Abdul Hamid Dbeibe competirá con otras figuras relevantes del panorama político libio, como el mariscal Jalifa Haftar, que recientemente ha estado buscando apoyo en Israel

El primer ministro libio se postulará para presidente de cara a las elecciones de diciembre

photo_camera AFP/MAHMUD TURKIA - El primer ministro de Libia, Abdul Hamid Dbeibé

Comienza la cuenta atrás para las elecciones presidenciales libias, previstas para el 24 de diciembre. La Comisión Suprema Electoral del país ha abierto hoy el plazo para registrar las candidaturas de los aspirantes a presidentes. Asimismo, este lunes se abrirán un total de 1.906 colegios electorales para distribuir cartillas electorales, según informa EFE.

El plazo para presentarse como candidato para liderar la presidencia libia estará abierto hasta el 22 de noviembre, mientras que los aspirantes parlamentarios podrán postularse hasta el 7 de diciembre, según ordena el Parlamento de Tobruk. Esta cámara legislativa, liderada por Aguila Saleh, se constituyó en la parte oriental del país en 2014 frente al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) de Trípoli. Este Parlamento ha sido también el último elegido democráticamente.

Imad Al-Sayeh, presidente de la Comisión Electoral, ha instado a los aspirantes a “cumplir con las reglas de registro y proporcionar todos los documentos requeridos sin demora”. También ha pedido a los casi 2,8 millones de libios llamados a las urnas que acudan a los centros donde estén registrados para obtener las cartillas electorales y poder así ejercer su derecho al voto en diciembre.

imad al sayeh

Los ciudadanos libios tendrán varias opciones para elegir, entre las que se encuentran el mariscal líder del Ejército Nacional Libio (LNA), Jalifa Haftar; el hijo del exdictador libio, Saif Al-Islam Gaddafi; y posiblemente también el actual primer ministro del GNU, Abdul Hamid Dbeibe. Según informó un alto funcionario a Reuters, Dbeibe “anunció su intención de postularse para las próximas elecciones presidenciales”. También, varios medios señalan como posibles candidatos a Aguila Saleh, jefe del Parlamento; Ibrahim al Dabbashi, embajador libio ante Naciones Unidas durante el mandato de Gadafi y Fathi Bashagha, exministro del Interior, vinculado con milicias salafistas del oeste del país.

Haftar es una de las figuras más relevantes dentro del panorama político libio desde que regresó al país en 2011 tras varios años exiliado en Estados Unidos. El mariscal, a través del LNA, se enfrentó a las milicias islamistas del país, llegándolas a expulsar de algunos bastiones clave. Durante su disputa con el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), Haftar ha contado con apoyo extranjero procedente de Francia, Rusia o Emiratos Árabes Unidos, entre otros. El GNA, por otra parte, ha sido amparado por Turquía principalmente. Ambas partes pactaron un alto el fuego en agosto de 2020.

bashagha
El hijo de Haftar visita Israel

A pesar de los lazos existentes con varias potencias fuertes, Haftar continúa buscando apoyo fuera de Libia. Recientemente, el hijo del mariscal ha viajado a Israel “en busca de vínculos diplomáticos para la ayuda militar”, tal y como informó Yossi Melman, periodista del medio israelí Haaretz. Saddam Haftar es la mano derecha del militar, incluso llegó a ser nombrado comandante del Ejército mientras Jalifa estuvo ingresado en un hospital de París hace unos años.

El hijo de Haftar aterrizó en el aeropuerto de Ben Gurion de Tel Aviv a bordo de su avión privado de fabricación francesa procedente de Dubái. Saddam permaneció en territorio israelí durante 90 minutos aproximadamente, aunque, según asegura el medio hebreo, “no está claro con quién se reunió”. No obstante, Haaretz señala que, en el pasado, Haftar había mantenido contactos con Israel a través del Mossad, a pesar de que Trípoli no tiene relaciones con Jerusalén.

haftar

“Israel siempre ha tenido interés en Libia debido a su ubicación geoestratégica en el Mediterráneo y su proximidad a la frontera con Egipto, y también debido a la gran comunidad de judíos libios en Israel y su influencia sobre los judíos libios que emigraron a Italia”, explica Melman.

El periodista también afirma que, tras la muerte de Gadafi, Israel se situó más cerca de Haftar, ya que los almacenes de armas libios fueron saqueados y muchos equipos se enviaron a Hamás en Gaza y a Hezbolá en el Líbano. Jerusalén desarrolló entonces un diálogo con el mariscal para detener esos envíos. Sin embargo, “en un momento determinado, y para no poner todos los huevos en la misma cesta, el Mossad decidió ponerse en contacto con ambos gobiernos libios”, añade.

Miembros del LNA en ruta hacia Sirte, en Bengasi
El hijo de Gadafi, acusado de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad

Asimismo, es necesario destacar la candidatura de Saif Al-Islam, hijo mayor de Muamar Gadafi. El descendiente del dictador libio está acusado de crímenes de guerra durante las revueltas de Libia de 2011 por la Corte Penal Internacional. Por otro lado, el pasado mes de agosto, la Fiscalía de Libia emitió una orden de arresto contra Al-Islam por supuesta relación con mercenarios rusos. El hijo de Gadafi también está acusado por el Tribunal Penal por crímenes contra la humanidad.

Al-Islam expresó su deseo de “restaurar la patria perdida” durante una entrevista con el periódico The New York Times, donde tampoco descartó presentarse a las próximas elecciones libias. “El país está de rodillas, no hay dinero, no hay seguridad, no hay vida”, declaró.

Saif Al-Islam

Los próximos comicios de diciembre buscan poner fin a la violencia e inseguridad que lleva sufriendo el país norteafricano desde hace varios años. Otro tema preocupante que afecta a Libia es la presencia de mercenarios extranjeros enviados por las distintas potencias que aspiran expandir su influencia en el territorio. El futuro Gobierno libio deberá trazar un plan que solucione este desafío, ya que, hasta que los paramilitares extranjeros no abandonen el país, Libia no podrá iniciar su camino hacia la recuperación y la estabilidad. 

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