La visita de Macron a Marruecos fortalecerá las relaciones entre Rabat y París

El presidente francés considera el plan de autonomía del Reino como la “única base” para alcanzar una solución al conflicto del Sáhara Occidental
El presidente francés, Emmanuel Macron - AFP/ PHILIPPE WOJAZER 
El presidente francés, Emmanuel Macron - AFP/ PHILIPPE WOJAZER 

Está previsto que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, realice una visita oficial a Marruecos del 28 al 30 de octubre, según anunció el palacio real de Marruecos.

Los lazos entre ambas naciones mejoraron tras el apoyo de París en julio a la soberanía de Marruecos sobre el disputado territorio del Sáhara Occidental.

“Esta visita refleja la profundidad de las relaciones bilaterales, basadas en una asociación sólida y profundamente arraigada”, afirmó el palacio real en un comunicado.

En una carta del 30 de julio, Macron dijo al rey Mohammed VI que el plan de autonomía de Rabat era la “única base” para alcanzar una solución al conflicto de casi 50 años con el Frente Polisario sobre el destino del Sahara marroquí, y que “el presente y el futuro del Sahara están en el marco de la soberanía marroquí”.

La posición francesa pone fin a un periodo de estancamiento diplomático en las relaciones entre ambos países en los últimos años, cuando Rabat presionó a Francia para que siguiera el ejemplo de Washington, que reconoció la soberanía del reino sobre el territorio a finales de 2020, a cambio de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel.

En su discurso de 2022, el rey marroquí pidió a “ciertos Estados, entre los socios tradicionales de Marruecos y otros nuevos, cuyas posiciones sobre la marroquidad del Sáhara son ambiguas, que aclaren sus posiciones y las reconsideren de una manera que no deje lugar a dudas”.

Marruecos controla el 80% del territorio, que Naciones Unidas considera un “territorio no autónomo”, mientras que el Frente Polisario, apoyado por Argelia y en conflicto con Rabat desde 1975, reclama la soberanía sobre él.

Bajo la presión marroquí, Macron buscó un acercamiento con Argelia, mientras que este último rompió relaciones diplomáticas con Rabat en 2021, lo que provocó una intensa ira en Marruecos.

Las relaciones entre Rabat y París también se tensaron tras la decisión de Francia en 2021 de reducir el número de visados concedidos a los marroquíes, lo que provocó duras críticas en Marruecos, antes de que París se retractara de esta decisión un año y medio después.

Del lado francés, las autoridades expresaron su descontento después de que una investigación periodística revelara que Marruecos había atacado los números de teléfono de Macron y de sus ministros en 2019 con el software espía israelí “Pegasus”, una acusación que Rabat negó.

Estas tensiones han llevado a Macron a posponer varias veces su visita a Marruecos desde 2022, aunque no visita el reino desde 2018.

Los dos países han disfrutado históricamente de fuertes vínculos económicos, pero el calentamiento de sus relaciones diplomáticas abre nuevas perspectivas económicas y comerciales para las empresas francesas que se han visto afectadas en los últimos años por las recientes tensiones.

Dos días después de la publicación oficial de la carta de Macron al monarca marroquí, la empresa de ingeniería francesa Egis, en asociación con su homóloga Systra y la empresa marroquí Novec, ganó un contrato para ampliar la línea ferroviaria de alta velocidad entre las ciudades de Kenitra y Marrakech.

El Sáhara marroquí, que cuenta con vastos recursos energéticos solares y eólicos, es una zona estratégica para el crecimiento económico de Marruecos, que avanza hacia las energías renovables y espera encontrar un lugar en el mercado del hidrógeno verde.

Empresas francesas y marroquíes han comenzado a trabajar en el Sáhara marroquí, entre ellas el grupo energético francés Engie, que actualmente construye una planta desalinizadora de agua de mar en Dajla, en colaboración con la empresa marroquí Nareva.

Pero la decisión francesa de apoyar la posición marroquí sobre el conflicto del Sáhara Occidental ha provocado tensiones en las relaciones de Francia con Argelia, que anunció la retirada de su embajador de París a finales de julio pasado.

Las relaciones entre Rabat y París han mejorado sensiblemente desde la crisis de 2021. El primer ministro francés, Gabriel Attal, tenía previsto visitar Rabat entre el 3 y el 5 de julio para reunirse con el primer ministro marroquí, Aziz Akhannouch. Sin embargo, la visita se aplazó tras la decisión del presidente Macron de disolver el parlamento y convocar elecciones.

El pasado mes de febrero, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Stéphane Séjourné, reveló la propuesta de París de establecer una asociación para los próximos treinta años con Marruecos, subrayando que el Reino de Marruecos ha realizado un gran desarrollo a todos los niveles bajo el reinado del rey Mohammed VI.

Hay una serie de cuestiones pendientes entre Rabat y París que requieren una decisión decisiva, en particular la cuestión del Sáhara Occidental.

Durante una reunión con su homólogo Nasser Bourita en Rabat a finales de febrero pasado, Séjourné ofreció el apoyo de su país al plan de autonomía de Marruecos como posible solución al conflicto del Sáhara Occidental.