Además del científico iraní Mohsen Fajrizadeh, este fin de semana ha resultado muerto un alto comandante de la Guardia Revolucionaria iraní en un ataque con un dron

Muere un alto responsable de la Guardia Revolucionaria iraní en la frontera siria

photo_camera PHOTO/Oficina de la Presidencia iraní vía AP - Tropas de la Guardia Revolucionaria cantan consignas en un desfile militar que conmemora el 39º aniversario del inicio de la guerra entre Irán e Irak

Según comunicaron ayer fuentes de la seguridad iraquíes y oficiales de las milicias locales, un alto comandante de la Guardia Revolucionaria iraní habría muerto tras un ataque con un dron, mientras se trasladaba en un vehículo a través de la frontera entre Siria e Irak. El alto mando, cuya identidad no ha podido ser aún confirmada, viajaba con otras tres personas transportando armamento y se encontraría ya en terreno sirio en el momento del ataque. Los otros tres ocupantes también habrían muerto.

Integrantes de una de las milicias proiraníes presentes en Irak habrían ayudado en el traslado de los cuerpos, además de haber confirmado el ataque. Estas milicias, cuya formación y sostenimiento corre a cargo de Teherán, están siendo el objetivo de múltiples ataques a lo largo de este año. Ejemplo de ello no sería únicamente este ataque, sino también el que tuvo lugar en enero y que tenía por objetivo, además de al líder militar iraní Qassem Soleimani, al también líder iraquí de las milicias proiraníes, Abu Mahdi al-Muhandis. De esta forma se está tratando de diezmar el liderazgo de las milicias y los vínculos de conexión entre éstas y Teherán.

Vehículos del Ejército iraquí en la entrada de la capital, Bagdad, en el suburbio de Ciudad Sadr, el 21 de mayo de 2020

Durante toda la pasada semana, Israel ha estado llevando a cabo ataques aéreos contra objetivos e infraestructuras vinculados a Irán. Uno de estos ataques habría abatido a principios de semana a ocho combatientes de estas milicias, además de un depósito de armas y una posición militar perteneciente a estas milicias y su aliada Hizbulá al sur de Damasco, la capital siria. Aunque ese es el ataque sobre el que más información se ha obtenido, se acusa a Israel de haber producido varios ataques más en el este de Siria y en la provincia de Qumeitra, cerca de los Altos del Golán. Todo esto se enmarcaría en una guerra en la sombra por parte de Israel, que tendría el beneplácito de Estados Unidos.

Tanto los ataques aéreos de la última semana, como la muerte del alto comandante de la Guardia Revolucionaria y la del científico encargado del programa nuclear iraní del viernes, coinciden en el tiempo con los últimos momentos en la Casa Blanca de Donald Trump, alguien que ha visto con buenos ojos este tipo de ataques quirúrgicos que posibilitan los aviones no tripulados. Hay temor en algunos estamentos a que estos ataques agraven más las relaciones entre Estados Unidos e Irán, ahora que la llegada de Joe Biden, alguien que representa una postura más conciliadora, es inminente.

Miembros de la fuerza paramilitar Hashed al-Shaabi (Movilización Popular) participan en un desfile militar en la ciudad iraquí de Basora, en el sur del país, el 14 de junio de 2020

Las milicias proiraníes, además de las ya conocidas Hizbulá en Líbano y Hamás en territorio palestino, se han ido extendiendo por países en conflicto como son Siria, Irak y Yemen. De esta forma Teherán amplía su influencia territorial y combate de forma indirecta el liderazgo de Arabia Saudí y la rama suní del islam. A través de ellas, Irán ha tratado también de atacar los intereses estadounidenses en algunos de estos países, como ha sucedido, por ejemplo, con la embajada estadounidense en Irak, que ha sido atacada en varias ocasiones durante el último año. De la misma forma que Irán, Estados Unidos e Israel llevan a cabo esta guerra indirecta en la que al final los principales damnificados son los territorios en los que se lleva a cabo, siendo Irak el escenario más evidente.

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