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Casi la mitad de los sitios Patrimonio Mundial Natural de la UNESCO, entre ellos el Parque Nacional de Doñana, están amenazados por la actividad industrial dañina, como la exploración de gas y petróleo, la minería o la tala ilegal, según un informe internacional de la organización WWF, que ha lanzado la campaña para defender estos tesoros naturales de toda la humanidad: ‘Juntos, salvemos nuestro patrimonio común’.
El estudio ha sido realizado por Dalberg Global Development Advisors y expone como los sitios naturales del Patrimonio de la Humanidad contribuyen al desarrollo económico y social al proteger el medio ambiente pero también los “fracasos” globales para proteger a estas áreas. En este informe, señala que 114 de los 229 sitios (el 50 por ciento) del Patrimonio Mundial Natural y Mixto tienen concesiones de gas, petróleo o minería dentro de sus límites o en sus inmediaciones o bien están dañados por, al menos, otra actividad industrial.
De estos 114, una docena están en la Unión Europea, donde también están protegidos por las leyes de naturaleza de la UE, las Directivas de Aves y de Hábitats. Estos son Doñana, la Laurisilva de Madeira (Portugal), el Parque Nacional de Pirin (Bulgaria) o los lagos de Plitvice (Croacia).
En total, la ONG advierte también de que más de once millones de personas dependen del agua, los alimentos y otros recursos que les proporcionan los sitios del Patrimonio Mundial y que se podrían ver afectados de manera negativa por los impactos de actividades industriales dañinas llevadas a cabo en gran escala.
Además, según el informe, el 90 por ciento de los sitios del Patrimonio Mundial Natural dan empleo y beneficios que van más allá de sus límites.
El trabajo apunta que más del 20 por ciento de los sitios del Patrimonio Mundial natural están amenazados por múltiples actividades industriales dañinas. Por ejemplo, revela como el Sistema de Reservas de la Barrera del Arrecife de Belice está amenazado por la construcción insostenible en sus costas, la tala a gran escala de los manglares, la escorrentía agrícola dañina y la probabilidad de exploraciones petroleras dañinas. Estas amenazas ponen en riesgo el bienestar de 190.000 personas, la mitad de la población de Belice.
El documento plantea también distintas medidas e insta al sector privado a comprometerse con la no intervención para abstenerse de realizar actividades para degradar los sitios del Patrimonio Mundial. En este sentido, precisa que se debería negar la financiación a los proyectos que incluyan actividades industriales dañinas en los sitios del Patrimonio Mundial o a las compañías que los realizan.
De este modo, insiste en que los gobiernos deben someter a las empresas multinacionales que tengan sede u operen en sus territorios, a los más altos estándares de responsabilidad y administración corporativos.
Los sitios del Patrimonio Mundial cubren aproximadamente el 0,5 por ciento de la superficie de la Tierra. Estos sitios sostienen unos de los ecosistemas más valiosos del Planeta, y contribuyen a las economías a través del turismo, el recreo y la exportación de recursos, al tiempo que alberga especies amenazadas y ayuda a contrarrestar el cambio climático.