Seis trabajadores humanitarios franceses y sus dos guías nigerianos fueron asesinados este domingo a tiros por un grupo de hombres armados. Las ocho víctimas habían ido a visitar la reserva natural de Kouré, a 60 kilómetros de Niamey, capital de Níger.
Los seis trabajadores, de nacionalidad francesa, eran miembros de la ONG, ACTED. Uno de los nigerianos era el conductor del convoy en el que viajaban cuando fueron sorprendidos y el otro era el presidente de la asociación encargada de las visitas al parque nacional, el único con manadas de jirafas de África Occidental.
“Las iniciativas ACTED e IMPACT condenan en los términos más enérgicos el asesinato sin sentido y bárbaro de nuestros colegas y sus guías. En este trágico momento, nuestros pensamientos están con sus familias y seres queridos en casa y en Níger”, ha publicado la página web de la organización.

El homicidio, perpetrado por hombres en motocicleta, “tuvo lugar alrededor del las 11:30 am (12:30 pm en Paris) a seis kilómetros al este de la localidad de Kouré”, señala el diario francés Le Parisien con testimonio de una persona cercana a los servicios de seguridad. “La mayoría de las víctimas fueron asesinadas a tiros y una mujer que logró escapar fue capturada y asesinada”, continua el testimonio.
Los líderes de Francia y Níger han expresado, asimismo, sus condolencias a las familias de las víctimas y se han comprometido a seguir luchando contra el terrorismo. En un comunicado, el presidente nigeriano Mahamadou Issoufou condenaba este “cobarde y bárbaro ataque terrorista” y extendía sus condolencias al presidente francés, Emmanuel Macron, quien mostró su determinación por “luchar contra los grupos terroristas armados. La lucha continua”.

Aún no ha habido reivindicación del atentado, pero la reserva de jirafas se encuentra en la región Tillaberi, que permanece bajo la influencia de Daesh y en la que, en 2017, mataron a cuatro soldados estadounidense y cinco nigerianos.
Esta zona se encuentra en estado de emergencia desde el 2017 y en mayo de este año, las autoridades locales dijeron que al menos 20 personas murieron en ataques de hombres armados en varias aldeas de la región.
La complejidad de una región como la del Sahel se acentúa con la presencia y convivencia de diferentes organizaciones criminales, milicias étnicas, grupos armados y autoridades gubernamentales, lo que estimula un ambiente de inseguridad continuo. Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Boko Haram o Daesh son organizaciones terroristas que están asentadas en esta zona, convirtiéndola en una zona complicada para las fuerzas armadas. Es en esta zona, donde durante años, tanto AQMI como Daesh han protagonizado una lucha por el liderazgo y la yihad regional.
El pasado 13 de enero, Francia y los países del G5 Sahel (Níger, Chad, Mauritania, Burkina Faso y Mali) acordaron en una cumbre en París reforzar su cooperación militar frente a los ataques yihadistas en el Sahel.
A principios de año, el diario norteamericano The Washington Post revelaba cómo las facciones de Al-Qaeda y Daesh en el Sahel se habían puesto de acuerdo y se habían convertido en aliados en esta zona para coordinar ataques, a pesar de que en otras zonas como Siria o Yemen son eternos rivales. Ambos grupos han aprovechado los problemas de esta región para captar jóvenes vulnerables y así, ganar terreno en Mali, Níger y Burkina Faso para planificar ataques contra las fuerzas desplegadas en esos países y hacer más difíciles la lucha contra el terrorismo.
Según el Observatorio internacional de estudios sobre terrorismo, la situación en el Sahel Occidental se ha agravado respecto a meses anteriores, poniendo fin a la tendencia positiva que se estaba registrado desde principios de año. “El total de ataques registrados asciende a 71, y 320 civiles y militares han perdido la vida en los mismos”, apunta el Observatorio. El país con mayor número de atentados y victimas es Burkina Faso, seguido por Níger y Nigeria.
El Ministerio de Asuntos Exteriores francés, en un mapa tiene clasificado en color rojo a gran parte del país subsahariano como ‘no recomendado’. El área de Kouré, donde tuvo lugar la tragedia, está clasificada como naranja: no se recomienda viajar a nos ser que se por razones imperiosas. “Debido a la situación de seguridad en la región, la amenaza terrorista para Níger, especialmente fuera de la capital y cerca de las fronteras, es alta. Es probable que los movimientos terroristas presente en el Sahel, así como en Nigeria y en la zona del lago (Boko Haram) lideren las operaciones en Níger”, recoge el portal web del Ministerio francés.
Francia ha desplegado un total de 5.100 soldados para ayudar a combatir la creciente insurgencia en la región del Sahel, y una fuerza local del Sahel formada por soldados de Mali, Níger, Chad, Mauritania y Burkina Faso también trabajan en la lucha contra el terrorismo yihadista.