La erupción del volcán “Cumbre Vieja”, en la isla de La Palma, ha ocupado la mayor parte de las portadas de los telediarios y de los medios de información desde el pasado 19 de septiembre. La lava ha cubierto más de un millar de hectáreas y más de 2.000 viviendas han sido arrasadas.
Al igual que en otras catástrofes naturales, como la borrasca “Filomena”, que afectó principalmente al centro de la península a comienzos de 2021, las Fuerzas Armadas han contribuido en las labores necesarias.
La actuación se coordina dentro del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico en la Comunidad Autónoma de Canarias. A pesar de que la Unidad Militar de Emergencias es la que tiene un mayor número de efectivos desplegados, el Ejército de Tierra, el Ejército del Aire y la Armada han aunado esfuerzos para paliar los efectos de la erupción y prestar su ayuda al personal civil afectado.
Varios seísmos se sucedieron los días previos a la erupción del volcán “Cumbre Vieja”, localizado en la isla de La Palma. Este hecho sirvió para alertar de una situación que se prolongaría en el tiempo y acabaría dejando a muchas familias sin una parte importante de sus vidas.
El 19 de septiembre, pasadas las tres de la tarde, hora local, comienzan a emerger al exterior grandes columnas de humo y ceniza, a la vez que la lava se desprende en la zona de Cabeza de Vaca, en la localidad de El Paso.
Inicialmente, la Guardia Civil realizó la evacuación de, aproximadamente, 5.000 personas (Europa Press, 2021) y muy pronto la emergencia se extendió hasta el nivel rojo.
Fue solo el comienzo de una actuación en la que ha sido necesaria la colaboración de diferentes actores, entre los que se encuentran las Fuerzas Armadas (Fernández, 2021).
La Comunidad Autónoma de Canarias registra una importante actividad volcánica, algo que no ocurre en otros territorios de España. Sin embargo, no todas las islas del archipiélago han mantenido el mismo nivel de actividad durante los últimos años. Las de mayor intensidad son La Palma, Tenerife y El Hierro.
Lanzarote, considerada volcánicamente activa, ha tenido dos erupciones importantes, en 1730 y 1824. Gran Canaria, por su parte, no ha registrado actividad reciente, aunque sí durante los últimos 10.000 años. (Involcan, 2018)
En el caso de La Gomera y Fuerteventura el riesgo de que se produzca una erupción es relativamente bajo.
Solo durante el mes de septiembre, se sucedieron 1.600 terremotos en el área de las Islas Canarias. (Instituto Geográfico Nacional, 2021)
El Gobierno de Canarias dispone del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico en la Comunidad Autónoma de Canarias (PEVOLCA), aprobado por el Decreto 112/2018, de 30 de julio (Involcan, 2018). El objetivo es lograr una respuesta coordinada, ágil, eficaz y eficiente entre todas las administraciones públicas para hacer frente a crisis sismovolcánicas y a las emergencias derivadas de ellas.
El Plan surge tras los precedentes de Tenerife, en 2004, y en El Hierro, en 2011 y 2013. Durante la reciente erupción en La Palma el PEVOLCA ha servido para coordinar la actuación y unificar los procedimientos entre todos los involucrados.
La Unidad Militar de Emergencias
Desde el mismo día en que se produce la erupción del volcán, la Unidad Militar de Emergencias (UME) movilizó efectivos en la zona. Los primeros en desplegar fueron algunos de los integrantes de la Unidad de Intervención en Emergencias de Canarias.
Posteriormente, se añadieron los 62 primeros efectivos que salieron desde la Base de “Los Rodeos”, en Tenerife, en barco hasta La Palma. Un segundo equipo, con 64 militares de la UME, se sumó a ellos desde la Isla de Gran Canaria. Paralelamente, desde la península un avión A 400 del Ejercito del Aire desplazó otros 58 militares pertenecientes al II Batallón de Intervención de Emergencias (BIEM). Entre ellos iba un equipo de control de atmósferas del Grupo de Intervención en Emergencias Tecnologías y Medioambientales (GIETMA), procedente de Madrid. (Ministerio de Defensa, 2021)
Los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias están integrados en el dispositivo que dirige el Gobierno de Canarias, siguiendo lo marcado en el PEVOLCA. De este modo, los militares del II Batallón han realizado labores de vigilancia y control para minimizar los daños colaterales provocados por el avance de las coladas de lava. También han acompañado y ayudado a los vecinos evacuados a recoger sus pertenencias personales.
Por su parte, el GIETMA se ha encargado de las labores de medición del aire, para prevenir posibles gases tóxicos, en colaboración con el personal de la Comunidad Autónoma de Canarias y del Instituto Geológico Nacional.
Para ayudar en estos cometidos se ha empleado un vehículo equipado con diferentes sensores para detectar, identificar y tomar muestras ambientales de posibles agentes químicos. Entre los más reconocidos en este tipo de situaciones se encuentran el monóxido de carbono, dióxido de azufre o el ácido clorhídrico, que se podría formar al entrar en contacto la lava con la sal del mar.
