Osman Kavala, líder de la sociedad civil turca, compareció el viernes ante el tribunal en Estambul acusado de ir en contra de la doctrina turca. Acusado por una parte del Gobierno que intenta reprimir la disidencia, ha sido juzgado por un intento fallido de golpe de Estado en 2016. Peón de un juego político, Kavala se encuentra ahora en la prisión de máxima seguridad en las afueras de Estambul, Silivri.
Kavala es conocido por suscitar los derechos humanos a través del arte, es un empresario y filántropo de 63 años. Ha estado encarcelado más de tres años en Turquía, conmoviendo a muchos miembros de grupos de la sociedad civil, quienes pidieron a Turquía su liberación ya que no se le había condenado por ningún delito. Varias organizaciones de derechos humanos del mundo han criticado su arresto y han pedido su liberación.
Emma Sinclair-Webb de Human Rights Watch señala que Osman siempre había visto el valor de que los ciudadanos participen activamente en iniciativas cívicas pacíficas. Señala que son buenas para el bien público, no sólo para el bien de una parte de la sociedad. Asegura que Osman Kavala nunca formaría parte de un golpe de Estado.
Kavala, ha apoyado proyectos artísticos y sociales intentando unir la dividida sociedad turca. Es el director de la organización civil Anadolu Kultur de Turquía promoviendo a través del arte los derechos humanos. También fue miembro fundador de la Open Society Foundation del filántropo George Soros en Turquía.
Fue acusado de intentar derrocar al Gobierno turco durante las protestas del parque Gezi en Estambul en 2013. El 27 de mayo de aquel año, un grupo de activistas organizaron una sentada en Gezi para protestar contra la demolición del parque. El proyecto en marcha iba a convertir la superficie en una zona comercial. Tras el desalojamiento de éstos al día siguiente, fueron uniéndose más y más activistas. La tensión explotó el 31 de mayo, y el motivo de las protestas creció, ahora se manifestaban en contra de la violencia policial y de Erdogan.
Pocas horas después de ser absuelto fue detenido nuevamente debido a que se le relacionaba con un supuesto golpe de Estado para acabar con el Gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en 2016.
No se trata del primer caso ni el último de persecución del presidente turco hacia opositores. Tras el golpe de Estado, el Ejecutivo turco ha luchado contra la oposición llevando a cabo una masiva represión. Policías, maestros, jueces y funcionarios perdieron sus puestos por sospechas y acusaciones de pertenecer al movimiento del opositor Fethullah Gülen. Muchos fueron arrestados y detenidos.
En 2016 se designó oficialmente al movimiento de Gülen como grupo terrorista ya que se cree que el clérigo Fethullah Gülen es el autor intelectual del golpe de Estado de 2016.
En septiembre la Policía turca detuvo a 33 personas acusados de tener relación con Gülen. Además, en verano se detuvo a 42 estudiantes de la academia militar y 54 oficiales navales bajo la acusación de pertenecer al movimiento de Gülen. Los últimos supuestamente pasaron las pruebas para llegar al puesto con la ayuda del clérigo.