El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande Marlaska, ha expresado en Roma la reticencia de España al principio de acuerdo de redistribución automática de inmigrantes rescatados por barcos de ONG que puedan llegar a las costas de Italia y Malta. Lo ha expuesto así en una rueda de prensa realizada después de una reunión con su homóloga italiana y recién nombrada en su cargo, Luciana Lamorgese, en la que han podido abordar los retos en migración que tienen ambos Estados este jueves. Marlaska ha recalcado que esta solución tiene que tener una perspectiva común europea y que “la respuesta de la Unión Europea debe ser única y que afecte a todo el Mediterráneo”.
Esta afirmación se ha producido unos días antes de la cumbre que algunos ministros del Interior europeos van a celebrar en la Valeta y que está programada para el próximo lunes 23 de septiembre. Esta reunión informal en la que participarán Francia, Alemania, Italia y Malta podría ser la base para alcanzar un acuerdo por el cual se cree un mecanismo de reparto automático de los migrantes en el Mediterráneo centra, como ha venido demandando Italia en estos últimos meses.
Según ha comentado Marlaska, está medida no supone la mejor de las soluciones: “No podemos parcelar el Mediterráneo, ni quién rescata a los migrantes, como tampoco podemos parcelar a los migrantes en función de quien los rescate, sea un servicio público, como en España, o un barco privado”, contaba a la prensa. Es por esto que el mandatario español ha afirmado que el acuerdo se debe extender a todos los flancos del mar Mediterráneo y a cualquier tipo de embarcación, como navíos militares o de salvamento.

“Somos y seguiremos siendo solidarios...Pero no entiendo que tengamos que participar en el reparto que dice Italia porque ya tenemos nuestras entradas, que son el doble que en Italia. El año pasado, además de rescatar a los que llegan a nuestras costas, también hemos acogido a un número importante de migrantes rescatados en el Mediterráneo Central”, afirmaba el ministro en el Palacio Chigi, según unas declaraciones recogidas por la agencia Efe.
También el dirigente español ha manifestado que el cambio de Gobierno que ha vivido el país transalpino abre una nueva etapa de cooperación y comunicó que su reunión con Lamorgese ha resultado “fructífera para poner en común lo que entendemos que debe hacerse para asumir el reto migratorio”. Esta nueva sintonía en materia migratoria entre dos vecinos del Mediterráneo surge a raíz del nuevo Gobierno de Giuseppe Conte, desde que comenzara la coalición entre el Movimiento 5 estrellas y el Partido Demócrata que ha hecho que Italia de un giro en su política migratoria y en su relación con las instituciones europeas.
El primer ministro italiano, además, ha recibido esta semana al presidente de Francia, Emmanuel Macron, en un claro signo de acabar con el periodo de tensas relaciones que llevaban viviendo los dos Estados de la UE en los últimos años. “El encuentro refleja la intención de contribuir juntos en la responsabilidad de relanzar Europa”, declaraba el presidente francés a la prensa al acabar el encuentro.

Uno de los grandes temas que se trataron en esta reunión ha sido la nueva perspectiva europea de las políticas migratorias, sobre la que Macron ha lanzado nuevas ideas, como la de penalizar económicamente a los países que no colaboren en el nuevo mecanismo de distribución, mecanismo que será discutido en La Valeta el próximo lunes.
El ministro Marlaska, por su parte, ha aprovechado este encuentro en Roma para remarcar que durante su Gobierno el número de entradas ilegales al país se han reducido en un 50%, debido a la creación de políticas migratorias y la firma de convenios con países de origen en “un serio trabajo de cooperación”, y ha añadido que “España también es el país de la Unión Europea (UE) que más repatriaciones hace”.
Finalmente, el ministro del Interior ha insistido en la necesidad de “mantener una postura común migratoria en el seno de la UE basada en los principios de responsabilidad y solidaridad”, especialmente con los países de la unión de la cuenca mediterránea. “Seguridad y humanidad no son antagónicas, los principios de responsabilidad y solidaridad deben dirigir este reto migratorio”. Y ha añadido: No hay fronteras de España, de Italia, de Grecia, hay fronteras de la UE”.