La nación euroasiática también podría enviar a oficiales de Somalia para apoyar al Gobierno de Acuerdo Nacional en la guerra civil libia

Turquía destina en pocos meses 2.500 miembros de la rama tunecina de Daesh a Libia

photo_camera PHOTO/REUTERS - Tropas leales al GNA en Trípoli, Libia, el 6 de julio de 2020

Turquía prosigue con su beligerante campaña en Libia en favor del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés) del primer ministro Fayez Sarraj, enfrentado al Ejército Nacional libio (LNA, por sus siglas en inglés) del mariscal Jalifa Haftar en la guerra civil que asola al país norteafricano desde el año 2014. Ahora surgen informaciones ofrecidas por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), organización radicada en Reino Unido que cuenta con una amplia red de informadores sobre el terreno en Siria, que indican que la nación presidida por Recep Tayyip Erdogan ha enviado durante los últimos meses a Libia 2.500 integrantes de la sucursal de Daesh en Túnez.

Por orden del Gobierno, la inteligencia turca ha transferido grupos yihadistas y miembros de Daesh de diferentes nacionalidades extranjeras desde Siria a Libia en los últimos meses. Según el OSDH, la inteligencia otomana destinó a 2.500 miembros del grupo tunecino de Daesh a Libia, de los miles de otros tunecinos del grupo yihadista que operan en Siria, país de Oriente Medio donde se desarrolla otro conflicto bélico civil en el que toma parte Turquía, país al que se señala por cooperar con elementos terroristas a sueldo en su favor. 

Según los datos manejados por el OSDH, el número de efectivos que llegaron a Libia aumentó a 16.100 mercenarios sirios, incluidos 340 niños menores de 18 años, de los cuales 5.600 regresaron a Siria después de finalizar sus contratos y obtener sus sueldos. Mientras tanto, Turquía sigue reclutando más mercenarios que son llevados a suelo turco para recibir entrenamiento militar.

Según fuentes del OSDH, los comandantes de las facciones respaldadas por Turquía malversan los emolumentos asignados a los combatientes, lo que ha generado gran malestar entre las filas de mercenarios y algunas deserciones. En este sentido, los salarios mensuales asignados a los soldados a sueldo son mayores de lo que perciben finalmente. 

Mientras, el número de mercenarios sirios respaldados por Turquía que fueron asesinados en operaciones militares en Libia ha aumentado a casi 470, incluidos 33 menores de 18 años, así como algunos comandantes del destacamento. 

Turquía participa activamente en las guerras de Libia y Siria con el claro objetivo de obtener una mejor posición geoestratégica y para lograr mayores recursos financieros ligados a la explotación de recursos petrolíferos y gasistas en el arco mediterráneo. Esa intervención se vale del uso de mercenarios a sueldo de diversas nacionalidades que provienen de territorio sirio, algunos de ellos ligados a antiguos grupos vinculados a organizaciones yihadistas como Daesh y Al-Qaeda. 

Últimamente, también se especula con informaciones que señalan que el país euroasiático podría enviar oficiales de Somalia con destino a Libia para apoyar al GNA.

Cabe recordar que en noviembre de 2019 el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y el primer ministro Fayez Sarraj rubricaron un acuerdo por el que se garantizaba el apoyo militar turco al GNA, reconocido internacionalmente por la ONU desde 2016 y radicado en la capital de Trípoli, frente al LNA de Haftar, vinculado al otro Ejecutivo oriental de Tobruk; un pacto por el que también se produjo el reparto de zonas económicas exclusivas en el Mediterráneo, que provocaron la protesta de países como Grecia y Chipre al considerar que se violan sus fronteras marítimas. 

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se reúne con el primer ministro de Libia, Fayez Sarraj, en Estambul, Turquía, el 27 de noviembre de 2019

En la visita de este domingo del ministro de Defensa de Turquía, Hulusi Akar, a Qatar para entrevistarse con el emir Tamim bin Hamad al-Thani se trató probablemente este asunto de la intervención en Libia. Y aquí puede radicar la clave del posible envío de oficiales somalíes al país norteafricano ya que Doha es base de formación militar de mandos de Somalia y punto de partida para el traslado combatientes a zonas en conflicto de Oriente Medio. 

Libya Review ha hecho referencia a un informe que señala que varios oficiales de inteligencia somalíes estaban recibiendo formación en la capital qatarí con el objetivo de ampliar la influencia de la monarquía del Golfo en el continente africano. Según este medio de comunicación, Turquía valora seriamente el envío de oficiales de Somalia para servir de soporte al GNA dentro de una guerra como la libia, que se ha convertido en un tablero de juego internacional con la participación de potencias foráneas a favor de las facciones enfrentadas para tratar de sacar réditos de la situación. En este sentido, por un lado, el Gobierno de Trípoli recibe el sustento de Turquía, Qatar e Italia; mientras, por otro, el LNA es apoyado por Arabia Saudí, Egipto, Emiratos (todos ellos rivales regionales de Qatar), Rusia y Francia. 

Esta última información aparece justo cuando el Pentágono de Estados Unidos ha confirmado recientemente que Turquía destinó entre 3.500 y 3.800 mercenarios sirios a Libia en los tres primeros meses del año. 

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