Una nueva columna militar formada por al menos 35 vehículos procedentes de Turquía ha cruzado a territorio sirio, a través del cruce de Kafr Lusin en la frontera de Iskenderun, según ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés), quien asegura que Ankara ha enviado más de 3000 vehículos militares durante los últimos 60 días a esta región. Esta organización con sede en Londres y una red de informantes en suelo sirio ha indicado que esta columna militar formada por vehículos turcos se dirigía a la denominada “zona de desescalada”, situada alrededor de Idlib.
El Gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha permitido desde el pasado dos de marzo la entrada de más de miles de camiones y vehículos militares en suelo sirio. Más allá de material militar, durante las última semanas el número de efectivos enviados por Turquía para hacer frente a las sucesivas contraofensivas lanzadas por el Ejército Árabe Sirio de Bachar al-Asad también han aumentado. Así, el SOHR ha incidido en que, desde principios del mes de marzo, el número de soldados turcos desplegados en Idlib y Alepo superó los 10.300. En total, desde entonces los activistas del Observatorio han registrado la entrada de más de 6.420 camiones y vehículos militares en el territorio sirio, incluidos tanques, vehículos de transporte de personal, vehículos blindados y radares militares.

En lo que llevamos de 2020 han sido varias las ocasiones en las que Turquía ha enviado material militar a esta región. Sin embargo, en 2019 el gasto militar de este país aumentó a 20.400 millones de dólares, un 5,8% más que el año anterior y un 86% más que en 2010, según un informe publicado por el Instituto Internacional de Investigación de la Paz de Estocolmo (SIPRI) el pasado 27 de abril al que ha tenido acceso el periódico Duvar English. Este incremento ha colocado a Turquía en el decimosexto puesto en el ranking de gastos militares elaborado por esta organización.
Mientras tanto, el mandatario turco ha asegurado este lunes que no tolerará más el acoso de terroristas o los ataques que incumplen los acuerdos en la provincia de Idlib. Erdogan ha hecho estas declaraciones en un discurso televisado tras mantener una reunión con su gabinete en Estambul. El presidente de Turquía advirtió de que las Fuerzas Armadas de Turquía “vigilarán de cerca cada paso de los miembros del grupo terrorista que operan en una amplia zona del norte de Irak y Siria”, según ha recogido la agencia de noticias turca Anadolu. “Invitamos a los países que tienen influencia en la región a que cumplan nuestros acuerdos permanentes, a que mantengan al grupo terrorista fuera de las fronteras determinadas y a que eviten los ataques del régimen”, insistió Erdogan.

Esta muestra de músculo militar ha coincidido con una serie de violaciones del alto el fuego en territorio sirio durante las últimas horas. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha informado de una serie de ataques por parte de las fuerzas turcas en las zonas controladas por las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés) y las milicias del régimen en la aldea de Dardarah y otras aldeas entre Abu Rasin (Zarkan) y Tal Tamr. Al mismo tiempo, la agencia de noticias siria SANA ha explicado que las milicias turcas han bombardeado con artillería a varios poblados en el noroeste de la provincia de Hasakeh, 866 km al nordeste de la capital Damasco.
Por otro lado, la defensa aérea de Siria ha asegurado que ha frustrado un ataque israelí contra un centro de investigación y una base militar en la provincia septentrional de Alepo, según ha recogido la agencia de noticias SANA. Este ataque se convertiría en el quinto de estas características perpetrado durante estas dos últimas semanas y dirigido contra presuntos objetivos iraníes. El país liderado por Reuven Rivlin considera una amenaza para su seguridad el hecho de que Irán apoye a Al-Asad. Por ello, los ataques llevados a cabo por Israel en suelo sirio se han convertido en una constante desde el comienzo de la guerra civil de Siria en 2011.

Además, este lunes, una serie de asaltantes no reconocidos han secuestrado y acabado con la vida de la menos nueve policías en el sur de Siria, según ha informado el periódico Daily Sabah. “Asaltantes desconocidos atacaron el edificio municipal... secuestrando a nueve miembros de las fuerzas de seguridad antes de dispararles y abandonar sus cuerpos en una plaza”, han añadido desde el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

En esta espiral de atrocidades, la organización Human Rights Watch (HRW) ha publicado un informe en el que aseguran que Daesh utilizó un desfiladero en el noreste de Siria como fosa común de los cuerpos de las personas que había secuestrado o detenido. Daesh controló el territorio situado alrededor del desfiladero de al-Hota -85 kilómetros al norte de la ciudad de Raqq - de 2013 a 2015. Durante este período de tiempo y desde entonces, varias organizaciones han encontrado más de 20 fosas comunes en toda la región. “El desfiladero de Al-Hota, que una vez fue un hermoso sitio natural, se ha convertido en un lugar de horror”, ha lamentado Sara Kayyali, investigadora en HRW. “Exponer lo que pasó allí, y en las otras fosas comunes de Siria, es crucial para determinar lo que ocurrió con las miles de personas que ISIS ejecutó y hacer que sus asesinos rindan cuentas”, ha añadido.

En estos momentos y tal como ha asegurado HRW, la zona situada alrededor de la fosa de al-Hota está controlada por las milicias rebeldes que están respaldadas por Turquía. Sea como sea, esta institución ha instado a las partes beligerantes a “preservar el sitio, identificar a los desaparecidos e investigar sus muertes”. “Cualquier autoridad que controle la zona de al-Hota está obligada a proteger y preservar el sitio”, ha insistido Kayyali. “Deben facilitar la recolección de pruebas para hacer responsables a los miembros de Daesh de sus horribles crímenes”, ha concluido. Desde el inicio de la guerra civil, al menos 400.000 personas han perdido la vida y otros once millones han sido obligados a convertirse en desplazados o refugiados.