El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudí e Irán generó un optimismo que debe transformarse en una paz real

La paz que no termina de llegar en Yemen

AFP/ MOHAMMED HUWAIS - Niños caminan entre las tumbas de las personas que presuntamente murieron durante la guerra en Yemen en un cementerio en la capital Huthi, Sanaa, el 14 de abril de 2023 durante el mes sagrado musulmán del Ramadán
photo_camera AFP/ MOHAMMED HUWAIS - Niños caminan entre las tumbas de las personas que presuntamente murieron durante la guerra en Yemen en un cementerio en la capital Huthi, Sanaa, el 14 de abril de 2023 durante el mes sagrado musulmán del Ramadán

Casi una década después del golpe de Estado que marcó el comienzo de la guerra de Yemen, el conflicto podría estar cerca de acabar. Al menos esa era la idea más extendida entre los observadores después del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudí e Irán, enfrentados en territorio yemení en apoyo al presidente internacionalmente reconocido Abdo Rabu Mansur Hadi (ya expresidente tras ceder el poder a un Consejo de Liderazgo Presidencial encabezado por Rashad al Alimi, asesor de Hadi desde 2014), y a las milicias hutíes, respectivamente. Lo que preocupa a la comunidad internacional es la lentitud con la que el optimismo se está convirtiendo – o, precisamente, no consiguiendo convertir – en hechos.

Aunque es cierto que se ha progresado en los últimos meses, la gravedad de la crisis humanitaria obliga a los países implicados a aumentar sus esfuerzos. Desde la Segunda Guerra Mundial no se ha registrado una catástrofe humanitaria de estas dimensiones. Son más de 400.000 personas las que han fallecido por causas directas e indirectas de la guerra. No obstante, una de las consecuencias más notorias es la pobreza que impera en la población. De los 30 millones de personas que habitan en Yemen, 23 requieren ayuda humanitaria, y dos millones de niños sufren desnutrición aguda. Y, aunque la solución al conflicto armado aún esté en proceso, la ayuda a los yemeníes tiene dos actores principales en la región, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.

AP/HANI MOHAMMED - Combatientes hutíes armados asisten a la procesión fúnebre de los combatientes rebeldes hutíes que murieron en los recientes enfrentamientos con las fuerzas del gobierno internacionalmente reconocido de Yemen, en Sanaa, Yemen, el miércoles 24 de noviembre de 2021
AP/HANI MOHAMMED - Combatientes hutíes armados asisten a la procesión fúnebre de los combatientes rebeldes hutíes que murieron en los recientes enfrentamientos con las fuerzas del gobierno internacionalmente reconocido de Yemen, en Sanaa, Yemen, el miércoles 24 de noviembre de 2021

Arabia Saudí: lograr la paz a través de la ayuda humanitaria

Riad tenía la obligación de ser uno de los principales apoyos en términos de ayuda humanitaria. Su implicación en el conflicto, liderando el respaldo al legítimo Gobierno de Yemen, hacen de la saudí una de las partes más implicadas en este proceso. Se convirtieron en el principal bastión de defensa de Hadi frente a los ataques hutíes apoyados por Irán. Algo que consiguieron gracias, en buena parte, al aprovisionamiento por parte de Occidente, que llenaba sus arcas gracias a la inversión armamentística de Arabia.

AFP/KHALED ZIAD - UNICEF estima que más de dos millones de niños han perdido de las escuelas de Yemen, un aumento de casi medio millón desde que estalló la guerra en 2015
AFP/KHALED ZIAD - UNICEF estima que más de dos millones de niños han perdido de las escuelas de Yemen, un aumento de casi medio millón desde que estalló la guerra en 2015

De ahí que el país liderado de facto por Mohamed bin Salmán enfoque esta nueva etapa de la guerra de Yemen como un momento en el que liderar el proceso de paz. Y ese paso, creen desde Riad, debe darse a través de la ayuda humanitaria. Por eso, el Centro Rey Salman de Socorro y Acción Humanitaria (The King Salman Humanitarian Aid and Relief Center) aparece como una de las claves de esta encrucijada. Con presencia en 92 países, Yemen y Siria son los dos que gozan en mayor medida de la ayuda de este organismo que se centra en la sanidad, educación, refugio, protección, seguridad alimentaria y agua potable.

