La ONU pide ayuda al Consejo de Seguridad para combatir la hambruna en Sudán

Altos funcionarios de las Naciones Unidas han pedido al Consejo de Seguridad ayuda para conseguir que la ayuda humanitaria llegue a Sudán “a través de las fronteras, a través de las líneas de batalla, por aire, por tierra” para combatir la hambruna que se ha apoderado de al menos un lugar en el norte de Darfur.
El mes pasado, Estados Unidos sugirió que el organismo de 15 miembros considerara autorizar el acceso de la ayuda a través de pasos fronterizos como el de Adre desde Chad. Pero el gobierno de Sudán, alineado con el ejército, y Rusia, con poder de veto en el Consejo, dijeron el martes que no era necesario que el Consejo de Seguridad tomara medidas.
“Si hay una hambruna… estamos dispuestos a cooperar con ustedes y abriremos los cruces para cualquier ayuda humanitaria. No es el gobierno, que me enorgullece presentar aquí, el que está bloqueando la ayuda humanitaria”, indicó al consejo el embajador de Sudán ante la ONU, Al-Harith Idriss Al-Harith Mohamed.
La semana pasada, un organismo que monitorea el hambre en el mundo, la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC), dijo que más de 15 meses de guerra en Sudán y las restricciones a las entregas de ayuda han causado hambruna en el campamento de Zamzam, en el norte de Darfur, para personas internamente desplazadas.
El gobierno de Sudán rechazó las declaraciones, mientras que Rusia las puso en duda.
La guerra en Sudán estalló a mediados de abril del año pasado a partir de una lucha de poder entre el ejército y las Fuerzas paramilitares de Apoyo Rápido (RSF) antes de una transición planificada a un gobierno civil.
Zamzam se encuentra en una zona que es el último bastión importante de las RSF en todo Darfur. Las RSF han estado sitiando la zona y la ayuda no ha llegado al extenso campamento durante meses.
“Cuando hay hambruna, significa que llegamos demasiado tarde, que no hicimos lo suficiente, que nosotros, la comunidad internacional, hemos fracasado”, señaló el martes Edem Wosornu, alto funcionario de ayuda humanitaria de la ONU, al Consejo de Seguridad.
Acceso transfronterizo
En febrero, el gobierno prohibió el envío de ayuda a través del paso fronterizo de Adre, una de las rutas más cortas para llegar a la región azotada por el hambre. Los funcionarios gubernamentales han afirmado que el paso es utilizado por las RSF para transportar armas.
Wosornu destacó que Adre “sería la vía más eficaz y permitiría que la asistencia se entregara con la velocidad y la escala requeridas en este momento crucial y crítico”. También apuntó que un pedido de ayuda de la ONU para Sudán por 2.700 millones de dólares sólo había sido financiado en un 32 por ciento.
Stephen Omollo, alto funcionario del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, afirmó que, hasta que haya un alto el fuego, se necesita “urgentemente la ayuda del consejo para garantizar que podamos llevar a cabo nuestro trabajo de manera efectiva y sin interferencias”, agregando que se necesitaba acceso a través de Adre y otras rutas de suministro transfronterizas.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, sugirió que el Consejo de Seguridad considere adoptar una resolución para aprobar el envío de ayuda transfronteriza a Sudán, siguiendo el ejemplo de las medidas adoptadas en Siria.
Los diplomáticos dijeron que no hay ninguna acción de ese tipo inminente. Por su parte, el embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyanskiy, anuncio al Consejo que la comunidad internacional "no debería interferir en los asuntos internos de Sudán con el pretexto de la grave situación humanitaria e indicar a las autoridades legítimas qué corredores humanitarios deberían abrirse".
Entre 2014 y 2023, el Consejo autorizó el envío de ayuda desde países vecinos a millones de personas, principalmente en zonas de Siria controladas por la oposición. Se necesitaba autorización porque las autoridades sirias no estaban de acuerdo con la operación.