Putin enseña sus dientes al mundo en la Plaza Roja de Moscú

Rusia quiere seguir siendo una gran potencia mundial y como tal quiere ser respetada en el escenario global. El presidente Vladimir Putin, las autoridades que gobiernan el país e incluso los ciudadanos rusos saben del imparable ascenso de su vecina China… pero todos se mantienen firmes en aspirar a volver a convertirse en la superpotencia militar que la Unión Soviética fue en el pasado.
El mayor ejemplo de sus capacidades militares es el desfile que cada 9 de mayo se celebra en la Plaza Roja de Moscú con motivo del Día de la Victoria en la Gran Guerra Patria de 1941-1945, la fecha en la que el mariscal Wilhelm Keitel firmó en 1945 el acta de rendición incondicional de las Fuerzas Armadas alemanas ante los Aliados y se dio fin oficial a la Segunda Guerra Mundial en Europa.
Una de las grandes celebraciones del calendario festivo de Rusia, el acto central del Día de la Victoria es una parada militar por todo lo alto, en la que tradicionalmente el Kremlin muestra por vez primera vez las novedades de su arsenal de armas, arropadas por miles de soldados y centenares de sus más modernos carros de combate, vehículos de combate misiles y aeronaves.

En la jornada de mayo de 2021 se ha conmemorado el 76 aniversario del Día de la Victoria, que ha estado presidido por Vladimir Putin, al que ha acompañado en calidad de invitado especial el presidente de Tayikistán, Emomali Rahmon, que gobierna el país de Asia central desde 1994.
En la alocución que ha pronunciado ante unos 12.000 militares, en su gran mayoría encuadrados en 37 formaciones que han desfilado a pie, Putin ha recordado que es una fiesta que “siempre ha sido y seguirá siendo un día sagrado para Rusia”, porque “somos parientes consanguíneos de los que derrotaron, aplastaron y destruyeron al nacional-socialismo y descendemos de la generación de los vencedores”.

El presidente de la nación más extensa del mundo ha recalcado que Rusia “defiende constantemente el derecho internacional, sin dejar de proteger nuestros intereses nacionales y la seguridad de nuestro pueblo”. Para dejar constancia de sus palabras, ante la tribuna presidencial han desfilado en formación cerrada 37 unidades de combate, academias militares de oficiales y cadetes, así como tropas del Ministerio de Emergencias, de la Guardia Nacional y unidades de vigilancia de fronteras del Servicio Federal de Seguridad de Rusia.
Según el Ministerio de Defensa ruso, en total se han mostrado 190 equipamientos bélicos, que abarcan desde armas individuales y colectivas ‒fusiles de asalto, de precisión y ametralladoras ‒hasta sistemas de misiles móviles de corto y medio alcance. Por supuesto, carros y vehículos de combate mecanizados, sobre ruedas y hasta el robotizado Uran-9 de más de 10 toneladas, con misiles y armas antiaéreas.
Entre ellos el temible y de diseño original carro de combate de nueva generación T-14 Armata de 55 toneladas, con un diseño concebido para minimizar su silueta radar y térmica. Presentado por vez primera en 2015 cuando todavía estaba en desarrollo, está armado con un cañón 2A82-1M de 125 milímetros de ánima lisa, tiro rápido y carga automática, con capacidad para disparar misiles.

El T-14 está envuelto con una muy protección llamada Relikt, un blindaje reactivo y modular que neutraliza los proyectiles enemigos a un 1 metro de distancia del impacto, según fuentes rusas. Se le puede adaptar el más potente cañón 2A83 de 152 milímetros, cuya producción en serie se cree que ha comenzado en el presente año.
Su complemento es el vehículo oruga de combate de infantería Kurganets-25, con misiles contra carro y un nuevo cañón de 57 milímetros. En paralelo se ha mostrado por vez primera el 4x4 Typhoon en versión de defensa aérea. También ha desfilado el modernizado carro de combate T-90 Proryv-3, del que desde finales del pasado siglo se han fabricado más de dos millares de unidades. De 50 toneladas de peso y con el potente cañón 2A82-1M del T-14 Armata, también está recubierto de Relikt.

Conocedora de la amenaza que representa el potencial aéreo, Rusia dedica un gran esfuerzo a sus desarrollos de sistemas de defensa aérea. Entre los más avanzados de corto alcance estaba el Pantsir-S ‒designado por la OTAN SA-22 “Greyhound”‒, que aúna sobre una misma plataforma misiles y cañones antiaéreos de 30 milímetros para la defensa a medio y corto alcance.
Expectación ha levantado el lanzamisiles múltiple tierra-aire sobre vehículo oruga Buk-M3 Viking ‒con código OTAN SA-11 “Gadfly”‒, que fue desvelado en 2020 en su versión exportación. Con 16 bocas de disparo, su alcance se ha ampliado hasta los 130 kilómetros. Otro semejante es el sistema de misiles tierra-aire de corto alcance Tor-M2, ‒código OTAN SA-15 “Gauntlet”‒, diseñado para destruir aviones, helicópteros, misiles de crucero, municiones guiadas de precisión, y vehículos aéreos no tripulados.

También se ha visto al más conocido sistema antimisil S-400 Triumf de 40 kilómetros de alcance, adquirido en 2019 por la Turquía de Erdogan y que ha dado paso a un desencuentro con la Alianza Atlántica. Tampoco ha estado ausente de la cita de la Plaza Roja el potente sistema de misiles balísticos intercontinentales móvil sobre ruedas (8 pares) RS-24 Yars ‒código OTAN SS-27‒ con un alcance estimado de 12.800 kilómetros y capacidad para ser armado con cabezas de guerra nucleares múltiples.
Ni la versión más moderna del lanzamisiles móvil 8x8 9K720 Iskander-M ‒código OTAN SS-26 Stone‒ con una cabeza de guerra que puede ser nuclear o convencional y cuyo alcance se sitúa entre los 400 y 500 kilómetros. En el marco de la artillería de saturación hay que resaltar el lanzacohetes TOS-1A. Montado sobre un chasis de carro de combate T-72, dispone de 30 tubos de lanzamiento de 220 milímetros de calibre.

En la parada militar no podía faltar un desfile aéreo. Han participado 76 aviones y helicópteros de todos los tipos, en especial los de combate y asalto Kamov Ka-52 y Mil Mi-28. En vuelos a baja cota se ha visto a los bombarderos estratégicos Sukhoi Su-35S y al enorme Tu-160, esta vez armado con misiles de largo alcance. Y a los aviones de combate e interceptores Su-30M, Su-34, Su-24M y Mikoyan MiG-29S y MiG-31K, este último acondicionado para llevar el nuevo misil hipersónico Kinzhal.
El desfile militar de la Plaza Roja de Moscú no es el único que se celebra para conmemorar la victoria sobre Alemania. Celebraciones militares se llevan a cabo en cerca de 400 poblaciones a lo largo y ancho del inmenso territorio del país. Desfiles militares se celebran en las cabeceras de los 19 distritos militares terrestres y navales y en las grandes localidades, entre ellas en las declaradas por Stalin “ciudades heroicas” por sus resistencia frente a las tropas del Eje: Volgogrado, Kerch, Murmansk, Novorossiysk, San Petersburgo, Sebastopol, Smolensk y Tula.