Julio García/The Diplomat
Pie de foto: Gil Arias en el seminario sobre los retos de la inmigración en la EU y EEUU./ Foto: J.G.
La participación de España en la gestión de las fronteras de la UE “es muy activa”. Así lo aseguró a The Diplomat Gil Arias Fernández, director ejecutivo adjunto de Frontex, que destacó los medios económicos y materiales que aporta España a muchas operaciones además de la “Tritón”, en aguas del Mediterráneo.
“España es un estado miembro de la UE muy activo en las actividades de la agencia”, afirmó Arias. En este sentido, dijo que la Comisión Europea debería concienciar a aquellos países que todavía no colaboran con medios materiales o económicos para frenar la llegada de inmigrantes irregulares a las fronteras europeas, especialmente las marítimas al sur de Italia, donde se calcula que podrían haber muerto entre 3.500 y 4.000 personas en el último año.
Durante su participación en el seminario “Los retos de la inmigración. Análisis comparado UE-Estados Unidos”, organizado por la Fundación Ciudadanía y Valores, comentó que, salvo en los dos últimos años, la mayoría de inmigrantes irregulares llegan a Europa por tierra y no por mar.
También aclaró que, a diferencia de Estados Unidos, donde la gran mayoría de inmigrantes irregulares llegan por cuestiones económicas, a Europa arriban huyendo de conflictos bélicos y del terrorismo: el 80% de los inmigrantes irregulares que llegan al viejo continente son potenciales refugiados.
El director adjunto de la agencia europea participa en un seminario de la Fundación Ciudadanía y Valores
Sobre el aumento de presupuestos y medios para Frontex, acordado en la última reunión de urgencia de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, dijo que “será de gran ayuda” y contribuirá a reducir la pérdida de vidas humanas, pero “sigue existiendo el riesgo” de más llegadas mientras siga habiendo conflictos en Siria, Eritrea, Afganistán, Somalia y Mali.
Por ello, abogó por la intervención en los países de tránsito, por “atacar los problemas en su raíz”, y puso como ejemplo a Libia, “el actor más relevante” de la actual situación. “El problema no se resolverá mientras que en Libia no haya una autoridad con la que poder hablar y llegar a acuerdos”, concluyó.