Una investigación liderada por el CSIS obtiene niobio y tántalo, dos de los materiales utilizados para hacer teléfonos móviles

Orense, cuna del ‘oro negro’ (de los móviles) en España

photo_camera PHOTO/REUTERS - Un minero muestra coltán en Birambo

El coltán es un mineral escaso y muy valorado. República Democrática de Congo posee el 80% de las reservas mundiales del también conocido como 'oro negro' y es que este material está presente en las baterías y condensadores de la mayoría de los aparatos electrónicos.  El coltán es una mezcla de proporción variable de columbita y tantalita, dos elementos que han aparecido en la provincia española de Orense gracias a una investigación liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Tanto el tantalio como el niobio son metales de transición que, gracias a sus excepcionales propiedades, resisten a altas temperaturas. El niobio es muy utilizado en la industria espacial y tecnológica para realizar aleaciones de acero que permitan aumentar la resistencia y conservar la ligereza.  Así, el niobio, denominado también como columbio, tiene propiedades físicas y químicas similares a las del tantalio. El tántalo y niobio se utilizan también para la elaboración de condensadores ya que permiten acumular carga eléctrica y liberarla cuando es necesaria en circuitos integrados. Su importancia estratégica radica en que se han convertido en dos elementos imprescindibles para la tecnología moderna en parte gracias a sus extraordinarias propiedades. 

Archivo de datos sobre los minerales de tierras raras. AFP/AFP

La revolución tecnológica ha provocado una transformación el comportamiento de los actores del sistema internacional, en concreto en aquellos que se dedican a la producción de smartphones u ordenadores. El valor de este y otros minerales fomenta la aparición de conflictos bélicos en países como la República Democrática del Congo, donde la demanda global de tecnología ha recrudecido en los últimos años la inestabilidad política y social en la región. La mina de Orense se presenta como una alternativa esencial para obtener estos minerales en zonas libres de conflictos. 

El equipo liderado por el CSIC ha sido capaz de desarrollar un procedimiento para recuperar estaño de la Mina de Penouta, localizada en Orense, y así extraer niobio y tántalo. “El coltán, término coloquial para denominar la mezcla en proporción variable de columbita y tantalita, es un mineral relativamente escaso que contiene niobio y tántalo y forma parte de los minerales estratégicos para la Unión Europea por sus propiedades para fabricar la mayoría de los dispositivos electrónicos que nos rodean, desde smartphones a consolas de videojuegos”, ha explicado Félix Antonio López, investigador del CSIC en el Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM).  El CSIC ha informado de que se trata de los primeros compuestos de estas materias primas sintetizados en España y se ha convertido en la primera y única mina para su extracción en Europa. 

Oro negro

López es el encargado de liderar y dirigir el proyecto Estannio junto a la colaboración de las empresas Strategic Mineral y KROWN. Esta investigación comenzó con el objetivo de encontrar una manera de aprovechar los residuos mineros de la mina de Penouta, en la aldea de Viana do Bolo, la única mina en Europa en la que se explotan estos minerales estratégicos. Este yacimiento fue explotado por la empresa Rumasa hasta 1982 cuando fue cerrada, provocando que apareciesen gran cantidad de los recursos que hoy en día contienen estos valiosos materiales. 

Oro negro

“Desde que la empresa minera reanudó la actividad hace unos meses se están procesando las balsas y escombreras de la antigua mina y se está iniciando la explotación del yacimiento a cielo abierto, de donde se extraen estaño, tántalo y niobio, y adicionalmente cuarzo, feldespato y mica”, ha especificado Francisco Polonio, director de Strategic Minerals.

Tras descubrir estos materiales el equipo de investigadores del CENIM ha desarrollado un proyecto que permite obtener estaño y a raíz de este material, conseguir niobio y tántalo.  “El niobio y el tántalo son dos elementos con mucha afinidad química y su separación selectiva es complicada. Para ello, tenemos que separar primero el estaño y después aplicar un proceso laborioso para obtener sales comerciales tanto de niobio como de tántalo, y hacerlo además con rendimientos y purezas atractivas para su explotación comercial”, explica el investigador del CSIC Félix Antonio López.

Más de 35 años han hecho falta para que la mina de Penouta vuelva a tener el lugar en el mapa que tuvo hace más de 40 años. En estos momentos, los investigadores que forman parte de este proyecto estiman que la vida útil de este yacimiento será de 35 a 40 años, como mínimo. Además, a diferencia de lo que ocurre en países como el Congo, los trabajos en la mina de Penouta no han producido rechazo social, ya que su reapertura ha creado numerosos puestos de empleo en el municipio y su impacto medioambiental no supone un gran riesgo, ya que “el proceso de obtención de los concentrados no lo implica”, añade el director de Strategic Minerals.

Teléfono

El proyecto Estannio es un gran descubrimiento para la industria tecnológica.  Por ello, a raíz de esta investigación se ha decidido instalar una planta comercial de fusión para la obtención de estaño en Salamanca y una planta piloto hidrometalúrgica de obtención de niobio y tántalo en el CENIM.  Así, Ourense se ha convertido en un referente mundial ya que este yacimiento se ha convertido en la primera explotación comercial que produce los tres elementos simultáneamente. Además, el proyecto también la posible obtención de metales de tierras raras, principalmente cerio y lantano, también estratégicos para Europa. La tecnología tiene un impacto transversal en todos los sectores de la economía y la sociedad y la aparición de estos materiales supone el inicio de una nueva revolución industrial en España, una transformación que exige estar a la altura. 

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