El siglo XXI se presenta como un siglo caracterizado fundamentalmente por los retos. El siglo pasado, la época de las grandes guerras, la Guerra Fría y los últimos procesos descoloniales nos ha dejado un orden mundial e internacional que presenta diferentes desafíos necesarios de abordar. En la actualidad, la inmigración, la crisis climática, la pérdida de influencia de Europa y la irrupción de nuevas potencias internacionales como China junto con las revueltas sociales y las derivadas guerras, están protagonizando un panorama que ya no acepta perpetuar en el tiempo más desigualdades.
En esta tónica, la Fundación Alternativas, en colaboración con eldiario.es, ha presentado un informe elaborado por la coordinadora de Oriente Próximo y Norte de África de la Fundación Alternativas, Itxaso Domínguez, y el profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense, Alfonso Casani, que analiza los principales retos y desafíos políticos, sociales, demográficos de la región sur-sur. Además, el estudio dibuja escenarios que se podrían producir a partir de las “megatendencias” que están transformando el panorama sociopolítico y plantea un panorama que nos presenta “que podemos esperar de una a dos décadas a futuro y como hacemos de la ribera sur una oportunidad para nosotros mismos”.
En el encuentro virtual, se ha producido un coloquio integrado por la profesora de Relaciones Internacionales, Department of Politics, Universidad de Exeter, Irene Fernández Molina, periodista y politólogo especializado en Oriente Próximo y Norte de África, Ricard González y el secretario general adjunto de la Unión por el Mediterráneo (UpM), Isidro González.
En esta línea, el director de Política Exterior de la Fundación Alternativas, Vicente Palacio, ha afirmado que “hoy tenemos un pretexto estupendo para darle una vuelta de tuerca a la forma de entender la vecindad sur-sur, la presentación de un nuevo documento que tiene una orientación prospectiva de identificación de tendencias, análisis riguroso y reflexión acerca de cuál puede ser la hoja de ruta del futuro”.
La vecindad sur comprende 10 países van desde Marruecos hasta Siria, región donde están ocurriendo diversos acontecimientos que merecen nuestra atención como sociedad española y por supuesto, para los Gobiernos. Este informe se produce en un contexto en el que ya se han cumplido 25 años del proceso de Barcelona que desemboco después en la Unión por el Mediterráneo. Además, en este marco referencial, el 2021 celebra el décimo aniversario de las llamadas primaveras árabes, revueltas que trataron de derrocar los regímenes autoritarios y luchar por una mayor representación política de la sociedad. De acuerdo con Palacio “hoy la situación es problemática, hay conflictos enquistados, Siria, Libia, Sáhara Occidental … Hace falta una recuperación conjunta y lo más sostenible posible”.
El director ha continuado recalcando el papel de Europa en esta recuperación y ejecución de una nueva perspectiva política “desde Europa, el compromiso por lo menos está en el ambiente político, y así lo dice la comunicación conjunta a la cual califica de imperativo estratégico”, que debe fomentar “un desarrollo a todos estos países y generar partenariados estables, así como ayudar en la transición democrática”. En esta línea, la sociedad debe ser capaz de “identificar las megatendencias en la región y ejecutar un plan de acción sobre como avanzar para que esto se produzca”.
La coautora Itxaso Domínguez ha afirmado que, en el informe “se ha querido poner el enfoque sobre los jóvenes”. A continuación, Domínguez ha presentado las megatendencias a las cuales el mundo está expuesto y como estas están afectando a la región de Oriente Medio. En primer lugar, Itxaso Domínguez ha tratado el tema de la emergencia climática como un acontecimiento que “va a tener un efecto muy particular en la vecindad sur y en la cuenca del Mediterráneo, zona muy vulnerable en términos de conflicto y de hambre (agua), lo que desemboca en lo que ya conocemos como el fenómeno del refugiado climático”.
En este sentido, se presenta una “fragmentación del orden internacional que tiene consecuencias distintas en cada región y protagoniza la transición demográfica a pesar de que hablamos de la vecindad sur-sur en su conjunto hay que tener en cuenta sus diferencias”.
