Alex Erquicia
Pie de foto: Un vehículo de la Acnur, en el este de Guta, cerca de Damasco, en una imagen de archivo. AFP/AMER ALMOHIBANY
Otro año más el número de personas desplazadas, huyendo de la guerra, la persecución y los conflictos rompe otro récord. Cerca de 70,8 millones de personas se encuentran desplazadas forzosamente de sus hogares, según el informe anual 'Tendencias Globales' de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Sin duda, la crisis humanitaria en un entorno mundial y complejo que afecta de manera directa a la comunidad global es uno de los principales retos políticos y sociales de nuestro tiempo.
Como cada año, la ONU celebra el día 20 jueves el Día Mundial del Refugiado para visibilizar un problema cada vez mayor. El fenómeno de las migraciones es un debate que está totalmente politizado que líderes políticos desvirtúan buscando réditos electorales.
El trágico récord alcanzado supone un aumento en 2,3 millones de personas en 2018 comparado con el año anterior cuando 68,5 millones de personas se encontraban desplazadas forzosamente en todo el mundo (en 2017 se produjo un aumento de más de 2,9 millones de personas respecto al año anterior). Las estadísticas que aparecen en el informe están basadas en los datos aportados por gobiernos, por organizaciones no gubernamentales y por la propia agencia de la ONU.
Pie de foto: Un campamento de refugiados de Acnur, en Maicao, Colombia, el 7 de mayo de 2019. REUTERS/LUIS GONZALEZ
Cada minuto, durante 2018, al menos 25 personas se vieron forzadas a huir de sus casas. A este ritmo, la cifra alcanzó los 37.000 desplazados diarios. Además, la cifra de 70,8 millones de personas es "conservadora", dice Acnur, ya que solo incluye parcialmente la crisis humanitaria que vive Venezuela mientras que no contabiliza los desplazados forzosos que no hacen constatar su situación.
En su estudio, la organización internacional dice que el triste número de los 70,8 millones de personas se da entre refugiados, solicitantes de asilo y desplazados internos. El primero de ellos, ciudadanos que han tenido que huir de su país por causa de los conflictos, la guerra o la persecución alcanzó los 25,9 millones de personas, medio millón más con respecto al año anterior. Más de dos tercios de todos los refugiados provienen de solo cinco países: Siria, Afganistán, Sudán del Sur, Myanmar y Somalia. Tan preocupante es que, en conjunto, los refugiados de 10 países sumaron el 82% del total de refugiados (16,6 millones) en 2018.
Pie de foto: Acnur
El segundo grupo son los 3,5 millones de ciudadanos solicitantes de asilo que había en todo el mundo a finales de 2018. Se trata de personas que se encuentran fuera de su país de origen y reciben protección internacional, pero que están a la espera de una resolución sobre su solicitud de asilo. En 2018, el mayor número de solicitantes de asilo fue de venezolanos con un total de 341.800 de personas, lo cual evidencia la crisis real en el país suramericano y sus implicaciones en el resto de la región de América Latina.
El tercer grupo, el más numeroso con 41,3 millones de personas, lo forman los desplazados internos (IDP, por sus siglas en inglés) cuya huida, a diferencia de los refugiados, se produce dentro de su propio país. Este número personas desplazadas a otras zonas de sus países es el más alto de todos los tiempos, en parte por la influencia de la crisis de Venezuela, supone un aumento de más de un millón de personas desde finales de 2017.
Pie de foto: Acnur.
Las tendencias reflejan que el número de desplazados va a un ritmo superior a la velocidad con que se encuentran soluciones tanto a nivel nacional como internacional y que la incapacidad para resolver conflictos armados o situaciones de violencia es evidente. Puesto en perspectiva, el desplazamiento forzado es un fenómeno que se ha vuelto una tragedia global: la cifra de personas que se han visto forzadas a desplazarse se ha duplicado en cuestión de veinte años, haciendo que las migraciones sea el gran fenómeno global del siglo XXI.
La proporción de la humanidad que son refugiados, solicitantes de asilo y desplazados internos es ahora de 1 de cada 108 personas, mientras que hace diez años era de 1 de cada 160 personas. A tenor de las tendencias las probabilidades de que la población desplazada forzosamente del mundo sea cada vez mayor son muy altas.
Las distintas respuestas que los países han dado al fenómeno son notorias y Acnur subraya una clara división en el informe. "Los países de ingresos altos acogen de media a 2,7 refugiados por cada mil habitantes; los países de ingresos medios o bajos, a 5,8; y los países más pobres acogen a un tercio de todos los refugiados del mundo", dice. De esta manera, los cinco principales países de acogida de refugiados son: Turquía, Pakistán, Uganda, Sudán y Alemania.
Pie de foto: Acnur.
"Se tiene que poner el énfasis constantemente en la búsqueda de soluciones y en la supresión de los obstáculos que impiden a estas personas regresar a sus hogares”, afirmó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi. Pero las soluciones - como son las de regresar a sus hogares de manera voluntaria y en condiciones dignas y seguras, integración en la comunidad de acogida o el reasentamiento en un tercer país - no llegan. Tan solo 92.400 refugiados fueron reasentados en 2018, es decir, menos del 7% del total de personas a la espera de su reasentamiento.
Los menores son los más afectados, según el informe, dado que el año pasado uno de cada dos refugiados era un niño o una niña mientras que muchos de ellos, hasta 111.000, se encontraban solos. Uganda, por ejemplo, registró a 2.800 niños y niñas refugiados menores de cinco años solos o separados de sus familias.
Pie de foto: Refugiados de Sudán del Sur, en el campamento de al-Algaya, al sur de Jartum, en una imagen de archivo. AFP/ ASHRAF SHAZLY
Acnur trabaja con otras agencias humanitarias en su intento de alcanzar a todas las personas en necesidad, y se guían por el mismo conjunto de políticas establecidas en el documento de trabajo 'Direcciones estratégicas del ACNUR 2017-2021'.
Para el jefe de Acnur, la manipulación es tal que se presenta a los refugiados como una "invasión" y una "amenaza" a los valores, lo que a su vez ha dado lugar a un cierto "consenso" a través de los que partidos anti inmigratorios y nacionalistas han logrado sumar un alto número de votos en distintas elecciones nacionales. "El rechazo y los muros no resuelven el problema", advirtió Filippo Grandi, al tiempo que llamó a los gobiernos de los distintos países a cooperar y trabajar conjuntamente.
Pese a que las migraciones humanas son un fenómeno tan antiguo como nosotros, en la actualidad supone uno de los mayores un desafío para la comunidad internacional. Como recordó Grandi, los refugiados y desplazados "no huyen porque es su elección" sino "porque se ven empujados por el peligro".