Para garantizar el apoyo, la UME ha establecido relevos de sus unidades y el Gobierno de Canarias ha demandado que se mantenga, por el momento, su presencia en la zona.
Una de las principales actuaciones que ha realizado el Ejército de Tierra ha sido la de proporcionar la logística necesaria para el alojamiento, seguridad o servicios del personal civil evacuado.
Tras la primera erupción, y en pocas horas, se pusieron a disposición de las autoridades civiles un millar de plazas de alojamiento. Las principales instalaciones que se han estado utilizando son las de la Unidad de Apoyo a la Protección (UAPRO) “El Fuerte”, a las que se ha sumado el apoyo de personal y material de campamento de la Brigada “Canarias” XVI, encuadrada en el Mando de Canarias, y de la Quinta Subinspección General del Ejército.
Además, se ha alojado en “El Fuerte” a personal dependiente y con necesidades sanitarias especiales, merced al apoyo prestado por Cruz Roja y el Servicio Canario de Salud.
El Ejército también colabora desde estas instalaciones con la UME y otros implicados, apoyando con la infraestructura logística necesaria, en cuanto a alojamiento, seguridad e incluso la instalación del puesto de mando, entre otros cometidos.
En definitiva, el Acuartelamiento ha servido como embrión para la proyección y despliegue inmediato de capacidades militares ante la emergencia. Disponer de esta UAPRO en las islas no capitalinas del Archipiélago se han probado como una capacidad estratégica para la ejecución ágil y eficaz de operaciones militares y de apoyo a autoridades civiles ante emergencias.
El día 13 de octubre se incorporó una sección del Regimiento de Artillería de Campaña 93 para colaborar en las labores de retirada de ceniza dentro de la zona de exclusión. Después les relevó otra sección del Regimiento de Infantería “Tenerife” nº 49 y el objetivo es ir realizando rotaciones semanales. También se han incorporado medios del Regimiento NBQ “Valencia” nº 1, para colaborar en las tareas de medición de calidad del aire. (Pulido, 2021)
La Armada también se ha involucrado en la ayuda a los damnificados como consecuencia de la erupción del volcán “Cumbre Vieja”. Desde el 11 de noviembre, las lanchas de desembarco del Buque de Asalto Anfibio “Castilla” están trasladando a los agricultores hasta aquellos terrenos que son de complicado acceso y que han quedado aislados como consecuencia de las coladas de lava.
El objetivo es que puedan atender y regar sus cultivos. El trayecto se realiza en, aproximadamente, 20 minutos y va desde el puerto de Tazacorte hasta la playa de Puerto Naos.
El Cabildo de La Palma solicitó la ayuda el 1 noviembre y tan solo una semana más tarde el Buque partía desde la Base Naval de Rota (Cádiz) rumbo a La Palma.
El “Castilla” llegaba integrado por 250 tripulantes y portaba cuatro lanchas, capaces de transportar a 80 personas cada una. No obstante, una treintena se han hecho cargo de las barcas y los desplazamientos. (EFE, 2021)
La intención es que la ayuda se mantenga el tiempo que sea necesario en la zona. Además, se irá adaptando a las necesidades de los agricultores.
Gracias a este apoyo se puede realizar este trayecto en un tiempo menor y contribuir así a salvar las cosechas que no han sido arrasadas por la lava.
Las Fuerzas Armadas han prestado su apoyo ante la emergencia provocada por el volcán “Cumbre Vieja”, desde el momento en que se origina la erupción, el 19 de septiembre.
El dispositivo se ha integrado en el Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico en la Comunidad Autónoma de Canarias.
La actuación se ha desarrollado de manera rápida y coordinada. De hecho, un pelotón de Zapadores de la Brigada “Canarias” XVI, del Ejército de Tierra, que se encontraba realizando actividades de preparación se incorporó de inmediato al operativo.
La UME ha empleado el mayor número de personal, aunque ha sido fundamental el apoyo prestado por el Ejército de Tierra, el Ejército del Aire y la Armada.
Las Fuerzas Armadas han participado, anteriormente, en otras catástrofes naturales, como la borrasca Filomena, a comienzo de 2021, por lo que una vez más demuestran el compromiso con la sociedad en momentos de extraordinaria necesidad.
El volcán “Cumbre Vieja” mantiene su actividad sísmica (Instituto Geográfico Nacional, 2021) y de erupción, por lo que la actuación de las Fuerzas Armadas, por el momento, se mantendrá, tal y como ha solicitado el gobierno de las islas.
Felipe Pulido Esteban
Licenciado en Periodismo
Diplomado en Altos Estudios de la Defensa Nacional
Colaborador del Área de Defensa Nacional de Sec2Crime (www.sec2crime.com)