Por otro lado, la cuarta revolución industrial está emergiendo en la zona transportando nuevas oportunidades en la región, pero a la vez acontece una “fractura digital que aumenta las desigualdades y afecta a los más vulnerables”. Existe una superpoblación en la que “las dinámicas de la salud han sido uno de los aspectos más afectados, salud en términos de trabajador, no de ciudadano” y donde se ha olvidado “la salud mental”.
En esta línea, estas dinámicas se presentan “a medio plazo mirando a 2030, en un primer momento tenemos las fracturas sociales, la erosión del sistema estatal árabe, esta pregunta constante de dónde está el Estado, la ausencia de buen gobierno y unos jóvenes que se sienten expulsados del sistema, lo que derivara en movilizaciones sociales y en movimientos migratorios o en mayor conflictividad”.
Nos encontramos en un contexto difícil en el cual existen diversos desafíos: “La crisis pandémica, la crisis ecológica y el abismo de una posible recesión económica debemos abordarlos como una oportunidad por el parón que ha tenido, en el que haya un replanteamiento del modelo adoptado. La inclusión de las comunidades locales, el empoderamiento local y la transformación energética con grandes beneficios medioambientales. Por ello el informe plantea “como pasar de un escenario negativo a uno bueno en un contexto en el que existe un aumento de la conflictividad internacional y nacional y hay conflictos no resueltos, que trascienden en repercusiones de estos en la región”.
Para Irene Fernández, “lo que ocurre en la vecindad sur es que superponen capas de conflicto que no hacen más que aumentar la conflictividad y no aportan soluciones. Existen procesos de descolonización frustrados, conflictos que se remontan a la rivalidad entre chiíes y sunníes, fallidos procesos de descolonización, luchas contra el terrorismo lideradas por EE. UU., consecuencias derivadas de la Guerra Fría, y la más reciente, el estallido de las primaveras árabes”.
En Oriente Medio existe una confrontación entre Gobiernos y sociedades, ya que son las “menos integradas económica y políticamente”. Por otro lado, Ricard González, nos ha hablado de cambios sociales en los que existe “un fenómeno ante estas nuevas generaciones y un cierto escepticismo hacia la política que viene producido por la cooptación. Por parte de estos nuevos liderazgos sociales, en ninguno de estos países hay una voluntad de implicarse en la política institucional, eso hace que muchas veces no tengan capacidad de trasladar esas demandas en cambios sustanciales y directos. Las chicas jóvenes piden su deber en las sociedades, y ahora retraso en la maternidad esto nos da pistas hacia donde la sociedad se quiere dirigir”.
Asimismo, Isidro González, ha recalcado la unión por el mediterráneo como una organización que está intentando hacerse oír”. De acuerdo con González, “en la reunión sobre economía de los mares conseguimos que los 42 países de la unión por el mediterráneo aprobaran una declaración de 80 puntos. En el Mediterráneo transita un tercio de la población y alberga el 7% de la población mundial y solo el 3% de los recursos”. En este sentido, desde la Unión por el Mediterráneo trabajan por “ir a la base del problema ya que no queremos construir muros, los muros se saltan da igual el tamaño, queremos ir a la base del problema. Hemos creado un hub de creación de empleo juvenil, el porcentaje de jóvenes que quieren emigrar es altísima y debemos responder ante estos retos”.
Por otro lado, ha recalcado la construcción de proyectos destinados a aportar soluciones a las nuevas problemáticas como la “planta desalizinadora de Gaza que permite proveer de agua potable a 800.000 personas o el programa de descontaminación de un lago al norte de Túnez que permitirá potenciar la agricultura”. Además, ha subrayado el papel conjunto que juegan “Israel y Palestina en pie de igualdad en la unión por lo del mediterráneo, lo que debería ser lo normal se trata de una emergencia, hay que llevarlo a Bruselas”.
Entre estas ideas principales, el informe presentado por Fundación Alternativa pretende ser el trampolín a través del cual la Unión Europea y España aborden los nuevos retos de los cuales nuestro siglo tiene que hacer frente. Los desafíos son numerosos y complejos, pero no imposibles, para abordarlos son necesarias una política de cooperación y de vecindad que trate de tender puentes y canales de comunicación en orden a acabar con estas problemáticas. El estudio no trata de cubrir los problemas desde una manera superficial, si no ir a la base del inconveniente para erradicar una serie de conflictos que tienen una sólida base, pero que la sociedad actual no esta dispuesta a seguir manteniendo.