El petróleo producido en las zonas controladas por la administración autónoma de Siria septentrional y oriental es transportado por una cadena de empresas tapadera afiliadas a Barzani y termina en Turquía

La red de contrabando de petróleo de Siria une a Turquía, a los kurdos sirios y a la familia Barzani

photo_camera AFP/DELIL SOULEIMAN - Manifestantes kurdosirios arrojan piedras contra un vehículo militar turco durante una patrulla conjunta turco-rusa, cerca de la ciudad de Al-Muabbadah en la parte noreste de Hasakah, en la frontera siria con Turquía

La disminución de la violencia en los frentes del conflicto sirio en los últimos años ha suscitado esperanzas de que mejore la situación general en el país afectado por un decenio de conflicto. Sin embargo, este impulso positivo no ha estado a la altura de las expectativas: tanto el Gobierno como las zonas de oposición siguen sufriendo una grave crisis económica. Las provincias nororientales administradas por los kurdos sirios también se han visto afectadas por el colapso económico. Aunque la Administración Autónoma de Siria Septentrional y Oriental (AANES) controla la mayoría de los yacimientos petrolíferos del país, tiene dificultades para exportar el combustible que produce. El comercio con el Gobierno sirio y la oposición proporciona ingresos, pero ha demostrado ser inestable y menos lucrativo que la venta de petróleo en el extranjero. En su búsqueda de beneficios, los kurdos sirios encontraron un socio improbable en su archienemigo, Turquía, mientras que la familia Barzani del Kurdistán iraquí mediaba entre ambos bandos.

Una alianza improbable

Fuentes que conocen la operación de contrabando afirman que los dirigentes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y los servicios de inteligencia turcos han llegado a un acuerdo sobre la exportación de petróleo sirio a Turquía a través de la región del Kurdistán iraquí. El acuerdo no ha tenido ninguna repercusión en la posición de Ankara con respecto a las Fuerzas de Defensa de Turquía: los políticos turcos, incluido el presidente Recep Tayyip Erdogan, se refieren regularmente a los combatientes de las Fuerzas de Defensa de Turquía como "terroristas" en los medios de comunicación y amenazan con "destruir todos los grupos terroristas" cerca de sus fronteras. Al parecer, la FDS ha encontrado suficiente flexibilidad para adoptar un enfoque pragmático que ha sido compartido por las autoridades turcas preocupadas por la crisis económica nacional.

Por el contrario, la participación de la familia Barzani en el acuerdo no es nada inesperada. Durante casi dos decenios en el poder, la influyente familia ha fortalecido sistemáticamente los vínculos comerciales (basados en gran medida en el comercio del petróleo) entre la región del Kurdistán y Turquía, lo que es motivo de constante preocupación para el Gobierno iraquí, que trata de reclamar una parte de los beneficios.

El expresidente del Gobierno Regional del Kurdistán iraquí (GRC) Massoud Barzani, su hijo y actual primer ministro del GRC, Masrour Barzani, así como el sobrino de Massoud, Massoud Nechirvan Barzani, que es el presidente de la Región del Kurdistán, han sido acusados anteriormente de participar en operaciones turbias de exportación de combustible. Además de utilizar los beneficios del petróleo para adquirir suntuosas propiedades en Estados Unidos y Europa, los Barzani también fueron presuntamente responsables del transporte de petróleo sirio para la empresa estadounidense Delta Crescent, que llegó a un acuerdo con las FDS en agosto. 

El acuerdo entre Turquía, las FDS y la familia Barzani parece ser paralelo al acuerdo entre las FDS y Delta Crescent. No está claro si los americanos han sido informados sobre los mecanismos de exportación ya aplicados por sus aliados kurdos.

En resumen, las partes lograron encontrar un equilibrio que permitió que prevalecieran los intereses comunes, y el petróleo sirio comenzó a reportar beneficios a todas las partes involucradas.

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El viaje del petróleo 

La compleja carretera que lleva el petróleo sirio a Turquía comienza en los campos petrolíferos entre las ciudades de Rmaylan y Tel-Adas, en la provincia de Hasaka, donde se produce el petróleo crudo y se carga en buques cisterna que lo llevan a la refinería de Taramish. Después de eso, el petróleo se introduce de contrabando en Irak a través de dos rutas principales.

La primera ruta recorre los cauces secos de los ríos antes de llegar al paso fronterizo de Semalka, en el noreste de Hasaka, mientras que la segunda utiliza camiones cisterna con matrícula iraquí que se dirigen al paso fronterizo de Al-Walid y luego a las provincias de Duhok y Erbil en el Irak. Los camiones son operados por la compañía Naji con sede en la ciudad de Duhok. Desde Irak, el petróleo es exportado a Turquía por Aslan Oglu, una empresa de transporte que trabaja en Siria, Irak y Turquía. Alrededor de 200 camiones, o 6.000 toneladas de petróleo, llegan a su destino cada día. 

Además, en octubre se estableció una tercera ruta tras un acuerdo complementario entre las FDS y la inteligencia turca. La ruta une Tel-Adas con la ciudad fronteriza de Qamichli y permite el contrabando de hasta 9.000 toneladas de petróleo por día.

El contrabando de petróleo sirio beneficia a todos los participantes. Los kurdos sirios han adquirido un mercado de exportación estable y los Barzani han impedido la aparición de un posible competidor al actuar como intermediarios entre las FDS y Turquía, que recibía petróleo barato. El único perdedor es la propia Siria: mientras sus recursos naturales se hayan sacado de contrabando del país y las ganancias vayan a parar a los bolsillos de los traficantes, la recuperación económica y la reconstrucción de la posguerra seguirán siendo imposibles. 

Ahmad al-Khaled es un periodista independiente que se centra en la participación de agentes extranjeros en el conflicto de Siria y sus consecuencias a nivel regional y mundial.

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