Noche de máxima tensión en Israel

Una vez más, la cúpula de hierro impidió un desastre mayor, interceptando el “99% de de los misiles y drones” lanzados por Irán
Jerusalén amanece tras el ataque iraní contra Israel -RONALDO SCHEMIDT / AFP
Jerusalén amanece tras el ataque iraní contra Israel - RONALDO SCHEMIDT / AFP

Todo el mundo en Israel y en Oriente Medio lo esperaba. La República Islámica de Irán llevaba días amenazando con “castigar” al Estado judío tras el ataque en Damasco que terminó con la vida de varios miembros de la Guardia Revolucionaria. Paralelamente, Estados Unidos advertía a su aliado regional sobre un ataque “inminente”. “Ocurrirá más pronto que tarde”, aseguró el presidente Joe Biden en una rueda de prensa recientemente mientras Washington reforzaba su presencia militar en la zona.

En Israel se respiraba una calma tensa. Todos sabían que pasaría, pero no sabían ni cuándo ni como. A pesar de la incertidumbre y el nerviosismo, la vida seguía. “Estamos acostumbrados, llevan años amenazando”, comentaban algunos israelíes. No obstante, todos sabían que esta vez sería diferente. Por primera vez, la República Islámica de Irán iba a atacar directamente Israel

El ataque no pilló por sorpresa a nadie pero, aún así, creó un estado de ansiedad en el país hebreo. Antes de medianoche, Teherán anunció el inicio de su represalia. La operación con la que tanto habían amenazado había comenzado, pero tardaría horas en sentirse en territorio israelí. 

Primero lanzaron varias tandas de drones que sobrevolaron Oriente Medio. Aunque lo peor estaba por llegar. Para el régimen de los ayatolás, los alrededor de 300 drones no eran suficientes, por lo que también lanzó más de 30 misiles de crucero y más de 120 misiles balísticos, según datos de las Fuerzas de Defensa de Israel. 

A medida que los artefactos iban penetrando el espacio aéreo israelí -muchos de ellos fueron interceptados anteriormente-, las alarmas antiaéreas iban sonando en el este del país. Jerusalén, la zona del mar Muerto, así como territorios en Cisjordania, fueron las zonas más afectadas. También sonaron las alarmas en Beerseba y en el desierto del Néguev, donde se han producido los principales daños.

Una vez más, la cúpula de hierro impidió un desastre mayor, interceptando el “99% de de los misiles y drones”. A pesar de ello, una niña de diez años de una comunidad de beduinos del sur se encuentra en "estado crítico" tras ser herida por metralla. Respecto a los daños materiales, las autoridades israelíes han reportado incidentes “menores” en una base militar también del sur de la nación.

Además de proteger a población civil e infraestructura militar, la cúpula de hierro israelí también ha interceptado ataques contra lugares sagrados de Jerusalén, incluida la mezquita de Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado para el islam.

Este ataque, que se produce en medio de la guerra en Gaza y en un momento de maxima tensión en Oriente Medio, tendrá consecuencias significativas para la región, que espera una posible respuesta por parte de Israel.

Irán ya ha cumplido. Lanzando su masivo ataque contra Israel refuerza su posición, tanto a nivel regional como interno. No obstante, esta operación podría suponer también una escalada mayor de violencia, llegando incluso a poner sobre las cuerdas la supervivencia del actual régimen iraní. Un régimen que, a través de la violencia y la represión, lleva años oprimiendo a su propio pueblo. 

Desde Israel también destacan que este ataque, a pesar de ser el primero directo desde territorio iraní, no es el primero que lanza Teherán al Estado judío. Sus proxies en la región -Hamás, Hezbolá, los hutíes y las milicias pro-iraníes en Siria e Irak- llevan lanzando ataques recurrentes contra Israel desde el comienzo de la guerra en Gaza. 

A través de sus grupos regionales, Irán atacaba a su principal enemigo sin poner en peligro su propio territorio. Sin embargo, la operación de la pasada madrugada cambia por completo las reglas del juego, aumentando los temores de una guerra regional.