Secuestro en Argelia de los cuatro hijos del general Gaïd Salah, mentor del presidente Tebboune, por los servicios secretos

Mourad, Hichem, Boumediene y Adel llevan diez días desaparecidos sin que nadie diga una palabra. Su anciana madre lucha sola por tener noticias de sus hijos, secuestrados por agentes de paisano que irrumpieron de madrugada en el domicilio familiar de Annaba, ciudad situada a 600 km al este de Argel.
La viuda del general Ahmed Gaïd Salah viajó a Argel para solicitar una entrevista con el presidente Tebboune, que debía su cargo a su difunto marido. Se le denegó el acceso al palacio presidencial. A continuación, se dirigió a la sede del Estado Mayor del Ejército para solicitar una audiencia con el general Saïd Chengriha. También en este caso le cerraron todas las puertas. Intentó cuatro veces más entrevistarse con el general Chengriha. Fue en vano. Al tercer intento, se desmayó. Fue evacuada al hospital militar de Aïn Nadja, pero no hubo encuentro con el hombre fuerte del régimen actual.
Hace apenas unas horas, recibió por fin noticias de sus cuatro hijos, dos de los cuales, Mourad e Hichem, habían sido liberados. Los otros dos, Boumediene y Adel, están detenidos en el Centro Técnico de Investigación (CTRI) de la 5ª Región Militar de Constantina. En las próximas horas comparecerán ante el fiscal del tribunal militar y, sin duda, permanecerán en prisión preventiva a la espera de juicio.

Boumediene y Adel Gaïd Salah están implicados en varios casos de corrupción, tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito. Ya habían sido investigados por la Dirección Central de Seguridad del Ejército por los mismos cargos en 2020. Sin embargo, por orden del presidente Tebboune, fueron puestos en libertad y se cerró el caso. Sin embargo, como muchos otros hijos de generales y exaltos cargos del Gobierno, siguen sujetos a la prohibición de salir del país.
Recién instalado en el palacio presidencial gracias a un fraude electoral sin precedentes organizado por el general Ahmed Gaïd Salah, el presidente Tebboune aún tenía la memoria fresca y no podía volverse tan rápidamente contra su mentor, aunque éste se encuentre en la clandestinidad. Lo mismo ocurría con el general Saïd Chengriha, que debe su cargo al mismo Gaïd Salah que le nombró comandante de las fuerzas terrestres, allanando el camino para su sucesión como jefe del Estado Mayor del Ejército argelino.
Han pasado cuatro años desde la primera detención de los dos hijos del general fallecido, y aquí están de nuevo en las redes de la justicia. Es el caso del general Aouis Soufiane el que desenterrará el caso de los hijos de Gaïd Salah.

El antiguo jefe de la Dirección Central de Infraestructuras Militares y antiguo responsable del Establecimiento Central de Construcción, empresa perteneciente al Ministerio de Defensa Nacional y especializada en obras de infraestructura (véase nuestro artículo del 24/10/2023), fue detenido el pasado mes de octubre por varios casos de corrupción y enriquecimiento ilícito. En su domicilio se descubrió la suma de 300.000 millones de céntimos argelinos, el equivalente a 20.448.000 euros.
Durante su comparecencia, mencionó a los hijos de Gaïd Salah como cómplices. Le proporcionaron protección gracias a su padre, entonces jefe del Estado Mayor del Ejército y viceministro de Defensa Nacional. Obviamente, recibieron a cambio un cómodo porcentaje.
Se reunirán con él en la prisión militar para compartir con él los oscuros días que le esperan.