Más de 800.000 personas han abandonado Argelia desde que Buteflika llegó al poder

Por Ahmed Brahim
Foto: Un grupo de argelinas desfilan en la calle durante unas fiestas en la ciudad de Alicante.
El número de emigrantes argelinos ha aumentado considerablemente en los últimos 15 años, un periodo que coincide con el tiempo que lleva en el poder el presidente Abdelaziz Buteflika. La mejora de las condiciones de vida es el principal motor de la emigración argelina. En contra de lo que se suele pensar, el éxodo de argelinos no se produjo durante el conflicto civil de los años 90 del siglo pasado, provocado por la lucha a muerte entre el Estado y los grupos salafistas armados, sino a partir del año 2000. Buteflika llegó a la jefatura del Estado un año antes. En 1990, vivían en el extranjero 930.000 argelinos, la mayoría en Francia. En el año 2000 la cifra de emigrantes argelinos superó el millón de personas. En 2013, los argelinos en el exterior eran 1.770.000. Esta información puede consultarse en el informe del think tank estadounidense Pew Research Center, y se basa en datos de la Oficina de Migraciones de la ONU. Más de 60.000 argelinos viven en España, mayoritariamente en la Comunidad Valenciana y sobre todo en Alicante y otros municipios de la provincia. Una parte de estos nuevos emigrantes son personas de clase media que se han instalado en Alicante para disfrutar de un mayor nivel de vida y de mejores servicios y estabilidad política y social. La década del 2000 en Argelia fue un periodo de ‘reconciliación entre los argelinos. Así lo planteó el presidente Buteflika para acabar con la violencia armada de los grupos terroristas de inspiración salafista. Buteflika tendió la mano a los terroristas, pero a cambio les pidió que abandonaran las armas y se integraran en la vida social del país. Butefika logró en parte su objetivo, pero a día de hoy siguen existiendo grupos terroristas locales y otros conectados a Al Qaeda y al Estado Islámico (EI).
Destino europeo
Entre 1990 y 2000, a pesar de la situación de violencia que vivía Argelia, sólo salieron del país 110.000 personas. Después, hubo una cierta reconciliación y paz relativa, pero el número de expatriados aumentó en 670.000 personas. La mayoría de los expatriados se dirigieron a Europa, sobre todo a Francia, y a Canadá. Muchos de estos nuevos emigrantes no son trabajadores modestos y sin estudios y campesinos pobres y analfabetos, como ocurría en el pasado, sino personas con formación universitaria y alta cualificación profesional que buscan mejores trabajos y sueldos más altos en el extranjero. Algunos sociólogos y economistas apuntan que Argelia está perdiendo a una parte importante de su élite profesional. Muchos universitarios que se formaron en Argelia en los años 70 y 80 del siglo XX han abandonado el país. Francia es el Estado europeo que atrae al mayor número de argelinos y tunecinos. Entre 1990 y 2013, 2.780.000 magrebíes se instalaron en Francia. Representan en la actualidad el 37% de los extranjeros que viven en este país. La diáspora magrebí se reparte entre varios países europeos. En Francia, viven 1.460.000 argelinos, cerca de un millón de marroquíes y 390.000 tunecinos. En España, los marroquíes son unas 800.000 personas; los argelinos, en torno a los 60.000 ciudadanos; y los tunecinos, unos cuantos miles. 430.000 marroquíes viven en Italia y 170.000 en Holanda. 120.000 tunecinos residen en Italia y 30.000 en Alemania. Después de Francia, la segunda comunidad argelina más importante de Europa es la de España. También hay argelinos viviendo en países magrebíes: 20.000 en Marruecos y 10.000 en Túnez. El número de marroquíes en Argelia ronda los 10.000 y los tunecinos son un millar. Argelia acoge sobre todo refugiados del Sáhara occidental, palestinos y somalíes, y viven en su territorio decenas de miles de inmigrantes subsaharianos en situación irregular y muchas veces en condiciones infrahumanas. Las autoridades argelinas barajan la cifra de 270.000 inmigrantes en su país. En Marruecos son unos 50.000 y en Túnez, 40.000.