Marruecos cierra un año con una política exterior de grandes acuerdos diplomáticos alcanzados y varios acontecimientos políticos que abren la puerta a futuras resoluciones. La crisis de España y Marruecos por la acogida del líder del Frente Polisario, las directrices del nuevo gobierno alemán sobre la cuestión del Sáhara o la situación actual en el Magreb son unos de los momentos más destacados de este año en la política en parte del Mediterráneo. Nourdine Mouati, experto en cooperación, analiza todas estas cuestiones.
¿Calificaría este año como crucial para la diplomacia marroquí y su trabajo para conseguir ese reconocimiento de soberanía bajo el Sáhara?
Respuesta: Sí, ha sido un año muy importante. Con el tweet del antiguo presidente norteamericano, Trump, que reconocía que Marruecos había sido el primer país en reconocer a Estados Unidos en 1777, y convenía, desde Estados Unidos, reconocer la soberanía del reino de Marruecos sobre el Sáhara Occidental marroquí, sobre sus provincias del sur.
Ha sido un año muy importante porque aún con la llegada de Joe Biden el 20 de enero de 2021 a la Casa Blanca, se ha mantenido ese reconocimiento. Aunque aún no se ha abierto el consulado estadounidense en Dakhla, Estados Unidos sigue financiando grandes proyectos en el sur de Marruecos. Hace poco se acaba de inaugurar una plataforma digital de promoción de las inversiones estadounidenses en el sur de Marruecos, en el Aaiún y en Dakhla, financiada por el departamento de Estado.
Ha sido un año en el que Marruecos se ha consolidado como potencia regional y como país garante de estabilidad en el norte de África. El nuevo gobierno alemán lo ve así, y tanto la ministra de Asuntos Exteriores como el nuevo canciller alemán reconocen que la única solución para el conflicto artificial del Sáhara Occidental es la propuesta marroquí; una propuesta seria de autonomía para sus provincias del sur.
Por ello, ayer el ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, hizo una declaración certificando la vuelta a la normalidad de las relaciones entre Alemania y el Reino de Marruecos. Esperemos que el año que entra sea también el año de la normalización de las relaciones a nivel institucional entre España y Marruecos. A nivel comercial y económico sabemos que las relaciones entre ambos países van muy bien. Hay empresas españolas importantes que han conseguido grandes contratos en Marruecos.
El nivel de cooperación en materia de seguridad entre los dos países continúa. Las fuerzas y cuerpos de seguridad tanto españolas como marroquíes colaboran, intercambian información y participan conjuntamente en la detención de terroristas y en la prevención de varios atentados. Creo que en 2022 el gobierno español de Pedro Sánchez debería hacer un gesto, como lo ha hecho el gobierno alemán, porque el que quebró la confianza fue el gobierno español, acogiendo en mayo de 2021, a un líder de una organización que para Marruecos es una organización terrorista. Para España lo es también porque participó en el asesinato de varios compatriotas españoles.
Marruecos ha sido muy claro durante todo el periodo histórico reciente de relaciones entre ambos países y nunca ha acogido a separatistas vascos ni catalanes, siendo muy respetuoso con la soberanía de España. Tenemos puntos de vista que a nivel histórico son distintos en lo referente a ciertos territorios, pero que se pueden solucionar con diálogo institucional. España debería hacer un gesto para recuperar esa confianza con Marruecos porque la relación entre los dos países es estratégica a nivel de seguridad y también porque entre los dos podemos ser garantes de la estabilidad en esta zona tan caliente del globo terrestre.
Creemos que los dos gobiernos están negociando, según las informaciones, sobre todo para dejar clara la situación de Ceuta y Melilla, las aguas territoriales en Canarias, y es una oportunidad para establecer, como dijo Mohamed VI, una etapa inédita en las relaciones, pero basados en criterios sólidos, y que se puedan excluir problemas como el cierre con la frontera con Melilla, ¿verdad?
R: Marruecos siempre ha respetado el derecho internacional. Son acuerdos que se van a lograr a nivel de despachos. dialogo esa es la actitud para desarrollar unas relaciones estratégicas entre ambos países. Nos necesitamos los unos a los otros e insisto en que la alianza estratégica de España y Marruecos es importante para ambos países.
Alemania lo ha entendido y este país está inmerso en grandes proyectos con Marruecos, y por ello el nuevo gobierno socialdemócrata así lo ha reflejado en el último comunicado, porque sabe que Marruecos es un país estratégico y un socio serio. Tal y como está la situación en el norte de África y en el Mediterráneo , creo que Marruecos es una referencia y España debería ser un socio estratégico preferente como lo es en el ámbito económico.
Una de las situaciones que tiene que afrontar Europa con especial atención son los grupos terroristas que están actuando en el Sahel y que pretenden desestabilizar una zona que es clave: Marruecos, Argelia, Túnez y Libia, ¿verdad?
R: Sí, la situación en Argelia, con una oposición interna creciente, con problemas económicos muy graves, entre ellos la última crisis energética o crisis de abastecimiento del gas, que debe de interpretarse en clave interna: Argelia ya no puede exportar más gas porque está destinando gas a producir electricidad para no tener que aumentar los precios a su población y que haya más crispación.
Respecto a la situación en Túnez, estamos volviendo a antiguos tiempos de que todo el poder se concentra en la figura del presidente y la situación en Libia es también igual de inestable, pues está dividida en tres regiones que será difícil pacificar o que lleguen a acuerdos.
Es por ello por lo que España debería fortalecer aún más sus lazos con Marruecos y buscar una solución a esta crisis, insisto, que fue por un error del gobierno español de acoger al líder de una organización terrorista. Mientras que Marruecos, durante toda su historia, no ha acogido a ningún líder separatistas de País Vasco, como sí lo hizo Argelia acogiendo a ETA, o a los líderes de la independencia catalana. Marruecos ha sido serio y espera que España también lo entienda y que se recupere ese clima de confianza, que ojalá sea pronto.
Después de las elecciones en Marruecos ¿Emprende el reino una nueva etapa, especialmente con la intención de solventar el mayor problema que tiene que es la desigualdad, cambiando su modelo de producción para intentar repartir mejor la riqueza entre todos?
R: Sí, además ha sido una de las indicaciones de su majestad el rey Mohamed VI. El rey en su discurso de trono insistió sobre la creación del nuevo estado de bienestar que el nuevo gobierno está poniendo en marcha: la cobertura social y sanitaria para todas capas de la sociedad marroquí y asegurar un empleo digno. Éste es el objetivo principal del nuevo gobierno. Hay un calendario preestablecido para cumplir esos logros sociales que alineen a Marruecos con los países europeos.