A la ayuda humanitaria hay que añadir la negociación puesta en marcha por Arabia Saudí con las milicias hutíes. Como todo este proceso, avanzan sin excesiva celeridad, pero sí de forma exitosa, al menos en los primeros contactos. Buena prueba de ello es la reanudación de los vuelos entre Saná, capital de Yemen, y la ciudad saudí de Yeda. Hacía siete años que ningún avión completaba esta conexión que ahora muchos yemeníes ven como una oportunidad de abandonar el país en el que la circulación, aunque se trabaja por mejorar, aún es muy complicada.

PHOTO/BANDAR ALGALOUD/CORTE REAL SAUDITA - El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, junto con el presidente del Consejo de Liderazgo Presidencial de la República de Yemen, el Dr. Rashad Muhammad Al-Alimi, antes de la Cumbre de la Liga Árabe en Jeddah, Arabia Saudita, el 19 de mayo de 2023
PHOTO/BANDAR ALGALOUD/CORTE REAL SAUDITA - El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, junto con el presidente del Consejo de Liderazgo Presidencial de la República de Yemen, el Dr. Rashad Muhammad Al-Alimi, antes de la Cumbre de la Liga Árabe en Jeddah, Arabia Saudita, el 19 de mayo de 2023

De hecho, es uno de los objetivos que marca Naciones Unidas, que expresó su optimismo en base al restablecimiento de los vuelos entre Yemen y Arabia Saudí. El enviado especial de la ONU en Yemen, Hans Grundberg, considera que los tres pasos que deben darse en aras de avanzar hacia la resolución es, en primer lugar y siendo de máxima urgencia, un alto el fuego general. Después de ello, es necesaria la reanudación del proceso político y la facilitación del tránsito para la población civil. Todo ello, según expresó a través de cuenta de Twitter Grundberg, debe hacerse con la supervisión y auspicio de Naciones Unidas.

REUTERS/JEHAD SHELBAK - El enviado especial de las Naciones Unidas para Yemen, Hans Grundberg
REUTERS/JEHAD SHELBAK - El enviado especial de las Naciones Unidas para Yemen, Hans Grundberg

Emiratos Árabes Unidos demuestra su compromiso con el pueblo yemení

Mohamed bin Zayed, presidente de EAU, recibió a finales de mayo a Rashad Al Alimi en una reunión en la que el emiratí expresó sus deseos de “paz, estabilidad y desarrollo”. No se trata de un acontecimiento aislado ya que el apoyo de Emiratos al Consejo de Liderazgo Presidencial ha sido constante desde que Hadi diese un paso a un lado para dejar a este organismo al frente del país. El encuentro, pocas semanas antes, del ministro de Relaciones Exteriores yemení, Ahmed Awad Bin Mubarak, con el embajador de Emiratos Árabes Unidos en Yemen, es otra de las muestras. Fueron ellos los encargados de coordinar las “relaciones bilaterales, las formas de desarrollarlas y las posiciones sobre los temas de interés común”.

Emiratos lleva años tendiendo su mano al pueblo yemení. Son más de 6.000 millones de dólares en asistencia a Yemen desde el año 2015. La mayor parte de ese dinero destinado a mejorar la situación sanitaria y proporcionar servicios públicos al país con el fin de garantizar el buen funcionamiento de la educación, los programas médicos y servicios vitales, como la energía. Además, en un momento tan complicado como fue el de la pandemia de la COVID-19, EAU fue uno de los países que más ayuda proporcionó a Yemen, como manifestaba Reem bint Ibrahim Al Hashemy, ministro de Estado para la Cooperación Internacional de EAU: “Durante el transcurso de la pandemia, Emiratos Árabes Unidos ha enviado 122 toneladas de suministros médicos a Yemen para impulsar los esfuerzos de unos 122.000 trabajadores de la salud para contener el virus”.

