SAPROMIL: Cómo las empresas pueden aprovechar el talento de los militares

Natalia González Velázquez

FOTO: SAPROMIL, Sistema de aprovechamiento de las capacidades profesionales del personal militar

Altos cargos de las Fuerzas Armadas y empresarios de la CEOE (Confederación Española De Organizaciones Españoles) se han reunido hoy en un “Encuentro Atenea” para debatir acerca de SAPROMIL (sistema de aprovechamiento de las capacidades profesionales del personal militar), una iniciativa del Ministerio de Defensa para incluir a los militares que ya han dado su carrera por finalizada en la vida civil, ofreciéndoles oportunidades de trabajo dentro de la empresa privada.

El Director General de Reclutamiento y Enseñanza Militar,  Juan Antonio Álvarez Jiménez, ha destacado las virtudes morales que caracterizan al personal militar tales como la disciplina y la fidelidad. Además, ha señalado que los miembros de las Fuerzas Armadas cuentan con aptitudes tales como la capacidad de integrarse en el trabajo, el conocimiento de un “excelente” nivel tecnológico (informática, aeronáutica, armamento) y un alto grado de adaptación a ámbitos profesionales muy diversos. “Los recortes siempre han formado parte de nuestra carrera profesional y hemos tenido que reinventarnos y adaptarnos a las nuevas situaciones”, ha apuntado el Director General.

El proyecto SAPROMIL , en el puede inscribirse cualquier militar que lo desee, cuenta con cursos de organización y formación del personal militar  para iniciarles en la vida empresarial. Según Pablo González-Pola de la Granja, Profesor del Departamento de Humanidades de la Universidad San Pablo CEU, “los cursos son necesarios para que el militar domine el funcionamiento de la empresa privada y conozca el lenguaje empresarial”. Ha destacado además la necesidad de crear un “tripartito” entre empresa, Ejército y Universidad “para ver qué es lo que quiere la empresa que estudie el militar”.

Otras de las muchas cualidades que han querido señalar han sido la capacidad de liderazgo con la que cuentan los militares y la experiencia en el campo de operaciones. Otro de sus puntos fuertes, según Javier Ruiz de Ojeda, Director de Relaciones Externas de Airbous Group, es” la experiencia que tienen trabajando en territorio hostil y que puede compararse con la presión que ejerce la empresa privada”.

La Universidad puede aportar al proyecto SAPROMIL, “ no solo una formación específica, sino una mayor conexión entre las Fuerzas Armadas y la sociedad”, ha manifestado Joaquín Díaz Martínez, Subdirector General de Reclutamiento y Orientación Laboral del Ministerio de Defensa. Han querido destacar también varios espectros en los que el personal militar está acostumbrado a trabajar y a los que se familiarizaría rápidamente, tales como la tecnología, la aeronáutica o el abastecimiento de repuestos.

De hecho, hay países que ya tienen instaurado este modelo de Ejército-Empresa privada, y cuyas aportaciones han sido “positivas” para ambos bandos, como ha apuntado Alfonso García Cisneros, Gerente de capital humano de Tecnobit.

El proyecto, que lleva en marcha desde el año pasado, es una iniciativa “necesaria pero insuficiente”, ya que, “existen unas serie de dificultades todavía notables para dar este paso”, según ha declarado Juan Antonio del Castillo Masete, Presidente del Consejo de HISDESAT.

 “Estamos acudiendo al inicio de una nueva etapa en las Fuerzas Armadas”, ha puntualizado Juan Antonio del Castillo, “la nación no puede permitirse prescindir de las virtudes de los profesionales militares”.

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