Tensión diplomática entre Reino Unido e Irán

Las relaciones bilaterales entre Teherán y Londres se están viendo afectadas tras la detención de tres ciudadanos en la capital británica bajo sospechas de espionaje y preparación de actos violentos. Los detenidos fueron presentados el pasado sábado 24 de mayo ante la Corte de Magistrados de Westminster y volverán a comparecer ante el Tribunal Penal de Old Bailey el próximo 6 de junio. Siendo un caso que ha desatado desacuerdos entre las partes debido al procedimiento que se ha llevado a cabo para los detenidos.
Los acusados, identificados como Mostafa Sepahvand de 39 años, Farhad Javadi Manesh de 44 años y Shapoor Qalehali Khani Noori de 55 años, fueron arrestados el pasado 3 de mayo. Según las autoridades británicas, los tres estarían implicados en actividades de vigilancia y reconocimiento vinculadas con un presunto plan para atacar a periodistas del canal Iran International, medio persa opositor con sede en Londres y considerado una organización terrorista por Teherán.
La Fiscalía de Inglaterra y Gales los ha imputado en virtud de la Ley de Seguridad Nacional, acusándolos de haber cometido actos “susceptibles de ayudar a un servicio de inteligencia extranjero” entre agosto de 2024 y febrero de 2025. Además, Sepahvand enfrenta cargos adicionales por realizar tareas de vigilancia y reconocimiento con la intención de cometer violencia grave contra una persona en Reino Unido, mientras que Manesh y Noori enfrentan los cargos adicionales de participar en vigilancia y reconocimiento para ayudar a otra persona a cometer actos de violencia grave.

El jefe del Mando Antiterrorista de la Policía Metropolitana, Dominic Murphy, calificó las acusaciones como “cargos extremadamente graves bajo la Ley de Seguridad Nacional” y subrayó que fueron detenidos tras una “investigación rápida pero compleja”. Según el Gobierno británico, los implicados habrían llegado al país por medios irregulares entre 2016 y 2022, incluso a bordo de pequeñas embarcaciones.
Tras la imputación formal de los acusados, el Reino Unido convocó el pasado 19 de mayo al embajador iraní en Londres, Seyed Ali Mousavi. En un comunicado, la Foreign Office aseguró que “la protección de la seguridad nacional sigue siendo nuestra máxima prioridad y que Irán debe ser responsabilizado por sus actos”.
En respuesta, Teherán convocó al encargado de negocios británico en su Embajada en Irán para presentar una protesta formal. El Ministerio de Exteriores iraní, Abas Araqchi, denunció que las detenciones son “infundadas” y acusó a Londres de negar el acceso consular a los arrestados, advirtiendo que el Reino Unido será “totalmente responsable” de las consecuencias de lo que considera “acciones políticamente motivadas”. Además, recuerda a las autoridades británicas que deben garantizar a los ciudadanos iraníes detenidos el debido proceso, en una declaración recogida por la cadena de televisión iraní Press TV.
Tras la reunión entre el embajador de Irán, Ali Mousavi y Dan Jaffers, subsecretario de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior en Reino Unido, se cree que podría tratarse de una “operación de falsa bandera” destinada a deteriorar las relaciones bilaterales. “Existe un historial de terceros empeñados en descarrilar la diplomacia y provocar una escalada, recurriendo a medidas desesperadas, incluyendo operaciones de falsa bandera”, declaró el ministro de Exteriores iraní, Abas Araqchi.
Este incidente ocurre en un clima de creciente tensión entre ambos países. El pasado marzo, el Reino Unido incluyó a Irán, sus servicios de inteligencia y a los Guardianes de la Revolución en el nivel más alto del Registro de Influencias Extranjeras (FIRS), un programa diseñado para contrarrestar actividades encubiertas y malignas de actores extranjeros. Cualquier individuo que actúe en nombre de gobiernos como Irán o Rusia deberá registrarse o enfrentarse a penas de hasta cinco años de prisión cuando el esquema entre en vigor en este julio.

La preocupación de Londres respecto a amenazas procedentes de Irán no es reciente. El jefe del MI5, Ken McCallum, reveló en octubre del año pasado que los servicios de seguridad británicos habían desarticulado al menos 20 atentados “potencialmente mortales” vinculados a Irán desde 2022. En los cuales muchos de esos planes tenían como objetivo a disidentes iraníes radicados en el Reino Unido.
En uno de los casos más recientes, en marzo de 2024, Pouria Cerati, periodista de Iran International, fue apuñalado frente a su domicilio en Londres. Fueron arrestados tres sospechosos.
Frank Ferguson, jefe de la División de Crimen Especial y Antiterrorismo del Servicio de Fiscalía de la Corona (CPS), recordó que los procedimientos contra los acusados están activos y que deben respetarse las garantías del proceso judicial. “Tienen derecho a un juicio justo, y es esencial evitar cualquier tipo de informe o comentario que pueda perjudicar el proceso”, indicó.
Mientras tanto, ambas partes —representadas por el embajador Mousavi y el subsecretario británico de Seguridad, Dan Jaffers— han acordado mantener canales abiertos para abordar los malentendidos. En su última reunión, ambas delegaciones coincidieron en “la importancia del diálogo basado en la buena fe” y se comprometieron a continuar las conversaciones diplomáticas.