Marruecos, en plena formación del nuevo Ejecutivo tras los comicios y la elección de Aziz Ajanuch como jefe de Gobierno por parte del rey Mohamed VI, recibe un golpe que llega desde tierras malienses. Dos camioneros que transportaban vehículos de mercancías en dirección a la capital han muerto mientras uno de ellos ha resultado herido en un ataque en Didieni, a unos 300 kilómetros de Bamako. Fueron este tercero – y un cuarto que salió ileso – los que relataron los hechos, explicando que un grupo de encapuchados les estaba esperando tras unos arbustos y les atacaron con armas automáticas.
La embajada de Marruecos en Mali comunicó el ataque y mantienen el contacto con las autoridades de ambos países. El propio Mohamed VI está siguiendo muy de cerca los hechos y ha enviado al embajador en Bamako a reunirse con el conductor – ya fuera de peligro – que se encuentra en el hospital. Se espera que en los próximos días se abra una investigación para esclarecer los hechos, a petición de la embajada marroquí. Además, según fuentes locales, los asaltantes no robaron nada de los camiones, teniendo como único objetivo los conductores de los vehículos.
Los restos de los dos fallecidos serán transportados a la capital de Mali en las próximas horas, mientras que el embajador ya se ha puesto en contacto con los familiares de las víctimas tras el ataque sufrido en Didieni. Existe una gran preocupación en el seno del Gobierno maliense debido al aumento de homicidios y reclutamiento de menores en la región de la triple frontera entre su país, Burkina Faso y Níger. Según los últimos informes, ISIS y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes, un afiliado de Al Qaeda, estarían detrás de estas tareas de reclutamiento.
El ataque a los conductores marroquíes supone un capítulo más de la ola de violencia que azota el país de forma especialmente intensa el último mes. Hace tres semanas, 15 militares malienses fueron asesinados en una emboscada en Mopti, situado en el centro del país. Otros 39 resultaron heridos, 15 de ellos de gravedad. Un vehículo bomba seguido de disparos con armas automáticas sorprendieron a las fuerzas militares que viajaban con destino Boni. Ahora, una nueva ofensiva confirma la inseguridad e inestabilidad en la que Mali lleva sumido años dejando dos nuevos fallecidos, en este caso de origen marroquí.