AFP/ MINISTERIO DE PRESIDENCIAL DE LA UAES AFFAIRS - El presidente de los EAU, el jeque Mohamed bin Zayed al-Nahyan, reunido con Rashad al-Alimi, presidente del Consejo de Liderazgo Presidencial de Yemen, en Palacio al-Shati en la capital de los Emiratos Árabes Unidos, Abu Dhabi, el 30 de noviembre de 2022
AFP/ MINISTERIO DE PRESIDENCIAL DE LA UAES AFFAIRS - El presidente de los EAU, el jeque Mohamed bin Zayed al-Nahyan, reunido con Rashad al-Alimi, presidente del Consejo de Liderazgo Presidencial de Yemen, en Palacio al-Shati en la capital de los Emiratos Árabes Unidos, Abu Dhabi, el 30 de noviembre de 2022

La estrategia emiratí ha ido evolucionando a medida que lo hacía el conflicto. Abu Dabi abandonó su compromiso militar y centró sus esfuerzos en una solución política, considerada la única vía para salir del pozo en el que lleva nueve años sumido el país. Y, además, demandaban mayor unidad por parte de la comunidad internacional ya que ven urgente ayudar al pueblo yemení que “durante demasiado tiempo ha sufrido los efectos del empeoramiento de la situación humanitaria”. “La comunidad internacional debe unirse para intensificar los esfuerzos para lograr una solución sostenible para Yemen”, aseguraba Al Hashemy, una nueva muestra del compromiso emiratí que, como el saudí, chocan con la escasa voluntad hutí de poner punto final al conflicto.

La aún complicada barrera hutí

Las milicias hutíes respaldadas por Irán representan uno de los muros más difíciles de franquear en el camino hacia la paz. A pesar de que las primeras tomas de contacto han sido positivas, el tráfico de armas entre iraníes y los rebeldes no deja lugar a la tranquilidad. De ahí que la Marina estadounidense se mantenga ojo avizor ante la posible incautación de envíos procedentes del régimen Ayatolá, como ya ha hecho en numerosas ocasiones. Sin ir más lejos, a comienzos de este año, se interceptó un nuevo cargamento con más de dos mil rifles de asalto iraníes destinados a las milicias hutíes.

AP/HANI MOHAMMED - Un partidario hutí sostiene un arma mientras canta consignas durante una manifestación contra el apoyo de Estados Unidos a la coalición liderada por Arabia Saudí en Sanaa, Yemen, el lunes 22 de noviembre de 2021
AP/HANI MOHAMMED - Un partidario hutí sostiene un arma mientras canta consignas durante una manifestación contra el apoyo de Estados Unidos a la coalición liderada por Arabia Saudí en Sanaa, Yemen, el lunes 22 de noviembre de 2021

Los apoyados por Teherán han mostrado una postura férrea a lo largo de todo el conflicto que sólo el acercamiento de Arabia Saudí a Irán ha podido romper. El jefe del Consejo Político Supremo hutí, Mahdi al Mashat, recibió a una delegación liderada por el embajador saudí en Yemen, Mohamed al Jaber, y a una delegación omaní, país que linda con Yemen y con importante peso en este proceso pacificador. La primera propuesta que deslizaba Arabia Saudí establecía como puntos clave “el aumento del número de vuelos al aeropuerto de Saná – ya puesto en marcha –, la reanudación de las exportaciones de petróleo desde los puertos del país, la apertura de las carreteras en la provincia de Taiz, la liberación de todos los prisioneros y el transporte de mercancías directamente al puerto de Adén”.

PHOTO/Marina de los EE. UU. - En esta foto publicada por la Marina de los EE. UU., cientos de rifles de asalto AK-47 descansan en la cubierta de vuelo del destructor de misiles guiados USS The Sullivans durante un proceso de inventario, el 7 de enero de 2023
PHOTO/Marina de los EE. UU. - En esta foto publicada por la Marina de los EE. UU., cientos de rifles de asalto AK-47 descansan en la cubierta de vuelo del destructor de misiles guiados USS The Sullivans durante un proceso de inventario, el 7 de enero de 2023

Ese viaje de la delegación saudí fue considerado por Naciones Unidas como “lo más cerca que ha estado Yemen de un progreso real hacia una paz duradera”. Riad debe aprovechar la ventana de oportunidad abierta con el restablecimiento de los lazos diplomáticos con Irán para terminar de sellar una paz corrompida por el ansiado control de la producción petrolífera yemení, además de su estratégica situación geográfica. Saudíes e iraníes chocaron por el control de un país que no ha hecho sino “perder 1.000 millones de dólares por el cese de las exportaciones de petróleo con el que se iba a pagar salarios y mejorar los servicios públicos”.

