Por Amina Adib
Foto: Una joven marroquí protesta por la muerte de Amina Filali, que se suicidó porque fue forzada a casarse con su violador.
La igualdad de género, también conocida como igualdad de sexos, implica que los hombres y las mujeres deben tener los mismos derechos y deberes y son iguales ante la ley. Este concepto es clave en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. El objetivo final es conseguir que la igualdad legal se traslade a la igualdad social. El principio de igualdad y de no discriminación por razón de sexo es una obligación de derecho internacional general, que vincula todas las naciones, y, dado su carácter principal, se establece siempre como una norma que debe inspirar el resto de los derechos fundamentales. Marruecos ha reformado el estatuto de la mujer (la Moudawana) desde que llegó al trono el rey Mohamed VI. En términos legales, la situación de la mujer marroquí es mucho mejor en 2014 que hace 15 o 20 años. Pero en la práctica, la mujer marroquí sigue siendo una menor de edad y sufre a diario graves problemas de discriminación laboral, económica y social. El machismo, la misoginia y la arcaica ideología patriarcal tienen más fuerza que la ley. Según un informe publicado esta semana en Ginebra por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), en materia de igualdad de sexos, Marruecos ocupa el lugar 133 sobre 142 países analizados. El WEF utilizó tres indicadores para llevar a cabo este estudio: la participación de las mujeres en el mercado laboral, el acceso a la educación universitaria y a la sanidad, y la participación en la vida política. Detrás de Marruecos se encuentran países como Arabia Saudí y Mauritania.
La mejor situación, en Túnez
En el Magreb, el país más avanzado en igualdad de género es Túnez, que en 1956, cuando se independizó de Francia, adoptó unas leyes en materia de igualdad entre hombres y mujeres mucho más avanzadas que las que existían entonces en países europeos como España e Italia. Los países nórdicos, Islandia, Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca, ocupan las primeras plazas de la clasificación, mientras que Malí, Siria, Chad, Paquistán y Yemen se encuentran en los últimos puestos. El Foro Económico Mundial señala que la situación de la igualdad de género ha evolucionado poco en el mundo desde que este organismo llevó a cabo su último informe, en 2006, aunque se hayan reducido las desigualdades en ámbitos como la salud y la educación. La participación de las mujeres en la vida política sigue siendo muy baja, apenas evolucionó un 4% en los últimos nueve años. En Marruecos, en los debates políticos públicos, las mujeres sólo disponen del 6% de tiempo de palabra que conceden los medios. El sábado de la semana pasada, las asociaciones de defensa de los derechos de las mujeres organizaron la ‘Fiesta de la Igualdad’ en Casablanca para protestar contra las discriminaciones que sufre el mal llamado sexo débil.