Las denuncias por agresiones en la ciudad de Colonia aumentan a 516

Lainformación.com

Pie de foto: conmoción en Alemania tras las agresiones sexuales en Colonia

La masiva agresión sexual que sufrieron centenares de mujeres la pasada Nochevieja en la ciudad alemana de Colonia, escandaliza, atemoriza e indigna a Europa. En Alemania el gobierno de Merkel y su política de los refugiados está siendo cuestionada a raíz de que la mayoría de los delitos han sido atribuidos a grupos de inmigrantes y solicitantes de asilo. Lo que lleva a que refugiados e inmigrantes inocentes estén pagando por pecados ajenos.

Más de un centenar de mujeres sufrieron agresiones sexuales, robos e intimidaciones por parte de una multitud de hombres apostados en los alrededores de la estación central de Colonia. Los cuerpos de seguridad aseguraron que el número de atacantes podría ser de un millar y que podrían haber actuado de forma organizada aprovechándose del ruido de los fuegos artificiales y de la gran concurrencia de personas en los alrededores de la estación.

El 10 de enero la policía de Colonia informó que el número de denuncias por agresiones ocurridas en la noche del 31 de diciembre había aumentado a 516. Así como precisó que por el momento se habían identificado a 19 sospechosos. "Ha habido detenciones y seguirá habiéndolas", explicó una portavoz de la Policía de Colonia. Un centenar de policías trabajan en la investigación. "Después averiguaremos si están o no relacionados con Nochevieja", apuntó. Mientras tanto, en Hamburgo se registraron al menos 133 denuncias por agresiones similares ese mismo día.

Algunas de las hipótesis apuntan a que las agresiones sexuales cometidas en la víspera de Año Nuevo pudieron ser actos planificados. "Cuando semejante horda se junta para infringir la ley, parece que ha sido algo planificado de una u otra manera. Nadie me hará creer que esto no ha sido coordinado o preparado", declaró el ministro socialdemócrata, Heiko Maas al diario Bild.

Por su lado, el ministro instó a los alemanes a no meter a todos los demandantes de asilo en el mismo saco, después de que la policía revelara que varios refugiados participaron en los hechos de Colonia. "Es azaroso vincular el origen de una persona con su propensión a infringir la ley", dijo, recordando que, según las estadísticas, los refugiados "cometen proporcionalmente tantos delitos como los alemanes".

Las agresiones y robos fueron cometidos por grupos de individuos visiblemente ebrios que actuaron en las inmediaciones de la Estación Central de Ferrocarril (Hauptbahnhof) de Colonia. Las autoridades de Colonia fueron muy criticadas por no informar de esta ola de agresiones y más tarde por no revelar el origen de los atacantes. El pasado 9 de enero, Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (PEGIDA) reunió a sus simpatizantes en Colonia para denunciar estas agresiones. Dos contramanifestaciones respondieron a las visiones xenófobas del grupo y la Policía intervino contra los manifestantes de ultraderecha.

Merkel obligada a cambiar el rumbo de su política de refugiados

"Colonia lo ha cambiado todo, la gente duda", resumía este fin de semana Volker Bouffier, uno de los líderes del partido conservador CDU de la canciller alemana Angela Merkel. La opinión pública cuestiona las decisiones de la canciller porque, aunque por ahora no se ha determinado la responsabilidad de los refugiados en lo ocurrido, la policía de Colonia reveló el sábado que los sospechosos de las agresiones sexuales a mujeres en Nochevieja eran "en gran parte" refugiados e inmigrantes ilegales del norte de África. En el congreso anual de diciembre Merkel había logrado apaciguar los ánimos en su partido, enardecidos por la política aplicada, pero ahora tiene que ceder a los partidarios de una mayor firmeza. Este fin de semana anunció un endurecimiento del régimen de expulsiones de los solicitantes de asilo o de los refugiados condenados por la justicia, aunque sea a penas en suspenso, e insistió en su "deber de integración".

Reforzar la presencia policial en las calles

Su ministro del Interior Thomas De Maizière quiere reforzar la presencia policial en las calles y aumentar las cámaras de videovigilancia. Incluso entre los socialdemócratas, el principal socio de la coalición gubernamental, hay partidarios de endurecer el arsenal legislativo contra los solicitantes de asilo que infrinjan la ley. "No es prematuro hablar de giro", declaró a la AFP Andreas Rödder, profesor de historia contemporánea de la universidad de Maguncia.

El gobierno alemán sigue negándose a cerrar las fronteras o a limitar arbitrariamente el número de migrantes autorizados a entrar, pero en las últimas semanas ha recortado el derecho de asilo nacional. Su objetivo es hacerlo menos atractivo para los candidatos de Oriente Medio, Afganistán o el norte de África y descartar a los procedentes de países considerados seguros. Entre estos últimos incluye a los Balcanes, y pronto podrían seguirles Marruecos y Argelia.

Desde las agresiones de Colonia, el lema "Lo lograremos" de la canciller dio paso a declaraciones más duras. "Después del periodo de brazos abiertos es hora quizá de cambiar de rumbo. Ahora se trata de expulsión, de endurecimiento de la ley, lo ocurrido en Colonia tiene una dimensión realmente política", declaró Tilman Mayer, politólogo de la universidad de Bonn, a la televisión pública Phoenix.

Mayer pone énfasis en el "significado simbólico" de las agresiones contra mujeres, algo "completamente nuevo" en el país y, para la opinión pública, "en contradicción" con la bienvenida a los refugiados promovida por Merkel. La situación es muy delicada para la canciller a la vista de la cantidad de migrantes que siguen llegando (entre 3.000 y 4.000 diarios pese al invierno, y 1,1 millones en 2015) y a las dificultades de contener el flujo migratorio.

Muchos países europeos, en particular los del este, se niegan a aceptar una cuota de reparto en la UE, y las medidas de Turquía para frenar la partida de migrantes desde sus costas "es lejos de ser satisfactoria" para Bruselas. "La situación puede degenerar muy pronto para Merkel en la CDU porque crecen las resistencias y el nerviosismo", estima Andreas Rödder.

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