Proclamación del renacimiento del Estado cabila: un golpe a la junta militar de Argel
El sábado 20 de abril de 2024, a las 18.57 horas, frente a la sede de la ONU, a orillas del East River, en el distrito de Manhattan, en el barrio de Turtle Bay, al este de Midtown, una multitud variopinta de orígenes diversos, ataviada con los colores de la bandera cabila, entonaban a coro el himno cabileño, "Ass n Tlelli" (El día de la libertad), dirigidos por el hombre que pocos minutos después proclamaría solemnemente "el renacimiento del Estado cabileño": Ferhat Mehenni.
Este hombre envuelto en un burnous cabileño, que una joven le colocó suavemente sobre los hombros mientras se preparaba para leer el artículo 1 de la ley que proclamaba el renacimiento del Estado cabileño, aún no era consciente del largo viaje que le había llevado hasta el pie de la torre de la sede de la ONU para vivir estas intensas palabras.
Desde el 20 de abril de 1980, fecha histórica del estallido de la Primavera Bereber en Tizi-Ouzou, capital de la Cabilia, hasta el 20 de abril de 2024, hemos recorrido un largo camino. Un camino sembrado de escollos y traiciones. Pero también ha habido muchos logros. Desde el reconocimiento de la identidad bereber hasta la proclamación del renacimiento del Estado cabilio, sin olvidar la enseñanza de la lengua bereber en las escuelas argelinas y su reconocimiento oficial en la Constitución argelina.
Logros por los que pagó muy caro. Ha sido encarcelado, exiliado, ha sufrido intentos de asesinato, el régimen argelino emitió órdenes internacionales de detención el 26 de agosto de 2021 y fue condenado a cadena perpetua por un tribunal argelino el 14 de noviembre de 2022.
El régimen argelino va aún más lejos al inscribirlo en el boletín oficial como terrorista, junto con otros intelectuales que cuestionan la legitimidad de un gobierno impuesto mediante fraude electoral y rechazado por la mayoría de la población. En Cabilia, la participación en las elecciones presidenciales de diciembre de 2019 en los dos principales wilayatos (departamentos) del país cabila, Tizi-Ouzou y Bejaïa, fue nula.
El régimen argelino, que clasifica a Ferhat Mehenni y a algunos de sus compañeros de viaje, no se ha atrevido a pedir a las autoridades estadounidenses que detengan a este "terrorista" que les desafía a los pies de la torre que alberga la sede de la ONU en Nueva York.
Tampoco ha protestado ante las autoridades francesas por las manifestaciones periódicas de miles de militantes del Movimiento para la Autodeterminación de la Cabilia (MAK) en las calles de París y otras ciudades francesas.
A pesar del duro golpe, el régimen de Argel se quedó mudo y no conocemos ninguna reacción por su parte. Ni en Cabilia, donde varias manifestaciones marcaron el anuncio hecho en Nueva York, ni en Argelia ni en el extranjero.
La prensa argelina tampoco mencionó el acontecimiento, siguiendo los pasos de los poderes fácticos, que los controlan con firmeza.
