las posiciones estratégicas” de España a lo largo de su historia, “como punto de conexión entre Europa y África, puerta del Mediterráneo y plataforma de proyección atlántica”, afirmó este martes el ministro de Defensa durante la presentación del informe España Mirando al Sur, elaborado por el Real Instituto Elcano.
A juicio del ministro, España, en su condición de “único Estado de la Alianza Atlántica y de la Unión Europea con parte de su territorio ubicado en el continente africano” y, por tanto, de “frontera con una zona de especial inestabilidad estratégica y política”, debería actuar en el continente africano no sólo bajo el paraguas la OTAN o la UE, sino mediante el desarrollo de su propia “red de influencia” civil y militar.
“La atención prioritaria en África de España es un elemento que nos va a dar una especial relevancia en esos países que hemos visto tradicionalmente como relevantes y que no tienen la misma posición geográfica que tiene España”, advirtió. Por ello, prosiguió, la sociedad española debe tomar conciencia “de los retos y de las oportunidades que se presentan en África”, ya que la presencia de nuestro país en el continente le proporcionaría “influencia y liderazgo internacional”.
El ministro aboga por una red de influencia española propia al margen de la OTAN y la UE
El informe del Real Instituto Elcano hace hincapié precisamente en la necesidad de que España asuma “una posición de liderazgo” en África que le permita afrontar una serie de peligros (como la inmigración irregular, el contrabando, el tráfico de drogas o el terrorismo yihadista) que, si bien no suponen “una amenaza existencial para los intereses vitales de España a corto plazo”, sí pueden acarrear problemas “estructurales y de difícil solución” a medio y largo plazo que requieren de una “acción preventiva que minimice sus consecuencias”.
En la misma línea que el ministro, el documento propone que España deje de actuar exclusivamente en África en el marco de “otros actores”, como la OTAN, la UE o Francia y establezca “su propia red de influencia, tanto en el plano civil como en el militar”. “Si a África le va bien, a España le irá mejor que a otros países aliados, y si a África le va mal, a España le irá peor que a sus aliados”, manifestó durante el acto el coordinador del estudio, Félix Arteaga.