Tras años de disputa, lo único que se ha conseguido es diezmar las depauperadas arcas yemeníes. Un país rico en petróleo que se ha sumido en una crisis de la que no podrá salir sin una sustancial ayuda, y de forma conjunta por saudíes e iraníes, que será en un futuro próximo o no será. Sin embargo, el contexto actual obliga a tomar decisiones complicadas para las partes implicadas. Arabia Saudí ha compartido fuertes vínculos con Washington, sobre todo durante la Presidencia de Donald Trump, con quien Bin Salmán guardaba una estrecha relación, pero con Joe Biden la situación no es la misma. Estados Unidos ha ido perdiendo presencia en la región y su voluntad de aislar a Irán a través de Israel podría verse comprometida.

PHOTO/ Bandar Algaloud/Cortesía de la Corte Real de Arabia Saudita - El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, y el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se reúnen en el Palacio de Al Salman a su llegada a Jeddah, Arabia Saudita, el 15 de julio de 2022
PHOTO/ Bandar Algaloud/Cortesía de la Corte Real de Arabia Saudita - El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, y el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se reúnen en el Palacio de Al Salman a su llegada a Jeddah, Arabia Saudita, el 15 de julio de 2022

Hacia una nueva configuración de Oriente Medio

Si algo dejó claro el paso de Trump por la Casa Blanca es que la política exterior, ya sea para bien o para mal, era una de sus prioridades. El impulso de los Acuerdos de Abraham y gracias a los que Emiratos, Baréin, y más tarde, Marruecos, reconocieron como Estado a Israel, es uno de los hechos más reseñables, pero no el único. Forjó una fuerte alianza con Riad que Biden ha descuidado hasta el punto de hacer ver a los saudíes que pueden buscar nuevos socios en Oriente. Los acuerdos petrolíferos con países orientales suponen un importante volumen de ingresos para Arabia Saudí. Tan sólo China, India, Japón y Corea del Sur aglomeran el 65% de la exportación petrolera saudí.

AFP/ATTA KENARE - El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Amir-Abdollahian (R), se da la mano con su homólogo saudí, Faisal bin Farhan, en Teherán el 17 de julio de 2023
AFP/ATTA KENARE - El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Amir-Abdollahian (R), se da la mano con su homólogo saudí, Faisal bin Farhan, en Teherán el 17 de julio de 2023

A esa buena sintonía en términos económicos hay que añadir la creciente, aunque no incipiente, influencia china en Oriente Medio. Con la ambiciosa Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda en mente, Pekín ha puesto toda su maquinaria a trabajar para ganar puntos con los países de la región. Y no ha podido hacerlo de mejor forma que auspiciando el acercamiento entre Riad y Teherán. Cerrar la brecha que llevaba siete años abierta ha supuesto un acontecimiento clave, como también lo es el regreso de Siria a la Liga Árabe.

El país presidido por Bashar al-Asad cuenta con el visto bueno de Arabia Saudí, a pesar de las importantes diferencias que han marcado históricamente sus relaciones. No obstante, tiene planes que, dado el giro que está viviendo el tablero estratégico en Oriente Medio, podrían verse favorecidos por una nueva configuración de las alianzas. Con Saudi Vision 2030 siempre presente, Riad busca estabilidad regional. El objetivo de alejarse de la dependencia petrolífera y diversificar su economía requiere un contexto de paz y seguridad, que podría encontrar gracias a estos acercamientos.

AFP/LOUAI BESHARA 
 - El presidente de Siria, Bashar al-Assad (R), le da la mano a su homólogo iraní, Ebrahim Raisi, en Damasco el 3 de mayo de 2023
AFP/LOUAI BESHARA - El presidente de Siria, Bashar al-Assad (R), le da la mano a su homólogo iraní, Ebrahim Raisi, en Damasco el 3 de mayo de 2023

Es por todo ello por lo que Riad ve con buenos ojos el acercamiento de China – y Rusia, clave en el regreso sirio a la Liga Árabe –. Conseguir un Oriente Medio unido y con relaciones prósperas, contexto totalmente inimaginable hace poco tiempo, y aún hoy difícil de lograr, favorecería los intereses saudíes, que consideran esta opción más ventajosa para sus intereses. Un motivo más para alejarse de la mirada beligerante de israelíes y estadounidenses, que ven así una pérdida de influencia en la región. Todo ello dejando claro, una vez más, que Yemen es la piedra angular de las relaciones en Oriente Medio y que buena parte de lo que ocurre en la región depende del histórico conflicto que avanza hacia la paz.

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