Las acusaciones de corrupción por parte del partido opositor CHP han desencadenado una campaña publicitaria en la que se exige conocer el paradero de 128.000 millones de dólares. Esta gran suma de dinero fue supuestamente usada durante el mandato del exministro de Finanzas, Berak Albayrak, yerno del presidente Tayyip Erdogan. Según el CHP, se utilizaron millones de dólares de reservas extranjeras para estabilizar la lira turca, aunque ha seguido cayendo en picado y perdiendo valor.
La oposición ha comenzado una campaña bajo el lema “¿Dónde están los 128.000 millones de dólares del Banco Central? Las protestas en las calles han sido reprimidas por las fuerzas policiales turcas, que han usado cañones de agua y vehículos armados. Igualmente quitaron las pancartas que habían colgado los ciudadanos en los balcones y las vallas publicitarias del CHP.

La respuesta de las autoridades no ha amedrentado a la oposición, que ha continuado con la campaña de protesta en redes sociales. Muchos políticos del CHP han cambiado sus fotos de perfil en sus cuentas personales a “128”, en alusión al escándalo del Gobierno. El CHP exige explicaciones por parte de Ejecutivo, insistiendo en que ese dinero es de todos los ciudadanos turcos. “Estamos preguntando por el dinero de los pobres, los necesitados y los huérfanos”, escribió Kemal Kilicdaroglu, líder del partido opositor en Twitter. Erdogan ha declarado que en la lucha contra el coronavirus se ha necesitado grandes cantidades de dinero.
“La falta de reservas muestran la falta de transparencia financiera en el país”, declaró Kamil Oktay Sindir, político del CHP. Sindir considera que es su obligación controlar y analizar el presupuesto y los recursos económicos del país. “Derivamos este derecho de la Constitución”, señaló a Arab News. “Los turcos están pagando enormes impuestos y merecen que el gobierno rinda cuentas sobre cada centavo que gasta”, añadió el político. Asimismo subrayó la falta de credibilidad de inversores extranjeros en Turquía, “la confianza en el funcionamiento de la economía se está erosionado”. La entidad económica Goldman Sachs anunció que el Banco Central turco había “malgastado” más de 100.000 millones de sus reservas en 2020 para detener la depreciación de la lira. “El presupuesto de la NASA para 2020 era de 22.6 mil millones, incluso podríamos haber ido a Marte”, ironizó el periodista turco Serif Turgut en Twitter.

El antecedente de esta protesta se encuentra en la destitución del Naci Agbal, exdirector del Banco Central. A raíz de este despido, el CHP solicitó una investigación parlamentaria sobre el cese de Agbal en medio de rumores de especulación y corrupción. Ali Babacan, líder del Partido Democracia y Progreso (DEVA), especuló sobre el despido del exgobernador. Babacan considera que Agbal podría haber sido despedido porque planeaba investigar la venta de 130.000 millones de dólares en reservas de divisas cuando Berat Albayrak fue ministro de Finanzas.
No obstante, este escándalo no es el único al que debe enfrentarse el Gobierno de Turquía. El pasado mes de marzo salió a la luz un vídeo de Kursat Ayvatoglu, político del AKP (el partido de Erdogan) esnifando cocaína en un coche de lujo. Miembros del AKP afirmaron que se trataba de azúcar en polvo y no de cocaína, algo que los opositores consideraron “ridículo”. Pero posteriormente el propio Ayvatoglu admitió que era consumidor de cocaína y traficante de drogas. También se publicaron fotos del político en lugares lujosos y consumiendo alcohol, algo que va en contra de los valores islamistas del AKP.