El corredor migratorio que parte desde Argelia, y que tiene como destino final Francia, continúa consolidándose como una de las principales rutas de migración en el continente africano. Desde que se diluyeran las esperanzas de cambio surgidas durante el "Hirak argelino" –una serie de protestas antigubernamentales sucedidas en el año 2019 que se saldaron con la salida del poder del entonces presidente, Abdelaziz Bouteflika –, los desplazamientos y migraciones de la ciudadanía argelina en busca de un futuro mejor han repuntado de nuevo. En los últimos meses, miles de jóvenes, familias enteras e incluso ancianas y ancianos se han embarcado en busca de mejores oportunidades en el territorio europeo.
Esta vez les ha tocado su turno a los profesionales del sector sanitario. Cerca de 1.200 médicos y sanitarios han abandonado Argelia tras aprobar los correspondientes exámenes de homologación de títulos y verificación de conocimientos (pruebas EVC) en Francia. Según explicó el doctor Lyes Merabet, presidente del Sindicato autónomo de Profesionales de la Salud Pública (SNPSP), para el diario francés El Watan, acerca de los resultados que se publicaron a comienzos de este mes: de los 1.993 profesionales que superaron las pruebas EVC, 1.200 son de nacionalidad argelina.
Además, entre los sanitarios seleccionados también se encontraban doctores y médicos especialistas de origen tunecí y marroquí, evidenciando la dependencia del sistema sanitario francés del personal procedente de la región del Magreb.

“Francia siempre ha sido el destino número uno para los médicos argelinos que desean instalarse en el extranjero, por varias razones: más infraestructuras e instalaciones, el idioma y la formación”, expresaba Merabet, añadiendo que “la normativa francesa facilita mucho la integración”.
A día de hoy, se calcula que un total de unos 16.000 doctores y especialistas argelinos se encuentran ejerciendo en el país europeo, lo que está suponiendo para Argel una verdadera sangría de profesionales. Esta realidad agudiza, todavía más, la complicada situación sanitaria que enfrenta el territorio magrebí. Con alrededor de 40.000 médicos trabajando en los hospitales públicos y las instalaciones sanitarias del país, las tasas se mantienen en torno a unas 1.000 personas por cada profesional. Unas cifras que distan mucho de las que se observan en Francia: 1 médico por cada 300 personas, aproximadamente.
En estas circunstancias, las redes sociales se han colmado de ciudadanos indignados y descontentos con un Gobierno al que han acusado de ser incapaz de garantizar la estabilidad del país. Especialmente en lo referente al sector sanitario. En las últimas dos décadas, todos los equipos Ejecutivos han fallado en la consecución de reformas efectivas en la materia, y pese a que el ministerio encargado lleva denominándose como “Ministerio de Salud y Reforma Hospitalaria” durante casi 20 años, nadie parece conocer cuando alcanzará su meta este proyecto de reestructuración.

Esta huida masiva de los médicos y profesionales sanitarios se debe, entre otras cuestiones, a las pésimas condiciones profesionales y sociales a las que se ven obligados a hacer frente. Así, los bajos salarios (que rondan entre los 300 y los 600 euros), el deterioro de los hospitales estatales, la falta de recursos humanos, económicos y técnicos, y las perspectivas de un futuro laboral incierto, han terminado por empujar a los jóvenes doctores fueras de las fronteras argelinas.
“Argelia prepara y forma médicos que están listos para ejercer en Francia”, ha condenado el doctor Bekkat Berkani, en un artículo para el medio El Khabar –según citaba el medio británico, Hello Solar. Esto continúa poniendo de manifiesto la “incapacidad de los ministerios de Sanidad y Educación para atender a nuestros jóvenes médicos porque no se les ofrece nada, ni salarios adecuados ni incentivos comparables a los que pueden beneficiarse en el exterior”, añadió.
Por su parte, posturas como la del senador del Frente de Liberación Nacional (FLN), Abdelouaheb Benzaim, han sido mucho más contundentes: Argelia “debería prohibir la salida” de los médicos y especialistas del país. Así, lo afirmaba en su cuenta de Facebook, donde sostenía que esta se trata de una “cuestión de seguridad sanitaria nacional”. “Es inconcebible que nuestros hospitales sufran una cruel falta de especialistas, mientras los exportamos al extranjero”, agregaba Benzaim.

La población total de Argelia roza los 45 millones de personas, pero, sin embargo, más de 6 millones de argelinos se encuentran en diáspora, fuera de las fronteras del país. La acumulación de fracasos por parte de los distintos Gobiernos, que han fallado en sus objetivos incluso en los años de bonanza económica –cuando el país recibió cerca de 1.500 millones de dólares (más de 1.300 millones de dólares) en ingresos petroleros –, así como el bloqueo político y social han provocado que se dupliquen las cifras de argelinos migrantes.
Por cuestiones laborales y profesionales, en los últimos 20 años más de 2 millones de personas han abandonado el país, principalmente con destino a los territorios europeos de Francia, España e Italia. Esto continúa incrementando los problemas del Gobierno para proporcionar los servicios necesarios a la ciudadanía.