Álvaro del Portillo, el religioso que ayudó a África, fue beatificado en Madrid

Por Alexandra Dumitrascu
Fotos: Los organizadores del evento durante una de sus actividades.
 
La Fundación Social para la promoción de la Cultura organizó la semana pasada, en Madrid, el Encuentro Internacional ‘Álvaro del Portillo: 40 iniciativas contra la pobreza’ en el que se abordaron los distintos proyectos impulsados por el prelado del Opus Dei en los cinco continentes del mundo. La jornada contó con la presencia de más de 120.000 personas de 80 países, según Eugene Ottu, portavoz de la Beatificación de Álvaro del Portillo, y se desarrolló a lo largo de todo el día  estructurada en cinco paneles que culminaron con la presentación del documental ‘Trabajar para los demás, con Álvaro del Portillo’. El encuentro se celebró con ocasión de la ceremonia de  beatificación de Álvaro del Portillo, el pasado 27 de septiembre, desarrollada en el madrileño barrio de Valdebebas, y reunió a miles de fieles y admiradores.
 
Absoluta precariedad
En el almuerzo informativo celebrado para tal fin, se dieron a conocer cuatro iniciativas cuyos protagonistas testimoniaron su lucha contra la pobreza en Kenia, Nigeria, Latinoamérica y Estados Unidos. Los cuatro ejemplos reflejaron el afán solidario de sus ponentes, que no gozan de ningún tipo de ayuda por parte de sus respectivos gobiernos.  Frankie Gikandi, directora de Kimlea, e Ito Diejomaoh, director de Niger Foundation Hospital, presentaron dos iniciativas impulsadas en el continente africano. Kimlea Girls Technical Training Centre (Limuru, Kenia) es una escuela de capacitación técnica que acoge a mujeres y madres provenientes del medio rural que se dedican, en su mayoría, a la recolección de té y café. “Los hombres, en su mayoría, han ido a la ciudad a buscar trabajo y no ayudan a sus familias”, confesó Gikandi, que también aseguró, que debido a esto, las mujeres viven en una situación de absoluta precariedad con un sueldo de dos euros al día. Por tanto, el centro ofrece a las jóvenes una formación que les capacita para desempeñar diversas profesiones cualificadas como pueden ser la hostelería,  el tricotaje o el  corte y confección. Asimismo, se ofrecen cursos de alfabetización para aquellas mujeres que no disponen de recursos para los estudios básicos. Niger Foundation Hospital and Diagnostic Center (Enugu State, Nigeria), por su parte, es el resultado de una visita de Álvaro del Portillo a Nigeria en 1989. El centro, que abrió con escasos recursos humanos y materiales, atiende en la actualidad a más de 40.000 consultas al año. Su director, Ito Diejomaoh, destacó la necesidad de continuar con la labor para “llegar a atender a las personas con dignidad y respeto” en un país cuya tasa de mortalidad materna es una las más altas del mundo, y donde las enfermedades más banales y de fácil curación resultan ser letales.
 
Solidaridad con los más necesitados
El Centro Educativo Técnico Laboral de Kinal (Guatemala), en marcha desde 1961, es una de las iniciativas impulsadas para brindar a jóvenes con escasos recursos económicos la posibilidad de recibir una enseñanza secundaria y técnica de alto nivel académico. Según destacó su director, Edgar Umaña, en la actualidad estudian en Kinal cerca de 1.500 jóvenes, a los que se suman más de 700 adultos a los que se les ofrece cursos de actualización y capacitación.  Por último, Angela Reckart fue la encargada de presentar la iniciativa de Rosadale Center, un proyecto  de educación extraescolar destinado a niñas que viven en South Bronx, una de las zonas más pobres y conflictivas de Nueva York. Según Reckart, la mayor parte de las chicas que acoge el centro son inmigrantes, especialmente del Caribe, la mitad de ellas provenientes de familias desintegradas.  El centro desarrolla distintas actividades destinadas al desarrollo y capacitación de las jóvenes para desenvolverse mejor.